Una de las congregaciones con mayor presencia en la Pan-Amazonía son los salesianos y salesianas, con más de 125 años en la región, llegando en primer lugar al Vicariato Apostólico de Méndez, Ecuador, con el pueblo Shuar. Teniendo en cuenta la convocatoria del Sínodo para la Amazonía, la familia salesiana ha celebrado diferentes eventos a nivel internacional, reunidos en un trabajo recientemente publicado titulado "Amazonía salesiana: El Sínodo nos desafía", reuniendo las contribuciones de los salesianos de Don Bosco para el Sínodo y para una renovada presencia entre la juventud amazónica.

El trabajo, coordinado por los salesianos Martín Lasarte, del Departamento de Misiones Salesianas, y Damásio Medeiros, decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Salesiana, de Roma, recoge en más de 350 páginas las reflexiones del Encuentro Salesiano Pan amazónico, celebrado en Manaos, en noviembre de 2018, y de los seminarios que tuvieron lugar en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, titulados "Testimonios de santidad con los pueblos amazónicos" y "Nuevos caminos para una Iglesia con rostro amazónico". Además, aparece el resultado de la encuesta de la presencia salesiana amazónica y las entrevistas con el cardenal Claudio Hummes, presidente de la Red eclesial Pan Amazónica - REPAM, su vicepresidente, el cardenal Pedro Barreto, y su secretario ejecutivo, Mauricio López.

El padre Justino Sarmento Rezende, hijo de Don Bosco, quien ha estado involucrado en el proceso del Sínodo desde el principio, ya que fue uno de los participantes en la elaboración del Documento Preparatorio, reconoce que "el Sínodo para la Amazonía viene como una interpelación, como ponemos en el título del nuestro trabajo". El salesiano, que es indígena del pueblo Tuyuka, nacido en la región del Alto Río Negro del estado brasileño de Amazonas, afirma que "los salesianos, con largas experiencias misioneras, trabajando con pueblos indígenas, se sienten responsables de contribuir también al Sínodo con nuestras experiencias, dificultades que tenemos como salesianos en el campo de la inculturación del carisma salesiano y lo que la Iglesia, a través de este Sínodo, ha estado provocando, para crear una Iglesia con rostro indígena”.

La obra puede ser de ayuda para "la aplicación a nuestra vida salesiana, como trabajar para hacer que los pueblos indígenas, como salesianos, sean conscientes y trabajen para que el carisma tenga un rostro indígena", dice el padre Justino. El salesiano subraya la importancia de los eventos, “para que no solo estemos en las gradas, diciendo, miren, el Documento Preparatorio no dijo nada sobre los jóvenes, por lo que nos propusimos pensar que somos salesianos, que trabajamos con jóvenes , por nuestro propio carisma, entonces es hora de que contribuyamos también a esta visión salesiana y juvenil”. Él define el material como "un resultado positivo de nuestra contribución salesiana al Sínodo".

Tal como recoge la presentación de la obra, el Rector Mayor, el Padre Ángel Fernández Artime, afirma que "estamos en plena sintonía y a disposición del Sínodo para continuar a buscar en: Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral", especialmente siguiendo su carisma, en el "servicio ilimitado a la juventud, sobre todo a la más pobre de la Amazonía". Según el padre Fernández Artime, “la Amazonía continúa a ser unas de las prioridades de nuestra Congregación. Estamos decididos a continuar nuestra acción pastoral y misionera, movilizando todos los recursos educativos y pastorales típicos de nuestro carisma”.

El padre Martín Lasarte insiste en tres elementos presentes en el trabajo: los jóvenes amazónicos, las ciudades amazónicas y la migración, y los procesos de fe capaces de generar una iglesia ministerial con rostro amazónico. Recoge en la introducción algunas de las propuestas hechas por los salesianos de cara al Sínodo para la Amazonía, cómo promover los ministerios laicos, particularmente el diaconado permanente y las nuevas formas ministeriales; promover el papel de liderazgo de la mujer; promover el catecumenado; pensar en un ritual litúrgico indoamericano; trabajar con proyectos pastorales misioneros donde las prioridades tengan continuidad; reorganizar los territorios eclesiales de la iglesia amazónica. Al mismo tiempo, enumera las contribuciones salesianas en los 125 años de presencia en la Amazonía, amor, respeto y apreciación de las culturas amazónicas; un esfuerzo inculturado para anunciar a Cristo, luz de las naciones; educación y santidad.

Podemos decir que el material recogido en este trabajo representa una ayuda fundamental en el trabajo evangelizador en la región amazónica. La diversidad de opiniones y experiencias que muestran el trabajo realizado por los salesianos en diferentes países y realidades eclesiales, puede ayudar en una reflexión que va más allá del Sínodo para la Amazonía y puede convertirse en una importante obra de consulta para el futuro.

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