El mítico cineasta apoya un film que busca la aceptación del colectivo LGTBI en la Iglesia Martin Scorsese convierte al jesuita James Martin en 'estrella' de cine y en un modelo a seguir
El redactor jefe de la revista jesuita 'América' reflexiona en 'Building a bridge' sobre "el desapego de la Iglesia católica estadounidense hacia el colectivo LGTBI
En una entrevista concedida recientemente al portal Katholisch.de, Martin ha afirmado que el obispado norteamericano dio una "tibia respuesta" ante la matanza de gays y lesbianas en Orlando en 2016
Martin conoce por muchos encuentros personales la desesperante realidad de la vida de los miembros de las minorías sexuales. Considera que el papel de la Iglesia es llegar a todos los afectados, "como pide Jesús, con amor y misericordia"
Martin conoce por muchos encuentros personales la desesperante realidad de la vida de los miembros de las minorías sexuales. Considera que el papel de la Iglesia es llegar a todos los afectados, "como pide Jesús, con amor y misericordia"
La cámara se desplaza lentamente sobre fotos de cabezas; James Martin sj (Plymouth Meeting, Pensilvania, 1960) habla desde fuera sobre los retratos de las víctimas del mayor ataque a tiros contra gays, lesbianas y transexuales de la historia de EEUU, con 49 muertos. Al jesuita le impactó “el desapego de la Iglesia católica” tras el atentado en la discoteca “Pulse”, Orlando, en 2016. Así lo confiesa en Building a Bridge, un film de Evan Mascagni y Shannon Post que cuenta con la producción ejecutiva de Martin Scorsese. La película está basada en el libro Tender un puente (Mensajero, 2018), del propio Martin y estrenada a mediados de junio en el “Tribeca Film Festival” de Nueva York.
La “tibia respuesta” del obispado norteamericano ante la matanza fue lo que hizo reflexionar a Martin. “Estas personas son invisibles para la Iglesia incluso en la muerte”, asegura el redactor jefe de la revista jesuita America, en una entrevista concedida al portal Katholisch.de. Por suerte, Scorsese se enteró del proyecto de los directores Evan Mascagni y Shannon Post y aceptó colaborar en él. Para el gran cineasta estadounidense, no en vano, la relación con la Iglesia es una cuestión vital. El realizador católico, que una vez quiso ser sacerdote, ya desató tormentas de protesta entre los creyentes en 1983 con su película La última tentación de Cristo. Más de tres décadas después, Building a Bridge, vuelve a provocar a la iglesia estadounidense, mayoritariamente conservadora.
En la película, el sacerdote de 60 años se presenta como alguien que muestra respeto por las personas que se identifican como “queer”. Conoce por muchos encuentros personales la realidad, a menudo desesperante, de la vida de los miembros de las minorías sexuales. Considera que el papel de la Iglesia es llegar a todos los afectados. "Como nos pide Jesús, con amor y misericordia".
En la segunda edición de su libro, Martin revisó su tesis de que movimientos LGBTQ e Iglesia deben tenderse la mano. Esto ha sido criticado por muchos gays y lesbianas. Ahora, el jesuita está convencido de que la Iglesia tiene un camino más largo que recorrer en el camino del acercamiento. Porque tiene una parte en el hecho de que los LGBTQ son empujados a los márgenes.
El papa Francisco, aliado de Martin
Martin se siente animado por el respeto que el papa Francisco le ha mostrado tras el estreno de la película. El pontífice agradeció a Martin su compromiso en un mensaje personal de puño y letra. Sin mencionar a la comunidad católica LGBTI por su nombre, Francisco elogió al jesuita: "Eres un sacerdote para todos. Rezo para que sigas por este camino". Palabras que contrastan con el sentir general del episcopado de EEUU, rehacios a las posiciones de Martin. En este sentido, hay obispos como el de Texas, Joseph E. Strickland, que insta a los párrocos de su diócesis a tratar como pecadores a los miembros de las minorías sexuales que no viven castamente.
Ya en 2017, Francisco nombró a Martin asesor del Vaticano por su defensa de los católicos LGBTI. Algunos pocos obispos estadounidenses también se han mostrado abiertos a su objetivo de abrir más la Iglesia a gays y lesbianas. Entre estos partidarios se encuentran, entre otros, el obispo de Lexington en Kentucky, John Stowe. "Building a bridge" documenta vívidamente esta compleja realiddad a través de testimonios de uno y otro bando.
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