Oír, escuchar

Yahvé dijo al pueblo de Israel: “Escucha Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas” (Dt.6, 4 ss.). El Señor pide al pueblo que preste atención a sus palabras.
Estas palabras las transmitió el pueblo judío de generación en generación por mandato de su Dios y Señor. Claro, que como nos ocurre a todos, con frecuencia, olvidamos lo que Dios nos manda, como lo olvidaron los israelitas y sirvieron otros dioses que no eran Dios.
En lo cotidiano también es de suma importancia saber escuchar cuando alguien se dirige a nosotros. Es más importante escuchar que dar mil consejos a nuestro interlocutor sin darle tiempo para que exprese su idea hasta el final.
Saber escuchar al otro crea lazos de amistad. Alguna vez me he encontrado con personas que me han dicho: “Cuanto te agradezco los consejos que me diste en tal ocasión”; y, recapacitando piensas pero si yo lo único que hice fue escucharlo.
¿Sé escuchar a Dios? “Si hoy escucháis su voz no endurezcáis vuestro corazón” (Salmo 94). ¿Se escuchar al otro como yo quiero ser escuchado?Texto: Hna. María Nuria Gaza.