Mensaje de la 39ª Asamblea General Ordinaria del Celam a la Iglesia del continente El Celam quiere “seguir anunciando la vida que proviene del evangelio”
Una asamblea que ha sido tiempo de “discernimiento, análisis, deliberación y definición de horizontes pastorales en el marco del camino Sinodal al que el Papa Francisco nos sigue invitando a recorrer y que inspira nuestros proyectos y sueños”
Una oportunidad para afirmar “nuestra vocación a vivir una más plena y profunda ‘colegialidad, eclesialidad y sinodalidad’ a fin de seguir anunciando la vida que proviene del evangelio”
“Seamos capaces de compartir la luz del Evangelio que ilumine a todo nuestro pueblo y nos permita caminar más juntos como Iglesia al servicio del Reino”
“Seamos capaces de compartir la luz del Evangelio que ilumine a todo nuestro pueblo y nos permita caminar más juntos como Iglesia al servicio del Reino”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La 39ª Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, al finalizar sus trabajos, se ha dirigido a través de un mensaje (ver aquí) a la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe. Un escrito que comienza mostrando la “profunda gratitud al Dios de la vida queremos comunicarles la alegría y la esperanza que nos han acompañado”, diciendo haber sentido la cercanía de las oraciones.
Discernimiento, análisis, deliberación y definición de horizontes pastorales
Una asamblea que ha sido tiempo de “discernimiento, análisis, deliberación y definición de horizontes pastorales en el marco del camino Sinodal al que el Papa Francisco nos sigue invitando a recorrer y que inspira nuestros proyectos y sueños”. Agradeciendo la acogida de la Iglesia local, el texto recoge la cercanía mostrada al Papa Francisco, respondiendo al mensaje por él enviado, y a Mons. Robert Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, “por su presencia y acompañamiento”.
Una oportunidad para afirmar “nuestra vocación a vivir una más plena y profunda ‘colegialidad, eclesialidad y sinodalidad’ a fin de seguir anunciando la vida que proviene del evangelio”. Una asamblea que ha querido “hacer memoria agradecida por lo vivido en este cuatrienio (2019-2023), y discernir en comunidad los llamados que el Señor nos ha presentado para el ciclo que comienza (2023-2027)”. Los participantes han manifestado su cercanía con quienes viven momentos de prueba, y han releído los desafíos de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y del actual proceso sinodal.
Responder más fielmente a quienes sufren condiciones de exclusión
En la Asamblea se han dado a conocer informes del camino recorrido por la presidencia y por los centros pastorales, haciendo hincapié en los itinerarios sinodales emprendidos. También se ha reflexionado sobre las dificultades vividas, sobre las fragilidades, insistiendo en la necesidad de “responder más fielmente a quienes sufren condiciones de exclusión”, en el compromiso y atención a los más empobrecidos, en la toma de postura frente a “la polarización y a la imposición de ideologías que desintegran nuestras sociedades”.
El mensaje muestra acción de gracias y oraciones por la nueva presidencia del Celam, pidiendo “que el Señor les sea propicio, les sostenga y acompañe en la importante misión que ahora comienza”, agradeciendo igualmente a la presidencia saliente y a todos los equipos que han colaborado con ella. Unos propósitos que ponen a los pies de Santa María de Guadalupe, a quien piden que “seamos capaces de compartir la luz del Evangelio que ilumine a todo nuestro pueblo y nos permita caminar más juntos como Iglesia al servicio del Reino”.
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