"El mercado no resuelve por sí mismo los problemas sociales, políticos y ecológicos" Cardenal Marx: "Esta pandemia está acelerando y exacerbando tendencias que ya eran evidentes anteriormente"
En un artículo publicado en katholisch.de, el ex presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania reflexiona sobre el post-coronavirus: "No se trata sólo de una cuestión de futuro de la economía, sino de una nueva coexistencia cultural"
Denuncia que "la polarización, el nacionalismo, el fundamentalismo político y religioso aumentan"
Ve urgente una "orientación hacia el multilateralismo, hacia un orden común del mundo, hacia la cooperación"
Ve urgente una "orientación hacia el multilateralismo, hacia un orden común del mundo, hacia la cooperación"
"Tal vez ocasionalmente lo hemos formulado de manera irónica: ¡Nada es tan incierto como el futuro! Pero, ¿alguna vez lo hemos experimentado, al menos en un contexto social, tan existencialmente como lo hicimos este año?". Con esta reflexión el cardenal alemán Reinhard Marx ha publicado para la Agencia Católica de Noticias (KNA) y katholisch.de su visión sobre la crisis mundial que la pandemia del coronavirus ha desatado.
Describiendo un panorama de hegemonía del dinero, depredación de "la casa común" y "fundamentalismos" políticos y religiosos, Marx ha llamado a ampliar la mirada y evaluar las consecuencias que va a tener la pandemia para "la familia mundial". Hablando, pues, sobre la sociedad a la sociedad, el prelado opina que "no se trata sólo de una cuestión de futuro de la economía, sino de una nueva coexistencia cultural" que se va a hacer necesaria después de la emergencia.
"Esta pandemia está acelerando y exacerbando tendencias que ya eran evidentes anteriormente", dice. Mencionando, por ejemplo, una globalización que a sus ojos "obliga a los países a adaptarse al capitalismo" en vez de reducir la desigualdad.
Hacia el multilateralismo
Contra esa tendencia al capitalismo y la competencia, R. Marx ve urgente una "orientación hacia el multilateralismo, hacia un orden común del mundo, hacia la cooperación". Esperando que Europa se esfuerce en ese sentido, en su artículo se pregunta "cómo podemos trabajar en una economía que sirva verdaderamente a la humanidad" y menciona los discursos del Papa Francisco contra el descarte y en pos de una cultura del encuentro.
Sin embargo, reconoce que la pandemia ha desinhibido la radicalización política y que "la polarización, el nacionalismo, el fundamentalismo político y religioso aumentan".
Un mercado que se ensaña con los más pobres
"El mercado no resuelve por sí mismo los problemas sociales, políticos y ecológicos", denuncia el religioso. De la misma manera, considera que la desigualdad en la relación entre "los bienes públicos y los intereses privados" afecta a los más pobres.
Como contraataque, además de la cooperación ya mencionada, el ex presidente de la Conferencia Episcopal Alemana propone la confianza en Dios, "gran signo de esperanza" en tiempos de miedo e incertidumbre.