Una conversión admirable
Hablaron del mensaje del Señor a él y a todos los de su casa. El carcelero les lavó las heridas y él y toda su familia fueron bautizados. Los llevó a su casa y les dio de comer. El carcelero y su familia estaban muy contentos por haber creído en Dios. La celebración de un sacramento es motivo de fiesta y la comida símbolo de la fraternidad. Y lavar heridas por parte del carcelero, símbolo de caridad hacia los evangelizadores. Cosa que tenemos que tener en cuenta y ser agradecidos con los guías de nuestra fe.
Lo que llama la atención en este relato es la dimensión comunitaria, no es una sola persona la que predica sino dos y su mensaje conduce a la Iglesia toda una familia. Y algo que llama la atención al inicio del relato, Pablo no hace un discurso piadoso solamente quiere evitar un suicidio: “No te hagas daño”.Y un hombre que pasa del temor a la alegría de la fe. Un hecho a tener en cuenta cuando nos relacionamos con personas no creyentes. Buscar el momento propicio para iniciar una evangelización.Texto: Hna. María Nuria Gaza.