Nuevo presidente del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas en Chile Ricardo Morales: “Debemos ser el espacio para crecer en la cultura del cuidado y de la prevención” de los abusos
“No han sido tiempos fáciles para nuestra Iglesia, tiempos que han significado llevar adelante un sinnúmero de iniciativas que han tenido por objetivo colocar a las víctimas-sobrevivientes en el centro”
Una tarea que Mons. Morales asume “movido por el dolor de tantos y tantas víctimas y sobrevivientes, algunos de ellos que ya no están, que han tenido que luchar, con dolor e impotencia para que su voz se oiga y se haga justicia y verdad”
“No hay en Chile tarea pastoral más urgente que hacernos cargo del llamado ‘tema de los abusos’ en nuestra Iglesia”
“No hay en Chile tarea pastoral más urgente que hacernos cargo del llamado ‘tema de los abusos’ en nuestra Iglesia”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La Conferencia Episcopal de Chile acaba de dar a conocer que su Comité Permanente ha nombrado a Mons. Ricardo Morales, obispo de Copiapó, como presidente del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, sucediendo a Ana María Celis, especialista en Derecho Canónico que presidía dicha comisión desde 2018.
Tiempos no fáciles para la Iglesia de Chile
Mos. Morales ha agradecido “la confianza que se ha tenido para nombrarme presidente del Consejo Nacional de Prevención, como también agradecer el trabajo de estos años de Ana María Celis, presidenta del Consejo hasta ahora. No han sido tiempos fáciles para nuestra Iglesia, tiempos que han significado llevar adelante un sinnúmero de iniciativas que han tenido por objetivo colocar a las víctimas-sobrevivientes en el centro. Por eso, agradezco a Ana María el conducir estas iniciativas de la Conferencia Episcopal y de su consejo Nacional de Prevención”.
Igualmente, el obispo de Copiapó agradeció a todas las personas que trabajan en los distintos consejos diocesanos de prevención “quienes con mucha generosidad y disponibilidad llevan adelante la tarea de implementar las políticas, protocolos y documentos que como Conferencia Episcopal hemos elaborado para crear la cultura del cuidado y de la prevención”, Asimismo manifestó su gratitud “a muchos hermanos y hermanas que en la Iglesia trabajan por estar cerca de los sobrevivientes de abusos, para ser esa Iglesia que acoge y escucha”.
Un gran equipo de profesionales
Una tarea en la que a pesar de los desafíos que deben ser enfrentado, quiere llevar a cabo compartiendo “la tarea junto a un gran equipo de profesionales y personas comprometidas con la iglesia que conforman el Consejo Nacional de prevención”. En se sentido señaló que “el trabajo lo hacemos juntos, conscientes que debemos ser el espacio para crecer en la cultura del cuidado y de la prevención”.
El nuevo presidente ha destacado la necesidad de seguir profundizando la implementación de documentos como el ISE (Integridad en el servicio eclesial), que “permitirá crecer en relaciones sanas y más evangélicas en nuestra Iglesia”, así como ahondar en el estudio que encargó la Conferencia Episcopal al Centro Derecho y Religión de la Universidad Católica de Chile, liderado por la anterior presidenta del Consejo, que investigó las dinámicas relacionales que dieron pie a los abusos sexuales al interior de la Iglesia.
Una tarea que Mons. Morales asume “movido por el dolor de tantos y tantas víctimas y sobrevivientes, algunos de ellos que ya no están, que han tenido que luchar, con dolor e impotencia para que su voz se oiga y se haga justicia y verdad. Por todos ellos, incluso por lo que no quieren saber nada de nosotros como Iglesia, acepto este desafío como presidente del Consejo Nacional de Prevención”.
Pasos dados
Analizando el camino recorrido, Ana María Celis, ha relatado los pasos dados, destacando la colaboración con la Fiscalía, el refuerzo del trabajo de prevención, la busca de idoneidad en quienes prestan un servicio en la Iglesia, facultar al Consejo para recibir denuncias y hacerse cargo de ofrecer criterios para una necesaria reparación a las víctimas y sobrevivientes. Un trabajo que dice haber hecho con amor, junto con muchas personas, destacando el papel de las mujeres en el Consejo, interpeladas en muchos momentos “a permanecer junto al sepulcro”.
Igualmente destacó la franqueza y ausencia de censura en los encuentros con los obispos, insistiendo en que “a lo largo del tiempo, me parece que existe confianza en los procesos y caminos que se proponen desde el Consejo”. Un elemento que considera importante ha sido la inclusión de más personas en la mesa de sobrevivientes, la mesa de gestión de casos y la mesa asesora de medidas de reparación, “que contribuyen desde su experiencia y conocimiento, pero, sobre todo, viven con genuino compromiso y entrega este servicio”.
La tarea pastoral más urgente en la Iglesia de Chile
Igualmente destacó la realización en noviembre del primer encuentro episcopal latinoamericano y del caribe “en el que se constituyó una red por la cultura del cuidado que permite un intercambio permanente” en el que crecer “partiendo por un trato digno y la escucha a quienes se acercan, así como ofrecer lo aprendido, por ejemplo, a nivel formativo”. Y también resaltó el poder entregar los resultados del estudio, acerca de las dinámicas eclesiales, que buscó indagar “cómo un agresor es capaz de derribar las defensas de una persona” y que se sintetizó en el libro “El Abuso Sexual en contextos eclesiales en Chile” publicado hace unas semanas.
Ella dice estar convencida que “no hay en Chile tarea pastoral más urgente que hacernos cargo del llamado ‘tema de los abusos’ en nuestra Iglesia pues, en realidad, se trata de enfrentar y abordar adecuadamente los delitos cometidos en nuestros ámbitos pastorales y eso debe evitarse, detectar precozmente y reparar”. Para ello confía en su sucesor, agradeciendo su disponibilidad.