XXI Encuentro Latinoamericano de responsables de Pastoral Juvenil, de 15 a 20 de julio, en Paraguay Emilce Cuda: En cada persona, “su cristiandad se juega en el proceso de decisiones”
Un predicar que tiene que ser “con palabras y gestos, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo, lavando los pies, dando testimonio de misericordia concreta”
“Cuántas veces hemos igualado el Evangelio, la predicación, la Iglesia, a una cantidad de reglas morales de todo lo que no se puede hacer, y la gente está cansada de eso, porque es muy aburrido vivir de todo lo que no se puede hacer”
Importancia de que los jóvenes, en los diversos espacios en que están, cuando toman decisiones, “se hagan cargo de lo que hoy el Magisterio de la Iglesia, que es mucho más que el pontífice, está diciendo por donde pasa la amenaza a la obra de Dios, que es el mundo y las personas”
Importancia de que los jóvenes, en los diversos espacios en que están, cuando toman decisiones, “se hagan cargo de lo que hoy el Magisterio de la Iglesia, que es mucho más que el pontífice, está diciendo por donde pasa la amenaza a la obra de Dios, que es el mundo y las personas”
Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad
El Seminario Metropolitano de Asunción, capital de Paraguay acoge de 15 a 20 de julio de 2024 el XXI Encuentro Latinoamericano de responsables de Pastoral Juvenil, con el lema: “Joven, a ti te digo, levántate”. 140 representantes de toda América Latina y el Caribe, junto con algunos invitados de otros continentes, buscan reflexionar sobre la realidad actual de los jóvenes y discernir juntos acciones para fortalecer la Pastoral Juvenil en el continente.
La fe es personal y transferible
Una oportunidad para compartir experiencias, como quedó de manifiesto en el coloquio del que participaron representantes del Comité Organizador de la JMJ Lisboa 2023, el secretario del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Mons. Lucio Ruiz, el obispo de San José (Estados Unidos), Mons. Óscar Cantú, y la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, Emilce Cuda. En este espacio, uno de los jóvenes portugueses se refirió a las palabras del seleccionador español de fútbol, Luis de la Fuente, que dijo que “la fe es personal y transferible”, destacando la importancia de compartir cómo se vive la fe en cada país, buscando así crear la fe de la Iglesia en espacios mayores, algo que ha cambiado su vida.
Predicar con palabras y gestos, tocando la carne sufriente de Cristo
En América Latina es muy importante recordar que el actual pontífice es latinoamericano, subrayó Emilce Cuda. “Un Papa que nos habla en nuestra lengua, no porque habla el idioma español, la lengua es el lugar de la cultura, y nos habla en los términos de nuestra cultura”, subrayó la secretaria de la CAL. Inspirada en Praedicate Evangelium, resaltó que quien trabaja en la Curia “no somos el poder de policía, somos los que estamos al servicio del Papa para predicar el Evangelio”. En ese predicar el Evangelio destacó la importancia del modo, “de cómo predicar, no de qué predicar”, un predicar que tiene que ser “con palabras y gestos, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo, lavando los pies, dando testimonio de misericordia concreta”.
Igualmente, citando a Aristóteles, Cuda subrayó la importancia del para qué es la fe, para qué hacemos las cosas, definiendo la CAL como una organización que “predica curando, no hablando, haciendo”, citando al Papa Francisco. Refiriéndose a Christus vivet, destacó que es un documento en el que el Papa “habla en directo, en primera persona”, en el que ella destaca que “Jesús te quiere y te quiere vivo”, mostrando su preocupación por cómo frenar el suicidio de los jóvenes en América Latina, cómo evitar que se mueran en el Darién, cómo evitar que terminen en el nuevo sistema de cárceles privadas, llenas de jóvenes. Igualmente, la necesidad de enamorarse para saber lo que es la fe, el Evangelio. De eso se trata la Pastoral Juvenil, “de salir a contagiar al mundo en la edad en que uno se enamora, que es cuando es joven”.
No equiparar el Evangelio a reglas morales
Lucio Ruiz destacó de Francisco la Evangelii Gaudium, mostrando la importancia de hablar de la alegría del Evangelio. En ese sentido, reflexionó sobre “cuántas veces hemos igualado el Evangelio, la predicación, la Iglesia, a una cantidad de reglas morales de todo lo que no se puede hacer, y la gente está cansada de eso, porque es muy aburrido vivir de todo lo que no se puede hacer”. El secretario del Dicasterio para la Comunicación afirmó que “Francisco, cuando llega al pontificado, nos trae un Evangelio fresco”, que nos pone en relación con el camino de Jesús con sus discípulos, “esa frescura de un amor que se entrega, de un amor que se dona, de un amor que perdona, misericordiando, sentirnos amados, perdonados, abrazados”.
El sacerdote argentino destacó la importancia, especialmente para los jóvenes, de “ser una Iglesia en salida, ser una Iglesia que abre, que se cae, que se ensucia, que se lastima, pero que lleva a Jesús, y lo lleva hasta las periferias existenciales”, donde está la carne sufriente, donde falte la luz de la esperanza. Desde ahí afirmó que “la comunicación para nosotros tiene que ser misionera, no es producir cosas”, para que los otros conozcan la alegría del Evangelio. Por eso pidió a los jóvenes que “no sean una comunicación productiva, sean una comunicación misionera, de amor, que busca, que sale, que va y habla el lenguaje de los otros, aunque a veces ese lenguaje es pobre, chiquito, simple, parece banal, pero es un primer anuncio”.
La gente está herida
El obispo de San José inició sus palabras refriéndose a las imágenes que usa el Papa Francisco, difíciles de entender al principio, pero que abren un horizonte nuevo y fascinante. Como ejemplo citó la imagen de la Iglesia como hospital de campaña, que da solución a las heridas del alma de las personas, algo que dijo experimentar en la pandemia, con jóvenes con ansiedad y depresión. Mons. Cantú dijo que la gente está herida, por muchas razones, relatando diversos ejemplos. Igualmente, el obispo resaltó el poder de los jóvenes, cuyas acciones y prioridades interesan al mundo.
Hablando sobre la tecnología, algo que pertenece a los jóvenes, nativos digitales, Lucio Ruiz cuestionó si los jóvenes, que lo saben usar, saben vivir lo digital, que más que un instrumento es una cultura, “que necesita ser evangelizada, necesita ser misionada”, que no es de especialistas, sino de todos. Desde ahí definió la tecnología como “una invitación a ser ese brazo misionero”, colocando como ejemplo de eso el Sínodo digital, que quiere “abrazar a todos los que están trabajando en el mundo en los ámbitos digitales y que quieren llevar el Evangelio”, algo que se ha llevado a cabo desde el proceso sinodal en las redes, también con aquellos que no están en la Iglesia, lo que demanda nuevas dinámicas, tiempos, lenguajes, que hagan que “el mensaje de siempre llegue a los otros”, lo que demanda aprender una cosa nueva.
Reconocer a la juventud católica también en los que no participan de la Pastoral Juvenil
A partir de lo simbólico, que significa unidad en la diferencia, que se opone a lo diabólico, que significa división, Emilce Cuda señalo que la unidad se impide llevando al infinito la división. Esto se concreta hoy en la lucha por identidades, algo que se lleva a cabo en el continente digital, un territorio virtual. Relatando los problemas actuales en América Latina, la secretaria de la CAL, llamó a reflexionar sobre la identidad de la Pastoral Juvenil, sobre la necesidad de que organice para que “la gente que está en el territorio salga a las periferias”, de ir y hablar con los jóvenes que están en la universidades públicas, haciendo trabajos de ecología sustentable, de aquellos que participan en la Economía de Francisco, buscando que se reconozca la identidad de juventud católica en todos los jóvenes del continente, estén o no están sentados los sábados en la reunión de Pastoral Juvenil.
Cuda destacó la importancia de que los jóvenes, en los diversos espacios en que están, cuando toman decisiones, “se hagan cargo de lo que hoy el Magisterio de la Iglesia, que es mucho más que el pontífice, está diciendo por donde pasa la amenaza a la obra de Dios, que es el mundo y las personas”. Por eso, en cada persona, “su cristiandad se juega en ese proceso de decisiones”, definiendo la Pastoral Juvenil como algo que está “para ver cómo está organizada la comunidad”, llamando a hacer “un efecto en cascada sobre cómo vamos a trabajar las organizaciones”.
Mons. Oscar Cantú reflexionó sobre el miedo de la Iglesia para responder a algunas realidades, el miedo de no ser correcto. Ante eso, insistió en que “la ley principal que nos da Jesús es la ley del amor”, que lleva a ver la humanidad de la persona herida y actuar como samaritanos, lo que representa un reto que Jesús pone ante nosotros.