Editorial de 'Vida Cristiana' en solidaridad con la situación que atraviesa el pueblo La Iglesia cubana, con los más golpeados por el huracán Ian
"A todos se nos pide dar la mano para ayudar a los pinareños a salir adelante en lo más urgente: colchones, medicinas, alimentos no perecibles, y cuanto pueda aliviar su situación"
"La caída drástica de la generación y distribución de la electricidad ha trastornado nuestras frágiles economías domésticas y nuestras exiguas despensas"
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
Una vez más, la vida nos pone a prueba a los cubanos y a cuantos comparten nuestra vida en esta isla querida. La naturaleza nos ha mostrado uno de sus lados extremos, un huracán, y han sido los hermanos de Pinar del Río los más golpeados. También las provincias más occidentales –Artemisa, Mayabeque y La Habana- han sido muy afectadas, aunque en grado menor.
[Tras el paso del huracán Ian] A todos se nos pide dar la mano para ayudar a los pinareños a salir adelante en lo más urgente: colchones, medicinas, alimentos no perecibles, y cuanto pueda aliviar su situación. El brazo social de la Iglesia –Cáritas Nacional y las Cáritas diocesanas- pueden canalizar nuestras ayudas hacia esas comunidades hermanas.
En cierta forma, todos y todas hemos sido afectados, aun las provincias centrales y orientales. La caída drástica de la generación y distribución de la electricidad ha trastornado nuestras frágiles economías domésticas y nuestras exiguas despensas. Hemos perdido de un golpe reservas alimentarias que administrábamos cuidadosamente para los de casa. El precario abastecimiento familiar se ve ahora más constreñido. Y hasta la comunicación telefónica y electrónica ha colapsado o se ha paralizado por horas.
Situación extrema
Vida Cristiana entiende que la situación extrema que vivimos nos urge a mostrarnos cercanos e interesados, por los pinareños en primer lugar, pero también por cuantos han –y hemos- sido afectados. A través de nuestras necesidades de amparo, de medicamentos, de comestibles y de comunicación, Dios, nuestro Padre, nos muestra la pasión que viven muchas familias y personas y nos pide acercarnos a ellos a la manera de Jesús: con sincero interés, compasivamente, con disposición de ofrecer y de compartir lo poco que tenemos.
Que el momento difícil que vivimos lo convirtamos en una oportunidad para crecer en una caridad efectiva, en una solidaridad eficiente. Que una vez más la caridad nos urja y nos motive a responder con un amor verdadero y ágil.
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