Clausurado el XXI Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil Tocar la carne doliente, evangelizar las redes, desarrollo sostenible, desafíos de futuro de Pastoral Juvenil Latinoamericana tas el XXI ELARNPJ
“Una Pastoral Juvenil que siga construyendo la Civilización del Amor, tocando la carne doliente del pueblo de Dios”
“La Pastoral Juvenil Latinoamericana debe seguir fomentando el encuentro con Cristo y la evangelización; debe discernir nuevas formas de acompañamiento que acojan las pluralidades existentes en el mundo joven y contar con una formación integral que considere el uso de las redes sociales para la evangelización digital”
“Construir puentes con el otro, recordando que la dignidad humana debe ser un eje transversal, que ponga en el centro a las periferias. Los jóvenes que acompaña la Pastoral Juvenil de nuestro continente deben ir más allá de las paredes de nuestros templos”
“Construir puentes con el otro, recordando que la dignidad humana debe ser un eje transversal, que ponga en el centro a las periferias. Los jóvenes que acompaña la Pastoral Juvenil de nuestro continente deben ir más allá de las paredes de nuestros templos”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Los responsables de la Pastoral Juvenil en Latinoamérica se reunían de 15 a 19 de julio en Asunción Paraguay para realizar el XXI Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de la Pastoral Juvenil (ELARNPJ), en el que participaron 140 personas, llegadas de todos los países de América Latina y el Caribe, de Estados Unidos y de Europa, con representantes de la Curia Romana.
Tocar la carne doliente
La cuestión fundamental es lo que se espera del futuro de esa pastoral juvenil después del encuentro. Lo primero es “una Pastoral Juvenil que siga construyendo la Civilización del Amor, tocando la carne doliente del pueblo de Dios”.
Para ello, se espera igualmente que esa pastoral juvenil “asuma los retos presentes en cuanto a marginalidad, injusticia social, crisis climática y falta de articulación para poder acompañar a ¡todos, todos, todos!, como dice el Papa Francisco. La Pastoral Juvenil Latinoamericana debe seguir fomentando el encuentro con Cristo y la evangelización; debe discernir nuevas formas de acompañamiento que acojan las pluralidades existentes en el mundo joven y contar con una formación integral que considere el uso de las redes sociales para la evangelización digital”.
“Asimismo, debemos fomentar la integración de lo social, económico y ambiental en nuestros procesos pastorales para un desarrollo sostenible”, afirman desde una Pastoral Juvenil, que cuenta con un equipo coordinador con un o una joven representando cada una de las cuatro grandes regiones en que se estructura la Iglesia de América Latina y el Caribe a través del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), formado por Yamille Morillo, delegada de la Región Caribe; Santiago Tognetti, delegado de la Región Cono Sur; María José Bolaños, delegada de la Región México-Centroamérica; Paola Balanza, delegada Región Andina, que son acompañados por el obispo de San Pedro (Paraguay), Mons. Pedro Jubenville.
Puentes en el continente, con la Curia y Norte-Sur
Desde la Pastoral Juvenil latinoamericana se llama a “construir puentes con el otro, recordando que la dignidad humana debe ser un eje transversal, que ponga en el centro a las periferias. Los jóvenes que acompaña la Pastoral Juvenil de nuestro continente deben ir más allá de las paredes de nuestros templos”. Para ello se han dado pasos a lo largo de los días, no sólo entre los jóvenes de América Latina y el Caribe, sino también ultrapasando las fronteras del continente.
En ese sentido, cabe destacar las diversas presencias que pueden ayudar en este camino común, la del padre Francisco Hernández, coordinador del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral (CEPRAP), del CELAM, que acompaña los pasos que están siendo dados en América Latina y el Caribe; la de la Curia Vaticana, con el secretario del Dicasterio para la Comunicación, Mons. Lucio Ruiz, y de la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, Emilce Cuda. Redes que también se van tejiendo entre el Norte y el Sur, como demuestra la presencia de jóvenes de Estados Unidos, acompañados por el obispo de San José, Mons. Oscar Cantú.