Gherardo Gambelli, de 54 años, ha pasado los 11 últimos en Chad Italia sigue la estela de Madrid o Buenos Aires: el Papa nombra a un misionero nuevo arzobispo de Florencia
Bergoglio sigue para las grandes sedes un criterio que parece va asentándose, y que busca pastores jóvenes, que tengan experiencia pastoral, pero que no sientan el nombramiento como un 'ascenso' dentro de una 'carrera', porque la tesis es la de buscar pastores 'para toda la vida', que no vean su ministerio episcopal como un paso hacia otra misión supuestamente más elevada
El sucesor del cardenal Betori tiene 54 años, y ha pasado once años de su vida (desde 2011 a 2022) como misionero en Chad, donde ha trabajado con los más pobres y como capellán en la duras cárceles de Yamena o Mongo
Ocurrió en Madrid, como también en Buenos Aires y, más recientemente en Bruselas. Y ahora le ha tocado el turno a Italia. El Papa está buscando nuevos perfiles para las grandes sedes episcopales. Como hiciera con Cobo, García Cueva o Luc Terlinden, Francisco ha nombrado nuevo arzobispo de Florencia a Gherardo Gambelli, hasta ahora párroco de la Madonna della Tosse de la ciudad que vio nacer a Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Lorenzo de Medici, Galileo Galilei o Botticelli.
Y es que Bergoglio sigue para las grandes sedes un criterio que parece va asentándose, y que busca pastores jóvenes, que tengan experiencia pastoral, pero que no sientan el nombramiento como un 'ascenso' dentro de una 'carrera', porque la tesis es la de buscar pastores 'para toda la vida', que no vean su ministerio episcopal como un paso hacia otra misión supuestamente más elevada.
Y es que el sucesor del cardenal Betori tiene 54 años, y ha pasado once años de su vida (desde 2011 a 2022) como misionero en Chad, donde ha trabajado con los más pobres y como capellán en la duras cárceles de Yamena o Mongo.
En su despedida, Betori ha definido a su sucesor como "un hombre de las periferias humanas, geográficas y existenciales". Por su parte, Gambelli se ha comprometido a servir a la Iglesia de Florencia y "devolverle el enorme don del Evangelio", con la experiencia vivida en África, que "me han confirmado que la mejor manera de valorar los dones recibidos es compartirlos".