Mensaje por la 57ª Jornada de las Comunicaciones Sociales Mons. Ojea: “El comunicador tiene que vivir un profundo amor a la persona humana”
“El amor y la verdad tienen que ir juntos en la comunicación, es importante comunicar la verdad, es fundamental para los comunicadores no desinformar y decir aquello que es verdadero"
“Este santo de la ternura es fundamental para la comunicación en este momento; cualquier otro modo, aquel que humille, que favorezca las divisiones, todo eso hace muchísimo mal, sobre todo en un tiempo de guerra, en un tiempo donde el espíritu se va ‘cebando’ con los temas que tienen que ver con las agresiones, la violencia, todo lo que favorece el marco de la guerra"
“La comunicación en realidad es de corazón a corazón. Si esa comunicación favorece cualquier tipo de división, de separación, de grieta, nos hace mucho mal"
“La comunicación en realidad es de corazón a corazón. Si esa comunicación favorece cualquier tipo de división, de separación, de grieta, nos hace mucho mal"
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Con motivo de la 57° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Mons. Oscar Ojea reflexionó diciendo que “el lema para esta Jornada de las Comunicaciones Sociales, el día de la Ascensión del Señor, es ‘hablar con el corazón’”. Según el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, “el amor y la verdad tienen que ir juntos en la comunicación, es importante comunicar la verdad, es fundamental para los comunicadores no desinformar y decir aquello que es verdadero, pero al mismo tiempo es muy importante recordar como dice el libro de los Proverbios: ‘la palabra suave quiebra los huesos’, no podemos hacerles el juego a la indiferencia y a esta necesidad de humillar al otro en la comunicación”.
No crear un clima que no favorece la paz
En sus palabras resaltó que “todo esto no nos hace bien y crea en nosotros un clima que no favorece a la paz”, recordando las palabras del Salmo: “El amor y la verdad se encontrarán, la justicia y la paz se abrazarán”. Para el obispo de San Isidro, “somos lo que comunicamos, por eso es tan importante hablar con el corazón”. Unas palabras que como hace ver Mons. Ojea, “el Papa Francisco invoca en estas jornadas el patrocinio de San Francisco de Sales, del cual se cumplen 400 años en su canonización. San Francisco de Sales, patrono de los periodistas”.
El presidente del episcopado argentino recuerda que este santo, “podía comunicarse con un sordomudo solo porque hablaba con el corazón”. Desde ahí insiste en que “este santo de la ternura es fundamental para la comunicación en este momento; cualquier otro modo, aquel que humille, que favorezca las divisiones, todo eso hace muchísimo mal, sobre todo en un tiempo de guerra, en un tiempo donde el espíritu se va ‘cebando’ con los temas que tienen que ver con las agresiones, la violencia, todo lo que favorece el marco de la guerra; la guerra comienza siempre desde adentro del corazón del hombre y luego se materializa hacia afuera”.
Comunicarse con ternura
Desde ahí resalta que “por eso es tan fundamental en este momento, las y los comunicadores que luego de escuchar e intentar ver, al transmitir la realidad, con una escucha profunda, puedan comunicarse con ternura, puedan comunicarse con el corazón”. Para el prelado argentino, “la comunicación en realidad es de corazón a corazón. Si esa comunicación favorece cualquier tipo de división, de separación, de grieta, nos hace mucho mal, porque en el fondo muchos inconscientemente buscamos que el comunicador confirme aquellos sentimientos negativos que podemos tener hacia muchísimos lados; se produce como una estimulación de aquello que nos hace mal”.
Mons. Ojea destacó que “el comunicador tiene que vivir un profundo amor a la persona humana, una profunda confianza en que la persona pueda llegar a transformar el mundo en el que vive; no a sobrevivir, sino a transformar, por eso es tan fundamental para el comunicador hablar con el corazón”. Finalmente, pidió al Señor “por todas y todos los comunicadores que tenemos, una responsabilidad tan grande para preservar la paz en el mundo en que vivimos”.