Otro ritmo
Quizás recorramos algunos kilómetros estos días, ya sea cerca o lejos, aprovechemos el nuevo aire para respirar desde uno mismo, para encontrarnos con los otros, dejar la puerta abierta del corazón para otras vivencias, y en todo lo que vivamos, ojalá que esas huellas del camino, esté junto a nosotros el Dios que sale siempre a nuestro encuentro.
Es ahora que necesito otro ritmo, otros encuentros, otros aires. Salir, ponerse en camino hacia otro lugar, nos hace llevar una mochila con otras ilusiones, deseos, ganas de….y volver con otras fuerzas y energías como se suele decir, pero que ojalá sean una realidad para continuar el camino de cada día, con todo lo que nos ofrece la vida.
PARTIR, EN CAMINO…
Partir es, ante todo,
salir de uno mismo.
Romper la coraza del egoísmo
que intenta aprisionarnos
en nuestro propio yo.
Partir es dejar de dar vueltas
alrededor de uno mismo.
Como si ese fuera
el centro del mundo y de la vida.
Partir es no dejarse encerrar
en el círculo de los problemas
del pequeño mundo al que pertenecemos.
Cualquiera que sea su importancia,
la humanidad es más grande.
Y es a ella a quien debemos servir.
Partir no es devorar kilómetros,
atravesar los mares
o alcanzar velocidades supersónicas.
Es ante todo
abrirse a los otros,
descubrirnos, ir a su encuentro.
Abrirse a otras ideas,
incluso a las que se oponen a las nuestras.
Es tener el aire de un buen caminante.
(Helder Cámara)
Texto: Hna. Ana Isabel Pérez.