José, el justo varón

San José
Dios para venir al mundo no escogió el camino más fácil al querer que su Hijo fuera engendrado en el seno de una joven virgen prometida con José; con este compromiso, María y José eran según la ley mosaica casi un matrimonio. Con la decisión de José de repudiarla se corría el riesgo de hacer morir a la madre y el hijo que llevaba en su seno.

Suerte que José, que el Evangelio describe como un varón justo, es decir bueno, al ver a su prometida en espera de un hijo, ya que más pronto o más tarde iba a darse cuenta de la situación de su prometida sabiendo que el hijo que llevaba en su seno no era hijo suyo, si iba a hacer aplicar la ley mosaica iba a morir lapidada la joven María y el bebé moriría con la madre. Era la ley de la época.

Dios corre este riesgo. El Hijo de Dios al hacerse hombre queda sometido a las leyes de su tiempo. Toda la vida de Jesús queda bajo las mismas leyes y por consiguiente al querer de los hombres de su tiempo que al fin van a hacer crucificar a Jesús. José que ama a su prometida prefiere dejarla sin denunciarla para no llevar a María y al niño a la muerte.

En todos los tiempos encontramos hombres buenos que prefieren el silencio a la denuncia de llevar a una persona a la muerte. De esta forma José no estuvo a favor de la pena de muerte, porque la vida es un don de Dios que es el único que es dueño de la vida.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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