Otro ritmo

Sol
El verano de una manera u otra es tiempo de otro ritmo y cada uno sabe cómo lo puede vivir o bien cómo tiene la oportunidad de vivirlo. Durante el “curso normal” llevamos otras actividades, otros ritmos, otras prisas… en muchas ocasiones nos decimos: nos falta tiempo. Es ahora precisamente cuando podemos disfrutar de un tiempo especial, que puede convertirse en descanso, hacer otras cosas que nos gusten, compartir con otros….Hay momentos en que se hace necesario un alto en el propio camino para retomar fuerzas.

Quizás recorramos algunos kilómetros estos días, ya sea cerca o lejos, aprovechemos el nuevo aire para respirar desde uno mismo, para encontrarnos con los otros, dejar la puerta abierta del corazón para otras vivencias, y en todo lo que vivamos, ojalá que esas huellas del camino, esté junto a nosotros el Dios que sale siempre a nuestro encuentro.

Es ahora que necesito otro ritmo, otros encuentros, otros aires. Salir, ponerse en camino hacia otro lugar, nos hace llevar una mochila con otras ilusiones, deseos, ganas de….y volver con otras fuerzas y energías como se suele decir, pero que ojalá sean una realidad para continuar el camino de cada día, con todo lo que nos ofrece la vida.

PARTIR, EN CAMINO…
Partir es, ante todo,
salir de uno mismo.
Romper la coraza del egoísmo
que intenta aprisionarnos
en nuestro propio yo.
Partir es dejar de dar vueltas
alrededor de uno mismo.
Como si ese fuera
el centro del mundo y de la vida.
Partir es no dejarse encerrar
en el círculo de los problemas
del pequeño mundo al que pertenecemos.
Cualquiera que sea su importancia,
la humanidad es más grande.
Y es a ella a quien debemos servir.
Partir no es devorar kilómetros,
atravesar los mares
o alcanzar velocidades supersónicas.
Es ante todo
abrirse a los otros,
descubrirnos, ir a su encuentro.
Abrirse a otras ideas,
incluso a las que se oponen a las nuestras.
Es tener el aire de un buen caminante.
(Helder Cámara)


Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.
Volver arriba