"Que el Espíritu Santo nos preserve de la tentación de archivar el dolor en lugar de sanarlo" El primer mensaje del Papa tras su salida del hospital, para las víctimas de abusos: "Que la protección se convierta en un lenguaje universal"

"En estos diez años habéis hecho crecer en la Iglesia una red de seguridad. ¡Seguid adelante! Seguid siendo centinelas que velan mientras el mundo duerme", señala Francisco
El Papa regresó con un mensaje (firmado el 20 de marzo) a la Asamblea Plenaria de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, que cumple su décimo aniversario y a cuyos participantes Bergoglio expresó su "gratitud" por el "valioso servicio" en favor de una Iglesia limpia de pederastas y cómplices
"Vuestra labor no se reduce a protocolos que aplicar, sino que promueve salvaguardias de protección: una formación que educa, controles que previenen, una escucha que devuelve la dignidad"
"Vuestra labor no se reduce a protocolos que aplicar, sino que promueve salvaguardias de protección: una formación que educa, controles que previenen, una escucha que devuelve la dignidad"
"En estos diez años habéis hecho crecer en la Iglesia una red de seguridad. ¡Seguid adelante! Seguid siendo centinelas que velan mientras el mundo duerme. Que el Espíritu Santo, maestro de la memoria viva, nos preserve de la tentación de archivar el dolor en lugar de sanarlo". El primer menaje del Papa Francisco publicado tras su salida del Gemelli no podía tener otro destinatario que las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
En concreto, con un mensaje (firmado el 20 de marzo) a la Asamblea Plenaria de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, que cumple su décimo aniversario y a cuyos participantes Bergoglio expresó su "gratitud" por el "valioso servicio" en favor de una Iglesia limpia de pederastas y cómplices.

"La prevención del abuso no es una manta que se extiende sobre las emergencias, sino uno de los cimientos sobre los que se construyen comunidades fieles al Evangelio", subrayó Francisco, quien indicó que "vuestra labor no se reduce a protocolos que aplicar, sino que promueve salvaguardias de protección: una formación que educa, controles que previenen, una escucha que devuelve la dignidad".
"Cuando implantáis prácticas de prevención, incluso en las comunidades más remotas, estáis escribiendo una promesa: que cada niño, cada persona vulnerable, encontrará en la comunidad eclesial un entorno seguro. Este es el motor de lo que debería ser para nosotros una conversión integral", recalcó el Papa, quien pidió a la comisión tres compromisos.

En primer lugar, "crecer en el trabajo común con los Dicasterios de la Curia romana" para mejorar la coordinación y la toma de decisiones; en segundo término, tal vez el más importante, "ofrecer a las víctimas y a los supervivientes hospitalidad y cuidado de las heridas del alma, al estilo del buen samaritano". Esto es: "escuchar con el oído del corazón, para que cada testimonio no encuentre registros que rellenar, sino entrañas de misericordia de las que renacer". Finalmente, "construir alianzas con realidades extraeclesiales —autoridades civiles, expertos, asociaciones—, para que la protección se convierta en un lenguaje universal".
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