El prelado fue secretario general del episcopado brasileño de 2019 a 2023 Joel Portella Amado, nuevo obispo de Petrópolis (Brasil)
Nacido en Rio de Janeiro el 2 de octubre de 1954, fue ordenado presbítero el 12 de octubre de 1982 en Río de Janeiro, incardinándose en la arquidiócesis de la que hasta su nombramiento era obispo auxiliar
La presidencia de la CNBB ha enviado un mensaje mostrando su inmensa gratitud ‘por su generosa contribución a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil como su secretario general y ahora como presidente de la Comisión para la Doctrina de la Fe”
Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad
El Papa Francisco ha nombrado este 31 de enero a Mons. Joel Portella Amado, hasta ahora obispo auxiliar de la arquidiócesis de São Sebastião de Rio de Janeiro, nuevo obispo de la diócesis de Petrópolis, en el estado de Rio de Janeiro.
Presbítero desde 1982
Nacido en Rio de Janeiro el 2 de octubre de 1954, fue ordenado presbítero el 12 de octubre de 1982 en Río de Janeiro, incardinándose en la arquidiócesis de la que hasta su nombramiento era obispo auxiliar. El obispo electo de Petrópolis es doctor en Teología y licenciado en Derecho por la Universidad Estatal de Río de Janeiro.
Nombrado obispo auxiliar el 7 de diciembre de 2016, recibió la ordenación episcopal el 28 de enero de 2017. En su ministerio presbiteral fue párroco, vicario foráneo, miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores, Coordinador de Pastoral y Vicario General. Fue miembro del INP - Instituto Nacional de Pastoral, miembro del equipo de reflexión teológico-pastoral del CELAM, miembro del Capítulo Metropolitano y nombrado Capellán de Su Santidad por el Santo Padre Benedicto XVI. También es miembro de la Academia Luso-Brasileña de Letras. Profesor de Teología durante 30 años, fue miembro del Comité Organizador de la redacción de las Orientaciones para la Acción Evangelizadora de la Iglesia en Brasil 2019-2023 de la CNBB.
En la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil fue su secretario general de 2019 a 2023. En ese tiempo, marcado por la pandemia del COVID-19, aseguró la animación pastoral de la Iglesia en Brasil, con énfasis en la coordinación de la Acción de Emergencia "Es hora de cuidar". Igualmente destacó su trabajo en la Animación del Sínodo sobre la Sinodalidad, del que es miembro de la asamblea, en Brasil, coordinando el encuentro del Cono Sur de la Etapa Continental del Sínodo en Brasilia. Actualmente es presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la CNBB para el cuatrienio 2023-2027.
Saludo de la presidencia del episcopado
La presidencia de la CNBB ha enviado un mensaje al obispo electo de Petrópolis en la que le felicitan y le agradecen por su “gran colaboración que has prestado a lo largo de los años en la formación de sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas de la Iglesia en Brasil”, mostrando su inmensa gratitud ‘por su generosa contribución a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil como su secretario general y ahora como presidente de la Comisión para la Doctrina de la Fe”.
El texto recoge las palabras del Papa Francisco en su reciente mensaje para la 58ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: "En este tiempo que corre el riesgo de ser rico en tecnología y pobre en humanidad, nuestra reflexión sólo puede partir del corazón humano. Sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y descubrir el camino de una comunicación plenamente humana."
Finalmente, piden la intercesión en su nuevo ministerio de Nuestra Señora del Divino Amor, patrona de la diócesis de Petrópolis, “para que, con creatividad y sencillez en esta nueva misión, anuncies el Evangelio de Cristo con alegría y esperanza”.
En mensaje a sus nuevos diocesanos, Mons. Joel Portella Amado da gracias a Dios, “pidiendo fuerzas para que pueda cumplir la misión que he recibido”, enviando un abrazo y un saludo a todos, “a los jóvenes y a los niños, a los adultos y a los ancianos, a los sacerdotes, a los diáconos, a los seminaristas y a la vida consagrada en sus diversas formas. Saludo a los alegres y a los tristes, a los pobres y a los abandonados. Saludo a los que buscan y a los que construyen la esperanza. Saludo a los hermanos y hermanas que, en el diálogo ecuménico e interreligioso, buscan la paz y trabajan por ella. Saludo a los alcaldes y demás autoridades de los municipios que integran nuestra diócesis”.
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