El prelado birmano propone un mes de oración por la paz en Myanmar y condena la violencia militar Cardenal Bo: “No hay verdadera paz sin equidad, verdad, justicia y solidaridad”

A casi tres meses del golpe de Estado que llevó al poder de nuevo a una junta militar cuyas actuaciones han provocado ya más de 700 muertos y 250.000 desplazados, la Iglesia sigue clamando por la paz y la resolución del conflicto en Myanmar, antigua Birmania. Lo ha hecho a través del cardenal Charles Bo, arzobispo de Rangún, capital del país. 

Tras la cumbre de ASEAN, Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, celebrada el pasado 24 de abril en Yakarta, Bo ha propuesto una intensa maratón de una semana de oración por la paz. Tras ella, seguirán las intenciones por la justicia, la unidad, el respeto a la dignidad humana y, en definitiva, por la prosperidad.

“Los fieles pueden participar en casa, en la parroquia o en las comunidades religiosas”, ha dicho el purpurado, quien ha anunciado que además de la adoración eucarística y del rezo del Rosario diarios, en cada iglesia se meditarán las frases de Juan Pablo II y del Papa Francisco: "No hay verdadera paz sin equidad, verdad, justicia y solidaridad". 

No es la primera vez en estos más de dos meses de conflicto que el cardenal birmano habla del fin de la violencia en el país y del restablecimiento del diálogo. El 23 de marzo dirigió, con el apoyo de líderes religiosos, políticos y manifestantes birmanos, una declaración a los militares sublevados condenando la violencia militar contra civiles inocentes y exigiendo una rápida resolución de un conflicto que muchos temen que pueda desembocar en una guerra civil.

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