Obispos mexicanos analizaron realidad del país durante 113ª Asamblea Plenaria Mons. Rogelio Cabrera: "Los obispos de México no somos oposición a nada ni a nadie"
"Nuestra palabra quiere ponerse más allá de las diferencias político-partidistas," indicó Mons. Rogelio Cabrera sobre propuesta de reforma electoral
Obispos mexicanos comprometidos a escuchar y discernir para hacer una interpretación adecuada de la realidad
"Que se encuentre la verdad y se haga justicia, que no quede impune este caso," pidió Monseñor Ramón Castro, Obispo de Cuernavaca sobre el caso de Ariadna López
"Que se encuentre la verdad y se haga justicia, que no quede impune este caso," pidió Monseñor Ramón Castro, Obispo de Cuernavaca sobre el caso de Ariadna López
"Los tiempos actuales son complejos y desafiantes," reconocieron los obispos mexicanos en el mensaje al pueblo de Dios tras la edición 113 de su Asamblea Plenaria efectuada de 7 al 11 de noviembre.
El presidente del organismo Monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey, destacó la actitud de escucha y diálogo que caracterizó la Asamblea Plenaria, teniendo en cuenta el momento que vive México, profundamente determinado por la pluralidad ideológica, política, religiosa y emocional; visible en las maneras en que sus ciudadanos ven la vida. Realidad que invita a los obispos a escuchar y discernir para hacer una interpretación adecuada de la realidad.
"La Iglesia católica también es una Iglesia plural" afirmó y las reflexiones se han orientado para acoger el llamado del Papa Francisco a dialogar por lo que la misión de la Iglesia mexicana está orientada a tender puentes y no irse a los extremos. Además, porque "las diferencias son válidas," indicó.
Aportes con respeto
Ante nuestras acciones, aseguró el arzobispo de Monterrey "estamos siempre dispuestos a ser corregidos por la comunidad," porque "nuestra palabra quiere ponerse más allá de las diferencias político-partidistas". Pronunciamiento coherente entre otras cosas, con las dudas sobre la opinión de la Iglesia respecto a la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador que ha generado múltiples debates en la opinión pública.
"Nuestro mensaje es de respeto" afirmó Monseñor Cabrera ante los cuestionamientos sobre el tema, explicando que como ciudadanos los obispos advierten el riesgo que supone este tipo de reformas. Además, porque reconocen la importancia de organismos como el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, temas ampliamente desarrollados en el mensaje del episcopado el 31 de octubre.
La reforma electoral que propone López Obrador contempla una reducción en el número de diputados, senadores y magistrados, lo que resulta atractivo para los ciudadanos, pero también incluiría una sustitución del actual Instituto Nacional Electoral por un nuevo Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) y la desaparición de ciertos organismos como los Tribunales Electorales Estatales.
Para la Iglesia mexicana este último punto representa un riesgo y Monseñor Rogelio Cabrera afirmó que es importante ser conscientes de los efectos a corto o largo plazo que puede generar la modificación de un organismo, sin dejar de lado que es necesario mantener el equilibrio de poderes y que cualquier cambio debe ser dialogado y perfeccionado.
Esto -advierte- el prelado, no es porque la Iglesia deba expresar cierto agradecimiento con la institución; sino porque consideran que es necesaria la existencia de un árbitro electoral.
No obstante, la Iglesia mantendrá los principios de neutralidad y no intromisión en los partidos; como corresponde a la ley, mucho menos apelará a su posición religiosa para influir sobre el electorado. "Queremos que las instituciones se mantengan vivas con sus correcciones, son perfectibles," agregó.
Retos pastorales
Conscientes de que el pueblo mexicano ha superado muchas dificultades en su historia, los obispos al margen de este debate expresaron su preocupación por otras realidades del país. Al mismo tiempo, reiteraron su deseo de seguir "colaborando en la construcción de un país más justo, fraterno, unido y en paz".
Problemas como el aumento de la pobreza, la destrucción del medio ambiente, la inseguridad y la violencia, el narcotráfico y la drogadicción,las extorsiones, secuestros, feminicidios y los miles de desaparecidos; entre muchos otros constituyen retos pastorales para la Iglesia.
Uno de esos desafíos está en la necesidad de aportar para que se supere la situación de inseguridad y violencia que afecta particularmente a las mujeres. Un tema abordado por Monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca.
El caso de Ariadna
El prelado reconoció que la violencia está desbordada en muchos estados de México, uno de ellos es el estado de Morelos. Situación que lamenta y acompaña invitando a las autoridades para que se conjuguen los esfuerzos necesarios que ayuden a mejorar esta situación; pues resulta doloroso que casos como el presunto feminicidio de la joven de 27 años Ariadna Fernanda López el pasado 31 de octubre se repitan. "Que se encuentre la verdad y se haga justicia, que no quede impune este caso" señaló el prelado, confiando que los debates que se han presentado entre Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de Ciudad de México y Uriel Carmona, Fiscal General del Estado de Morelos, se aclaren.
El debate está en que el Fiscal de Morelos asegura que la joven murió por una intoxicación tras consumir alcohol y bronco aspirar, sin presentar indicios de feminicidio; mientras que, para el mismo organismo en Ciudad de México, la causa del deceso es un trauma múltiple causado por golpes; esto tras practicar una segunda necropsia.
Así, la Fiscalía de Ciudad de México acusa al de Morelos de intento de ocultamiento del homicidio y la negativa para calificarlo como feminicidio, situación que los obispos piden que se aclare lo más pronto por la memoria de la joven y la necesidad de justicia para su familia.
Ante estas dolorosas realidades, los obispos se afianzan en la Sagrada Escritura evocando el evangelio de Juan en el que Jesús pide que "no pierdan la paz ni se acobarden," palabras que acogen con esperanza y los lleva a "ser sensibles ante la situación actual y a no quedarse cruzados de brazos ante los problemas que afectan a todos".
Unidad; clave de la acción pastoral
Para los obispos mexicanos parte de las acciones está en la organización de conversatorios y foros con miras a un diálogo nacional lo queconstituye un signo de esperanza porque permitirían avanzar hacia los acuerdos de paz, a los que desean sumarse y en los que aspiran se involucren diversos sectores de la sociedad civil; conscientes de que la inmensa mayoría de los mexicanos sueña y está dispuesta a "construir una sociedad en la que todos puedan sentarse en armonía en la mesa común, donde nadie tenga que comer las migajas que caen de la mesa".
Al respecto los prelados recordaron el mensaje del Papa Francisco en febrero de 2016, cuando les propuso responder a las demandas de la realidad pero de manera conjunta, superando cualquier actitud de aislamiento. Esto significa "comenzar por las familias; involucrar a las comunidades, las escuelas, las instituciones comunitarias, las comunidades políticas y las estructuras de seguridad", porque de acuerdo con el Pontífice "sólo así se podrán liberar totalmente de las aguas en las cuales lamentablemente se ahogan tantas vidas…"
Para ello, los obispos insisten a la feligresía que como hermanos se den la mano para encontrar caminos nuevos en las relaciones sociales, políticas y económicas, que los lleven a construir una patria mejor para todos.
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