El grave error de David

Rey David
El reino de David estaba amenazado siempre por los pueblos vecinos. El rey quiere saber con cuantos hombres de guerra cuenta para poder enfrentarse con ellos y ordena un censo. Con esta medida, David piensa de una forma humana y no tiene en cuenta que el Señor ha estado a su lado para defenderle a él y a su pueblo en los momentos de dificultad.

Una vez realizado el recuento, David se percata del gran error cometido: “He cometido un grave error”. Y ahí mismo aparece el profeta que le anuncia la propuesta del castigo del Señor a su pecado: “Tres años de hambre en tu territorio, tres, meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres días de peste”. Ante esta difícil elección, el rey prefiere caer en manos de Dios, que es compasivo que caer en manos de los hombres. Hay que reconocer que David a pesar de sus errores es un hombre humilde que sabe reconocer sus equivocaciones, es por ello que Dios ama a David.

Este fragmento del segundo libro de Samuel (24, 2-17) nos interpela: ¿Contamos más con nuestras propias fuerzas que con la ayuda de Dios?, ¿sabemos reconocer nuestros errores? No olvidemos que el Señor ensalza a los humildes y los orgullosos los despide vacíos.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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