Liturgia del 6º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

Bienaventuranzas
Bienaventuranzas

Comentario inicial:


Quizás no haya texto del Evangelio más tergiversado que las Bienaventuranzas, por dos causas: Tomarlo al pié de la letra y sacralizarlo, convirtiéndolo en un "mantra sagrado" petrificado por los siglos. ¿Será que Jesús era incoherente y tontito?


Bienaventurados los POBRES: En contra de la "tradición judía de la prosperidad", demostración de la bendición de Dios. En contra de la racionalidad de la ley que rige el mundo: "ley de la causalidad" (a tal causa tal efecto, todo son consecuencias). ¿Lo ignoraba Jesús?

¿Será por eso que eligió a gente sencilla, pero acomodada, como compañeros? ¿O que sus amigos preferidos fueran pudientes, como Lázaro por ejemplo? ¿O que vistiera una túnica inconsútil, privilegio de rico? "Sin coherencia" no hay interpretación posible a nada de lo que predicó Jesús. Los conceptos de "pobreza" y "riqueza" son de los más manipulados de este mundo, con nefastas connivencias de la religión.


Y así hemos desembarcado en la realidad de muchos religiosos que defienden a aquellos partidos políticos que multiplican a los pobres y los mantienen esclavizados con migajas. Echad un vistazo al mapa, por favor.


Y tenemos el reverso de una Iglesia embustera que atesora oro, arte, museos, edificios e ídolos recubiertos de coronas, joyas y riquezas sin fin. Pero se llama "pobre" a sí misma.


Bienaventurados los que tienen HAMBRE: ¿Será por eso que multiplicó los panes y peces para saciarla? ¿Será por eso que le llamaban comedor y bebedor? ¿O será por eso que se apuntaba a cualquier banquete, aunque fuera de pecadores ricos y familias bien nutridas?
El HAMBRE es un mal y por tanto infeliz. Es una realidad, nunca deseable, contra la que hay que luchar.


Y es que si perdemos la perspectiva de la REALIDAD y la COHERENCIA no entenderemos nada del "mensaje de Jesús", salvo que lo reduzcamos a "tontito útil", víctima propiciatoria para el perdón de los pecados, como hace reiteradamente nuestro Pablo, desde su religiosidad primitiva y sacralizada, es decir, absolutizada por los siguientes patronos de la Barca.
Hemos traicionado el "mensaje de humanización" que nos dejó Jesús, hasta el punto de confundirlo con un gurú sagrado, utópico, inalcanzable y sangriento, bajado del cielo con la única finalidad de conseguir un "perdón", ya derramado desde la eternidad por la Infinita Misericordia. Es decir, un gurú inútil y totalmente prescindible.


Y todo por no evolucionar a la LUZ del Espíritu que el propio Jesús derramó. Lo hemos traicionado perpetuando una "religión primitiva" y su "ideología del pecado". Ahí seguimos atrapados, sin voluntad alguna de conversión, es decir, inteligente y coherente evolución. El mandato del Génesis (que llaman palabra divina) lo hemos convertido en: "Creced, multiplicaos e imitad a los hebreos, no tenéis nada que gobernar ni cambiar".


Con mi ínfima lucecita, me parece ver a Jesús hablando en parábola de ACTITUDES y VALORES en dos grupos de Bienaventuranzas:


1) Bienaventuranzas de COMPASIÓN y AYUDA: A los que tienen hambre, sed, necesidades básicas o lloran por cualquier causa, no podéis dejarlos tirados, tenéis que apoyarlos, auxiliarlos, levantarlos y abrazarlos. A los que ponen su fin en las riquezas, en el estómago, en la imagen, en las risas superfluas y en la fama, también tenéis que ayudarlos porque caminan hacia su deshumanización por su naturaleza animal solamente.
Porque la compasión y la ayuda son la "actitudes del reino de Dios" que lleváis dentro.


2) Bienaventuranzas de COMPROMISO: A los mansos, enamorados de la PAZ y la humildad; a los misericordiosos que aman, perdonan y auxilian; a los limpios de corazón que caminan sin engaños, trampas y egoísmos;  a los que promueven el orden y la justicia de las "leyes de la naturaleza" que concretan la auténtica Ley de Dios; a los que contra viento y marea son constantes en el rumbo abierto por la LUZ de Jesús.


A todos éstos debéis imitarles, apoyarles, defenderles, porque son coherentes con el compromiso, que adquirieron en el Bautismo, de seguir a Jesús y cultivar la semilla del "reino de Dios" que late en vuestro interior.

Jairo

6º DOMINGO ORDINARIO 2025 (C)

El amor permanente y entrañable de Dios Padre, que nos habita y sostiene, la presencia luminosa de Jesús Resucitado, su Luz y el impulso de su Espíritu ESTÁN con todos vosotros.

Y con tu Espíritu


MONICIÓN DE ENTRADA


Las Bienaventuranzas, con las veces que las hemos oído y meditado, nos siguen desconcertando. Es fácil imaginar el impacto en esos primeros oyentes. 


Dichosos los pobres, dichosos los que lloráis… Claro que Jesús se opuso a la injusticia y la marginación. Tampoco dejó la solución para el más allá. Esas aparentes contradicciones son aldabonazos para hacernos pensar. ¿De verdad las riquezas nos van a hacer felices? ¿Es la desgracia la última palabra o importa más la actitud que adoptemos ante ella?


Celebremos con gozo en esta eucaristía nuestra unión con Jesús y nuestra fraternidad.

ACTO DE RECONOCIMIENTO


Vivir las bienaventuranzas puede que nos sea fácil. Pero Dios Padre nos ha dado las herramientas con las que poder llevarlas adelante. Son nuestros dones y cualidades. Por ello le damos gracias y nos comprometemos a vivirlas en nuestra realización personal y en el servicio a la fraternidad universal.


Gracias Señor por el don de la PAZ, la interior que nos da tu presencia y la exterior que tenemos que construir todos juntos. Nos comprometemos a vivirla cada día diciendo: Nos comprometemos Señor


Gracias Señor por el don del AMOR, el que Tú nos manifiestas en nuestro interior y en todo lo que nos das, y el que nosotros queremos dejar rebosar hacia los hermanos. Nos comprometemos Señor


Gracias Señor por los dones de la BONDAD y la AYUDA queremos vivirlos preocupándonos de nuestro desarrollo personal y de ayudar a los demás en todo lo que podamos. Por eso decimos: Nos comprometemos Señor


Dios Padre amoroso TIENE siempre misericordia de nosotros, conoce nuestras limitaciones y nos guía de su mano a la vida eterna.

GLORIA


Gloria a Dios en el cielo…

Tú que quitas el pecado del mundo,   TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS...

Tú que quitas el pecado del mundo,   TÚ ATIENDES NUESTRAS SÚPLICAS…

Tú que estás sentado a la derecha del Padre,  TÚ TIENES PIEDAD DE NOSOTROS…

ORACIÓN COLECTA


Jesús tú nos invitas a ser felices, a tener menos cosas para ser más libres, a ser mansos para sentir equilibrio interior, a trabajar por la justicia para lograr el reino, a ser pacificadores para generar bienestar, a bien decir de los demás, recalcando lo positivo, a llorar junto a los que sufren o están solos, a ser rechazados o malinterpretados por nuestra opción, a sentir hambre o evitar que otros la sufran y a colaborar en la instauración del Reino de Dios, que será la explosión de felicidad y de Amor para todos. Amén.


Lectura del Profeta Jeremías. 17, 5-8


Así dice el Señor: Maldito quien confía en el hombre,

y en la carne busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, no verá llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita.

Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto.


Salmo 1


R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor


Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,

ni entra por la senda de los pecadores,

ni se sienta en la reunión de los cínicos;

sino que su gozo es la ley del Señor,

y medita su ley día y noche. R/.


Será como un árbol plantado

al borde de la acequia:

da fruto en su sazón

y no se marchitan sus hojas;

y cuanto emprende tiene buen fin. R/.


No así los impíos, no así;

serán paja que arrebata el viento.

Porque el Señor protege el camino de los justos,

pero el camino de los impíos acaba mal. R/.


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,12.16-20):


Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno de vosotros que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,17.20-26):

R/Gloria a ti, Señor.


En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.


Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»


Palabra del Señor

R/Gloria a ti Señor Jesús


HOMILÍA

Si recordáis el domingo pasado decía que Jesús fue un judío que comenzó a anunciar un mensaje nuevo y revolucionario. Tan revolucionario que subvierte los principios de la religión y la sociedad de su tiempo. Y sigue subvirtiendo los principios de nuestra sociedad de hoy que nos dice: seré feliz si soy rico, si tengo poder o prestigio social, si no me dejo avasallar, si soy más listo que los demás para los negocios, si voy de diversión en diversión, si no me meto en líos, si no me insultan ni me persiguen.

Jesús, por el contrario, me propone un código de felicidad radicalmente distinto e inverosímil: ¿Quieres ser feliz? -me dice-, pues confórmate con poco, comparte lo que tienes con los que no tienen, aprende a sobrellevar y superar el  sufrimiento, di siempre la verdad, no seas violento, trabaja para que prevalezca la justicia, no trates de aprovecharte de nadie, y no te preocupes si te insultan y te persiguen por todo ello, pues a la larga serás mucho más feliz.

Pero ¡CUIDADO! Porque muchas veces han sido y son usadas para invitar a la resignación. Todavía hay clérigos que dicen: Los pobres, los hambrientos, los que ahora os toca sufrir, no debéis desesperar, tened paciencia porque Dios os hará ricos y felices en el más allá. Jesús no dijo ni quiso decir nada de eso.

Jesús nos invita a conseguir la dicha, el bienestar, el gozo, la paz, la alegría, pero por el camino inverso al que nos propone la sociedad de consumo en la que vivimos.

Jesús vivió combatiendo toda situación de injusticia y necesidad y quiere que sus seguidores asumamos como él un compromiso personal y efectivo contra la pobreza no elegida y el sufrimiento en cualquiera de sus manifestaciones, y luchemos por una sociedad más justa.

Cuando nos dice “dichosos los pobres” nos está diciendo: Dichosos los que cambian la opción de poseer por el proyecto de compartir. Nos pregunta: ¿Qué haces para saciar el hambre de pan, de amistad, de humanidad, de amor, de solidaridad, de cultura, de Dios?

Jesús bendice el llanto de la compasión por quienes lloran,  el llanto de quien lamenta y lucha por evitar los males, las injusticias y violencia que azotan a los demás. Es feliz quien mira con los ojos de Jesús y no desprecia a los humildes y sencillos porque son más débiles o vulnerables. A un cristiano no se le permite pisar a nadie, aunque sea más frágil que tú.

Se encuentra la felicidad cuando se la busca en la humanización plena y no en la saciedad de nuestra naturaleza animal. Esa humanización nos llevará siempre a mirar al otro, al que vive a nuestro lado.

Y la pregunta ahora  es: ¿Creo en Él? ¿Le creo a Él? ¿Me fío de Él? ¿Estoy dispuesto a vivir humanamente, con racionalidad, compartiendo, perdonando, sembrando la paz, trabajando por la justicia, actuando siempre con sinceridad y sin temor al trabajo y al esfuerzo?

Decir que sí, que me la juego, que cambio de vida, es tener fe en Jesús; lo demás será otra cosa. Creeré en Jesús si es Él quien da sentido a mi vida; si es Él quien manda en mis criterios y mis valores; si creo que son esos criterios los que pueden salvar el mundo del desastre y me comprometo con la tarea de hacerlo. Porque la fe no es un privilegio otorgado a unos y vedado a otros, sino el compromiso firme con un modo de vida humano, que no solo promete felicidad, sino que nos compromete a colaborar con Dios en la tarea de llevar su proyecto de humanización a buen fin.

Nos entusiasma lo de Jesús, pero sólo nos fiamos de Él hasta el momento en que nos invita a salir de la pereza y la animalidad, de la sola saciedad de nuestros instintos.

Y no dudamos de que es Jesús el que tiene razón; que el camino propuesto por Él es el único que lleva a la felicidad (aunque Jesús no sea el único que lo propone), pero nos falta aplicar la inteligencia y el coraje necesarios para comprenderle e imitarle. 

Como dijo Jon Sobrino en una charla en Pamplona: «A eso es a lo que tenemos miedo; a ser felices a lo cristiano». Y yo añadiré: Tenemos miedo a ser humanos y dominar la fiereza de nuestra animalidad. Eso es lo que nos enseña Jesús, el Humano por excelencia.

CREDO


Sacerdote.- ¿Creéis en Dios , que es nuestro Padre, que ha hecho todas las cosas y nos cuida con amor?

Todos.- Sí, Creemos.


Sacerdote.- ¿Creéis en Jesucristo, que ha puesto su Morada entre nosotros, para hacernos conocer a Dios?

Todos.- Sí, Creemos.


Sacerdote.- ¿Creéis en el Espíritu Santo que vive entre nosotros, y anima a la Iglesia para hacer un mundo mejor?

Todos. Sí, Creemos.


ORACIÓN UNIVERSAL


Las bienaventuranzas nos hablan de Jesús: un modelo de hombre que hizo de su vida una opción por la LUZ, enseñando a TODOS, sin acepción de personas, el camino de la humanización. Oremos.


Queremos vivir las bienaventuranzas


• Queremos que la Iglesia renueve cada día su opción por la humanización de todos, rechace halagos y poder, y se coloque claramente del lado de la racionalidad y la ayuda a todos, porque todos somos débiles y necesitados.


Queremos vivir las bienaventuranzas


• Los creyentes queremos ser como Jesús, esperanza para los desesperanzados, promesa de libertad para los oprimidos; horizonte para los cautivos; consuelo para los tristes y certeza para los que dudan.


Queremos vivir las bienaventuranzas


• Deseamos ser  capaces de reestructurar nuestras vidas: hacer opciones de solidaridad, compartir bienes y tiempo con quienes no tienen, para que nuestras presencias sean más acordes con el proyecto de Reino de Jesús de Nazaret.


Queremos vivir las bienaventuranzas


• Queremos comprometernos a no  conformarnos con vivir cómodamente, sin molestar, con un cristianismo a nuestra medida, no olvidarnos que la vida de Jesús fue anuncio y denuncia.


Queremos vivir las bienaventuranzas


Padre bueno, queremos ser valientes y  colocarnos del lado de esta Humanidad herida, y que nuestras vidas hablen de PAZ, AMOR, BONDAD y AYUDA fundamentos de la humanización que nos enseñó Jesús. Gracias por el ejemplo de Jesús, que vive por los siglos de los siglos.


En el momento de presentar la OFRENDA de toda la Iglesia oremos a Dios Padre Misericordioso

El Señor reciba de tus manos esta OFRENDA…


ORACIÓN OFRENDAS


Padre queremos ser felices a tu estilo, al estilo de Jesús, al estilo verdaderamente humano. Queremos que nuestra vida sea pan y luz, útil para alguien. La ponemos en tu mesa, como una ofrenda, como lo hizo el mismo Jesús. PJNS.


PREFACIO


El Señor está con vosotros  

Y con tu Espíritu

Levantemos el corazón

Lo tenemos levantado hacia el Señor

Damos gracias al Señor nuestro Dios

Es justo y necesario


Es justo reconocer, Padre Dios y Señor nuestro,

que existimos y vivimos rodeados de muestras permanentes de tu amor.


Tú quieres ver plenos de felicidad a todos tus hijos sin excepción, ese es tu proyecto de Reino, esa es tu voluntad.


Y quieres que nos dediquemos en tu nombre a construir humanidad, has dejado en nuestras manos la tarea de conseguir la felicidad y hacer felices a los hermanos.


Enséñanos a ser como Tú, Padre bueno, a interesarnos por el prójimo, a mirar especialmente por los que más nos necesitan dentro y fuera de la familia.


Y ayudarles en cuanto esté de nuestra parte; queremos ser amigos incondicionales de todos y pacientes, sensibles y comprensivos con sus posibles equivocaciones.

Uniéndonos ahora de corazón a todos tus hijos, creyentes y no creyentes, sintiéndonos hermanos de todos, elevamos a ti este canto de acción de gracias y alabanza.


SANTO,SANTO, SANTO…


CONSAGRACIÓN Y PLEGARIA


Te glorificamos, Padre Santo,

porque estás siempre con nosotros

en el camino de la vida,

sobre todo, cuando Jesús, tu Hijo, nos congrega

para el banquete pascual de su amor.

Como hizo en otro tiempo

con los discípulos de Emaús,

él nos explica las Escrituras

y parte para nosotros el pan.


Recibimos tu Espíritu con alegría

para que santifique este pan y este vino y

se conviertan para nosotros 

en el sacramento del Cuerpo y + la Sangre de Jesús, en la Persona y la Vida de Jesús, aquí significadas.


El mismo Jesús, la noche en que iban a entregarlo, cogió un pan, te dio gracias, lo partió y dijo:


Tomad y comed todos de él,

porque esto es mi Cuerpo,

que será entregado por vosotros


Después de cenar, hizo igual con la copa, diciendo:


Tomad y bebed todos de él,

porque éste es el cáliz de mi Sangre,

Sangre de la alianza nueva y eterna,

que será derramada por vosotros

y por todos los hombres

para iluminar vuestras vidas.

Haced esto en conmemoración mía.


Éste es el Sacramento de nuestra fe.


Anunciamos y proclamamos tu resurrección. Ven Señor Jesús.


Por eso, Padre de bondad,

celebramos ahora

el memorial que Jesús nos encargó,

y proclamamos la obra de tu amor:

Cristo, tu Hijo, a través del servicio

y la entrega de su vida

ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha.

Señor, Padre de misericordia, Tú derramas sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo.

Fortaleciéndonos a cuantos nos disponemos a recibir el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo para que, unidos al Papa Francisco, y a nuestro Obispo N… seamos uno en la fe y en el amor.

Nos das entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspirándonos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayudándonos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido.


Tu Iglesia, Señor, quiere ser un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando.

Gracias una vez más porque

has acogido en tu casa del Cielo

a nuestros hermanos difuntos ...

todos nuestros familiares, amigos

y fieles difuntos de esta Comunidad

Y ahora, Padre santo, nos unimos a toda tu creación

para brindar por tu mayor gloria y por la germinación de tu Bondad en nuestro mundo,

en la feliz compañía de tu hijo Jesús,

unidos a nuestra Madre María, a su esposo San José

a los apóstoles, a  los Santos y a todas las personas

de buena voluntad diciendo:


Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén


PADRENUESTRO


PADRE Y MADRE NUESTRA

EN QUIEN SOMOS Y VIVIMOS.

Santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo

TÚ NOS DAS HOY 

NUESTRO PAN DE CADA DÍA.

TÚ PERDONAS NUESTROS PECADOS

Y NOSOTROS QUEREMOS PERDONAR

A LOS QUE NOS OFENDEN.

No nos dejes caer en la tentación.

Y líbranos del mal. Amen


CORDERO DE DIOS


Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú TIENES piedad de nosotros

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, Tú NOS DAS la paz


Jesús nos invita a ser pan partido y repartido para los demás.

ORACIÓN FINAL


Bienaventurados los que saben reírse de sí mismos; Porque nunca acabarán de divertirse.
Bienaventurados los que son bastante inteligentes para no creerse el centro del mundo; Porque serán apreciados por los demás.
Bienaventurados los que saben callarse y escuchar: ellos aprenderán cosas nuevas.
Bienaventurados seréis si sabéis admirar una sonrisa y olvidar una mala cara; Porque vuestro camino estará lleno de alegría y de paz.
Bienaventurados los que gobiernan sin apego al poder, haciendo de la propia vida un servicio al prójimo, sobre todo a los más necesitados. Dios los recompensará en la plenitud del amor.
Bienaventurados los que piensan antes de actuar y los que rezan antes de pensar; Porque ellos evitarán hacer bastantes tonterías.
Bienaventurados seréis si sabéis callaros y sonreír, aún cuando os corten la palabra, os contradigan y pisen el pie; El Evangelio comienza a penetrar en vuestro corazón.
Bienaventurados seréis, sobre todo, si sabéis reconocer al Señor en todos los que encontráis: vosotros habéis hallado la verdadera luz, habéis hallado la verdadera sabiduría. PJNS. Amén.

BENDICIÓN

El Señor os bendice, os guarda

y en sus palmas os lleva tatuados.

Os acompaña en todos los caminos.

Y hace prósperas las obras de vuestras manos.

Sentíos siempre abrazados y bendecidos por este Dios enamorado,

Padre, Hijo y Espíritu Santo.

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