La Facultad de Teología de Burgos acoge desde este 1 de julio hasta el próximo día 4, la 72 edición de la Semana Española de Misionología, que este año tiene como tema de reflexión el Futuro de la Misión, y como lema “Missio ad gentes, futuro de la Iglesia. 100 años después de la Maximum Illud”.

La figura más destacada de la jornada inicial ha sido Mons. Giampetro Dal Toso, Presidente de OMP Internacional, que participaba de la rueda de prensa de presentación de la Semana, junto con Mons. Jesús Ruiz Molina, obispo auxiliar de Bangassou, República Centroafricana, y José María Calderón, director de OMP España. Del mismo modo, Mons. Dal Toso ha impartido la lección de apertura, en la que ha discursado sobre “Una Iglesia Misionera guiada por el Papa Francisco”.

Mons. Ruiz Molina, que lleva 31 años de misionero en Chad y República Centroafricana, ve el Mes Misionero Extraordinario como un momento para impulsar “la gran potencialidad de África, el continente olvidado”, una tierra donde se hacen presentes situaciones humanas al límite, “desafíos muy importantes ante los que el Evangelio nos propone una luz”. El comboniano de origen burgalés, a la luz de la Maximum Ilud, recordaba que “solamente una Iglesia que vive la misión puede considerarse Iglesia”. Junto con ello, mostraba las dificultades por las que pasa la Iglesia en aquel país, poniendo como ejemplo las recientes reacciones ante una carta pastoral del episcopado, que ha llevado a algunos a decir “ahora quememos las Iglesias”.

En el marco del Mes Misionero Extraordinario, convocado por el Papa Francisco para el próximo octubre, Mons. Dal Toso reconocía que España tiene una enorme tradición misionera y de animación misionera. El Presidente de OMP Internacional ha insistido en que la clave para entender el pontificado del Papa Francisco es la misión, algo que ya está presente en la Evangelii Gaudium, considerada por muchos el marco programático de su pontificado, y donde “ha indicado a la Iglesia el camino para el futuro”, según Mons. Dal Toso, quien decía que está “absolutamente convencido de que este Papa pasará a la historia por su impulso misionero, impulso que quiere imprimir también en la Iglesia”.

“La misión es la clave de interpretación de toda acción auténtica en nuestra pastoral”, afirmaba Mons. Dal Toso, que ve el origen de la misión de la Iglesia en la Trinidad. El prelado ha destacado que la unión entre el magisterio del Papa Francisco y el Vaticano II, que subraya la gratuidad de la misión divina. Él ha insistido en que la iniciativa sale de Dios y en “la necesidad de ser dóciles, abiertos y dispuestos a la presencia del Espíritu Santo”, como decía el Papa el año pasado a los directores de las OMP de todo el mundo. Al mismo tiempo, hacía referencia al mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones de este año, donde dice que nosotros “no tenemos un producto que vender, no tiene nada que ver con el proselitismo, sino una vida que comunicar”, insistiendo en el papel decisivo del Espíritu Santo en la misión de la Iglesia.

Tras reconocer que el contenido de la misión es Cristo muerto y resucitado, Mons. Dal Toso ha afirmado que “la missio ad gentes nos ayuda a convertirnos, a ser más fieles al evangelio que anunciamos”, pues es algo que “mantiene vivo en dinamismo de la Iglesia local”. Por eso, la misión “no es una imposición, es un mandato inherente a la experiencia de fe de cada uno”, que debe llevarnos a “ayudar a cada bautizado a vivir su vocación misionera que se expresa en tres formas: el testimonio, la oración y la caridad”.

Al hablar del Mes Misionero Extraordinario Mons. Dal Toso ha recordado su finalidad, “despertar aún más la conciencia misionera de la missio ad gentes y retomar con nuevo impulso la transformación misionera de la vida de la parroquia”, algo a lo que el Papa Francisco llama a todo los fieles a llevar en el corazón. Este mes, aunque tendrá algunos momentos importantes en Roma durante el mes de octubre, se quiere que sea organizado y vivido en cada Iglesia local. Para ello ha sido elaborado un material, con el título “Bautizados y Enviados”, que como ha insistido el Presidente Mundial de OMP, recoge la colaboración de la gran mayoría de las 120 OMP que existen en el mundo.

En esta jornada de abertura ha estado muy presente la memoria de Anastasio Gil, anterior Director Nacional de OMP, fallecido en septiembre de 2018, de quien Mons. Dal Toso recordaba las palabras del Cardenal Filoni al Cardenal Osoro en la carta enviada con motivo de su fallecimiento, “al Padre Anastasio le podrá ser atribuido parte del fruto que dicho mes tendrá en todo el mundo”. Este recuerdo también ha estado presente en las palabras de acogida a los participantes por parte de Mons. Fidel Herráez, Arzobispo de Burgos y Presidente de la Semana de Misionología, quien recordaba que “anunciando la Buena Nueva no estamos haciendo nada extraordinario, estamos haciendo aquello que es coherente con nuestra condición”.

La 72 Semana Española de Misionología va a ser un momento para la profundización teológica, para redescubrir el porqué de la misión desde el punto de vista teológico, como afirmaba Mons. Dal Toso en su intervención. A lo largo de estos días las diferentes ponencias y mesas redondas van a dar a conocer diferentes testimonios, “que nos ayudan a plasmar la realidad de la misión”, como afirmaba José María Calderón en la presentación de la semana, algo que refrendaba el Decano de la Facultad de Teología del Norte de España con sede en Burgos, José Luis Cabria, quien ve la semana como un momento con el que “se pretende dar un repaso a la misión desde las más diferentes perspectivas”.

No podemos olvidar que coincidiendo con el Mes Misionero Extraordinario se celebra el Sínodo para la Amazonía. En ese sentido, Monseñor Dal Toso ha insistido en que el Sínodo debe ser interpretado en clave misionera, algo que aparece en el Instrumentum Laboris y en que ha recordado el Papa Francisco en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones. En ese sentido, el Presidente de OMP Internacional espera que el deseo del Papa de que el Sínodo pueda celebrarse desde esta clave misionera se haga realidad, pues la primera tarea de la Iglesia es llevar el Evangelio.