Me has mirado a los ojos
Escucho esta canción arropada por el silencio y me hablas. Aquí estoy Señor ante ti, necesitándote, esperándote. Hoy puedo detener el tiempo, porque hoy quiero vivir este día hacia adentro, tomar aliento. Son tantas las cosas que nos depara el día a día que también las prisas se apoderan del tiempo. Hoy quiero respirar, lo necesito y anhelo, porque no es posible o más bien, no es saludable que el tiempo de hacer cosas se apodere del tiempo de ser.
En primer lugar para este día es gustar del silencio exterior para entrar en el silencio interior del alma que late, que tiene sed del Señor. Ahora no sólo voy a poner el móvil en “modo off”, ahora no voy a estar disponible, sino que quiero activar el “on” del encuentro contigo. Te presento todo lo vivido en esta semana, con las inquietudes, preocupaciones, momentos de alegría y vida, todo ello aquí lo tienes. Ahora no sé lo que acabaré viviendo la próxima semana, hay cosas en la agenda pero sólo el transcurrir de los días irá dando cabida a lo que viviremos, eso ya llegará. Es ahora que necesito parar, respirar, no tomar un café u otra bebida que crea me va a ayudar, sino ese tiempo de alimentarse por dentro, llenar el pozo de lo más íntimo de mi ser y eso sólo lo puedo lograr contigo. Gracias Señor por este hoy, por este encuentro en el que sigues latiendo y guiando mi vida.
Ayúdanos Señor a reconocerte en el día a día de nuestras vidas y a vivir el encuentro cotidiano contigo que alienta y da sentido a lo que vivimos. Texto: Hna. Ana Isabel Pérez