Mediante una declaración jurada Obispos filipinos acusados de conspirar contra Duterte se defienden
Según Ayuda a la Iglesia Necesitada, «las acusaciones infundadas» contra los obispos son prueba de la «persecución a la Iglesia» en Filipinas
Los cargos de los que se acusa a los obispos son haber difundido un vídeo viral en que se vincula a Duterte y su familia con el tráfico ilegal de drogas
En opinión de Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan y uno de los acusados «la intención es obvia: puro acoso»
En opinión de Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan y uno de los acusados «la intención es obvia: puro acoso»
| Alfa y Omega
Los obispos católicos acusados de conspirar para derrocar a Rodrigo Duterte, al presidente filipino, presentan al cuerpo de Policía Nacional del país una declaración jurada en la que explican su versión de los hechos.
Aunque los medios de comunicación filipinos solo han visto presentar su declaración al obispo jubilado Teodoro Bacani, el Departamento de Justicia ha confirmado que el resto de purpurados han enviado también sus respuestas. De este modo, habrían entregado también sus declaraciones los obispos Honesto Ongtioco de Cubao, Pablo Virgilio David de Kalookan y el arzobispo Sócrates Villegas de Lingayen-Dagupan.
Los cargos de los que se acusa a los obispos son haber difundido un vídeo viral en que se vincula a Duterte y su familia con el tráfico ilegal de drogas. Para mantener esta acusación, el Gobierno se apoya en la declaración del autor del material, Peter Joemel Advincula (quien se hace llamar Bikoy en las redes sociales), en una rueda de prensa convocada por la propia Policía del país a principios de año.
Sospechas de montaje
Reunido con los medios de comunicación filipinos a petición de las fuerzas del orden del país, Bikoy sostuvo en su momento que los obispos forman parte de un «grupo en la sombra» que proporciona apoyo financiero, logístico y de seguridad a los organizadores de un complot contra el presidente. Además, entregó una confesión firmada a los tribunales en la que repetía las mismas palabras.
Pero los obispos consideran esta versión un montaje. «No sé quién es este Bikoy. Nunca lo he conocido, nunca he hablado con él, no nos conocemos, no tenemos comunicaciones entre nosotros, así que no tengo nada que ver con eso», sostiene Teodoro Bacani.
En opinión de Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan y uno de los acusados, en vez de estudiar a los prelados, la Policía debería investigar «lo que motiva al supuesto testigo a dar falso testimonio». «La intención es obvia: puro acoso y un esfuerzo por parte de la Policía por, en vez de cumplir con su deber, hacer lo que creen que será más agradable para las autoridades superiores», responde.
Respuesta internacional
La organización internacional de ayuda pastoral de la Iglesia Católica, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), ha emitido un comunicado en el que pide a los católicos que recen por la seguridad de los obispos.
«Los obispos acusados injustamente de sedición son ejemplos de un servicio humilde dedicado al bienestar de los filipinos, así como a muchas causas humanitarias prueba de su innegable amor por el país», sostiene en el comunicado Jonathan Luciano, director de ACN.
Además, Luciano revela que en su organización están «entristecidos por las acusaciones infundadas» contra los obispos y que «tales cargos contra ellos constituyen persecución de la Iglesia».
Fieles de Filipinas marchan en favor de sus obispos y sacerdotes acusados de sedición por el gobierno. https://t.co/WCO6vBDBDQ…/ pic.twitter.com/EMm6q95bnO
— ACN Chile (@ACN_Chile) 7 de agosto de 2019
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