Francisco ha lamentado en el ángelus la quema de una histórica iglesia Myanmar: Los obispos claman por la paz y piden protección para los lugares de culto
Los prelados de Myanmar lanzan un llamamiento a la paz y la reconciliación, denunciando los recientes ataques a lugares de culto y las crecientes amenazas a la vida humana
Mientras tanto, en el país no ha amainado el enfrentamiento entre la Junta militar, la oposición y las guerrillas animadas por grupos étnicos
| Marco Guerra
(Vatican News).- "Una apasionada súplica por la paz" y una exhortación "a emprender la peregrinación de la paz" en Myanmar son los contenidos de un mensaje firmado por el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon y presidente de los obispos católicos; monseñor Marco Tin Win, arzobispo de Mandalay; y monseñor Basil Athai, arzobispo de Taunggyi.
"En los últimos meses", se lee en el texto, "se han visto grandes amenazas al carácter sagrado de la vida humana, con vidas perdidas y aplastadas por el hambre. En un país "bendecido con tantos grandes recursos", escriben los prelados, "la destrucción de vidas humanas es una tragedia desgarradora".
Ataques a lugares de culto
Estas palabras llegan pocos días después de que las fuerzas armadas de la Junta militar en el poder incendiaran la histórica iglesia católica de Nuestra Señora de la Asunción, en la aldea de Chan Thar, en la región de Sagaing. Los soldados, que incendiaron el pueblo cuatro veces, también prendieron fuego al convento contiguo de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, que se vieron obligadas a huir junto con unos 3.000 habitantes.
En el llamamiento emitido el viernes 20 de enero, los prelados recuerdan que los lugares de culto y los monasterios, donde las comunidades buscan la paz y la reconciliación, sufren cada vez más ataques. "Instrumentos internacionales como el Convenio de La Haya exigen la protección de los lugares de culto, los lugares de aprendizaje y los lugares de curación. Preguntamos con dolor y angustia -continúa el mensaje- por qué se atacan y destruyen estos lugares sagrados".
La nota subraya que Myanmar, como nación, "necesita sanar", pero que "la sanación sólo puede venir a través de un profundo sentido de interconexión" y que son los lugares de culto los que promueven la interdependencia y conducen a la paz.
La peregrinación de la paz
Por último, el cardenal Bo y los dos obispos lanzaron un llamamiento a todas las partes implicadas en Myanmar para que silencien sus armas y emprendan todos una "santa peregrinación de paz, unidos como nación y como pueblo".
En su mensaje de principios de año, el cardenal había pedido a todas las partes que, "de mutuo acuerdo", declararan enero "como el mes del alto el fuego", proponiendo también "establecer y respetar corredores humanitarios hacia las zonas de crisis humanitaria más aguda, permitiendo el libre acceso a las agencias nacionales e internacionales".
En febrero de 2021, los militares tomaron el control en Myanmar mediante un golpe de Estado. Desde entonces, se ha producido una brutal represión de la disidencia
En febrero de 2021, los militares tomaron el control en Myanmar mediante un golpe de Estado. Desde entonces, se ha producido una brutal represión de la disidencia por parte de la junta militar gobernante, que también ha provocado numerosas condenas a muerte de disidentes.
El ejército, al derrocar al gobierno electo de Suu Kyi, desencadenó protestas pacíficas que pronto se convirtieron en resistencia armada y luego en enfrentamientos generalizados que algunos expertos de la ONU califican de guerra civil.
"Mi pensamiento, con dolor, quiere estar hoy en particular con Myanmar, donde fue quemada la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los lugares de culto más antiguos de ese país. Me siento muy cercano a toda la población civil que está sufriendo estas pruebas difíciles y le pido a Dios que pueda terminar este conflicto", señaló esta mañana el papa Francisco tras el rezo del ángelus.
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