Realizada en Manaos de 30 de mayo a 2 de junio 42ª Asamblea General de Laicos de Brasil: “El laicado, en su forma organizativa, ha adquirido madurez eclesial”
“El clericalismo todavía está muy presente en los ambientes eclesiales, todavía hay resistencia y poca comprensión entre algunos ministros ordenados de la importancia de organizar al laicado a través de consejos laicales”
En Manaos, “hemos visto el testimonio de una Iglesia que se encarna con la vida, una Iglesia que se compromete”
“Formar a nuestros cristianos laicos en la dimensión espiritual, en la vocación del cristiano laico, en la misión del cristiano laico”
“Formar a nuestros cristianos laicos en la dimensión espiritual, en la vocación del cristiano laico, en la misión del cristiano laico”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La 42ª Asamblea General del Laicado de Brasil, que reunió en Manaos, del 30 de mayo al 2 de junio, a 200 representantes de los 19 regionales de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, concluyó con una celebración eucarística presidida por el obispo de Araguaína y presidente de la Comisión Episcopal del Laicado de la CNBB, Mons. Giovane Pereira de Melo.
50 años de organización del laicado en Brasil
En el contexto del 50 aniversario del Consejo Nacional del Laicado de Brasil (CNLB), el presidente de la Comisión Episcopal del Laicado destaca que “han sido 50 años de presencia, organización y movilización”. Según el obispo, “el laicado, en su forma organizativa, ha adquirido madurez eclesial”, afirmando que “han sido 50 años de compromiso con la misión evangelizadora de la Iglesia, de compromiso social con las luchas en momentos importantes de la vida nacional y de una conciencia cada vez más amplia de la vocación bautismal”.
“Cuando el laicado celebra una asamblea como la que hemos celebrado, para revisar los estatutos, muestra esta madurez, esta conciencia de la identidad, misión, vocación e importancia de la organización del laicoado en la Iglesia de Brasil”, afirmó Mons. Giovane Pereira de Melo. El obispo afirmó que “necesitamos crecer, no sólo los laicos, sino también los ministros ordenados. El clericalismo todavía está muy presente en los ambientes eclesiales, todavía hay resistencia y poca comprensión entre algunos ministros ordenados de la importancia de organizar al laicado a través de consejos laicales”.
En la 42ª Asamblea General del Laicado de Brasil, se abrió una agenda para el Año de la Misión, que tendrá lugar en 2025, después del Año de la Profecía, en 2023, y del Año del Testimonio, en 2024, “para pensar no ya en un Consejo, sino en una Conferencia Nacional de Cristianos Laicos y Laicas”, dijo el obispo. Según él, “una de las misiones con las que el laicado sale de esta asamblea es trabajar no sólo con el laicado, sino también en diálogo con los obispos, sacerdotes, otras conferencias de religiosos, consagrados, la importancia de que el Consejo de Laicos sea reconocido como una Conferencia Nacional, como las demás vocaciones en la vida de la Iglesia”.
La experiencia de la Iglesia de Manaos
El hecho de que la 42ª Asamblea General del Laicado se celebrase en Manaos, llevó a la presidenta del CNLB, Sonia Gomes de Oliveira, a decir que “de una forma asertiva, cuando pensamos en el tema, testigos de la Iglesia del Reino, y traer la 42ª Asamblea a la Amazonía, a Manaos, marcó realmente lo que es ser testigo del Reino en una Iglesia como esta”. Dijo que “salimos de aquí con nuestro lema, anunciar lo que hemos visto y oído, y hemos visto el testimonio de una Iglesia que se encarna con la vida, una Iglesia que se compromete”, insistiendo en que es notable “la experiencia que esta Iglesia tiene y que nos ha mostrado”.
En la celebración final, Sonia Gomes de Oliveira, que es miembro del Sínodo de la Sinodalidad, fue enviada a la segunda sesión de la asamblea, algo que considera “una apertura más a este camino de la Iglesia sinodal, dando esta apertura para que las mujeres, los laicos, también sean vistos, representados, en esta corresponsabilidad en la misión de la Iglesia”.
Potenciar la organización del laicado
Según el coordinador regional de los laicos, Francisco Meireles, esta asamblea puede ayudar “a motivar más a nuestros cristianos laicos y así hacer que el trabajo de los laicos en nuestra región pueda crecer en nuestras diócesis y prelaturas y multiplicarse en nuestras parroquias, áreas misioneras y comunidades”. Para ello, se prepararán multiplicadores a partir de los participantes en la Asamblea, buscando implementar el consejo de laicos en las iglesias locales donde no existe y mantenerlo en marcha donde existe, y así aumentar cada vez más el trabajo de los laicos.
Francisco Meireles insistió en la importancia y necesidad de la formación, “formar a nuestros cristianos laicos en la dimensión espiritual, en la vocación del cristiano laico, en la misión del cristiano laico, y también en la espiritualidad del cristiano laico, formándolos tanto para la comunidad como también para la sociedad, en el ámbito de la dimensión sociopolítica transformadora”.
Vivencia de una Iglesia sinodal
Participar en la Asamblea ha sido una experiencia muy enriquecedora para Vanda Carvalho, vicepresidenta del CNLB. Dijo que se ha dado cuenta “en los gestos de cada persona, de que están viviendo esta Iglesia sinodal”, algo que ve como una consecuencia del Sínodo para la Amazonía, que “ha ayudado mucho en este proceso de su camino”. Destacó la celebración del Corpus Christi en el centro de Manaos con todo el pueblo de Dios de la archidiócesis, que “está impregnado de este camino, de esta alegría, de esta contemplación del cuerpo y de la sangre de Cristo en el hermano necesitado”.
La vicepresidenta del CNLB destacó las palabras de Mons. Zenildo Lima, “que nos ayudó mucho a comprender esta realidad aquí dentro de esta Iglesia sinodal”. Dijo que era su primera vez en Manaos y que tuvo una experiencia única y gratificante. En esta perspectiva, Vanda Carvalho espera que “estos días nos hayan traído mucha esperanza, y que podamos, a partir de esta experiencia, crecer con nuestra espiritualidad, con nuestro testimonio, allí donde estamos, siempre a la luz de esta Amazonía, que es el propio Evangelio de Cristo que está vivo aquí en medio de nosotros”.