"Los corredores humanitarios son la única respuesta que funciona", clama el presidente de COMECE Hollerich: "¿Dónde están ahora nuestros valores en Afganistán? Es una vergüenza para Europa y para Occidente”
"Lo único que estamos discutiendo es qué hacer para no tener una gran cantidad de refugiados en lugar de acudir en ayuda de estas personas. Y esta actitud me da vergüenza"
"Estamos viendo imágenes muy fuertes. Hieren mi corazón. Me duele el corazón ver cómo se trata a la gente. Le habíamos dado esperanza a esta gente y ahora la hemos dejado en el infierno de Dante"
"Ya no se habla de refugiados o solicitantes de asilo en virtud de los acuerdos de Ginebra. Se habla de inmigrantes ilegales y esto da miedo. El muro es la expresión de esta mentalidad"
"Ya no se habla de refugiados o solicitantes de asilo en virtud de los acuerdos de Ginebra. Se habla de inmigrantes ilegales y esto da miedo. El muro es la expresión de esta mentalidad"
"Occidente no es la única potencia mundial. Debemos aceptar esto y actuar con más cautela. Actuamos solo en nombre de los valores económicos y no por la gente. En Afganistán hubo una falta de responsabilidad política. Ahora tenemos que llenar este vacío". El cardenal de Luxemburgo y presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la UE (COMECE), Jean-Claude Hollerich, ha mostrado su horror, y su vergüenza, ante la salida de la comunidad internacional de Afganistán y el ascenso de los talibanes.
"Los corredores humanitarios son la única respuesta que funciona", pues "poner a estas personas en un campo refugiados es condenarlas a la desesperación", sostiene Hollerich en una entrevista con la agencia Sir, de los obispos italianos, donde se muestra muy duro con la actuación de los países occidentales, a cuyos líderes exige que "actúen según su conciencia".
“Estamos viendo imágenes muy fuertes. Hieren mi corazón. Me duele el corazón ver cómo se trata a la gente. Le habíamos dado esperanza a esta gente y ahora la hemos dejado en el infierno de Dante. Y luego me siento avergonzado. Vergüenza para Europa y Occidente. Hablamos mucho de valores. Pero, ¿dónde están ahora nuestros valores en Afganistán?”, declara, rotundo, el arzobispo de Luxemburgo.
¿Qué hicimos mal? Todo. "Lo único que estamos discutiendo es qué hacer para no tener una gran cantidad de refugiados en lugar de acudir en ayuda de estas personas. Y esta actitud me da vergüenza", recalca el prelado, quien lamenta el muro edificado en Grecia contra la llegada de nuevos refugiados.
"Ya no se habla de refugiados o solicitantes de asilo en virtud de los acuerdos de Ginebra. Se habla de inmigrantes ilegales y esto da miedo. El muro es la expresión de esta mentalidad. Tenía la esperanza de que el colapso del Muro de Berlín marcaría el final del tiempo de los muros. Pero no es así. Se han construido nuevos muros".
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