V aniversario de la exhortación apostólica del Papa sobre la alegría del amor familiar Von Roland Müller: “‘Amoris Laetitia’ es mucho más que una nota al pie de página”
En la mente de muchos, la carta del Papa 'Amoris laetitia' representa sobre todo una cosa: una nota a pie de página que permite a los divorciados vueltos a casar recibir la comunión en ciertos casos. Sin embargo, para el periodista alemán Von Roland Müller, el documento del Santo Padre dice mucho sobre su pontificado “si se examina más de cerca”.
| Jordi Pacheco
'‘Amoris laetitia’ no es un documento cualquiera redactado por el Papa Francisco", sostiene, tajante, el vaticanista alemán Von Roland Müller hoy en el portal Katholish.de. "La exhortación postsinodal que se presentó al público hace cinco años está considerada como uno de los documentos más importantes del pontífice reinante porque la carta intenta una reorientación de la doctrina católica sobre el matrimonio y la familia y ha resuelto así los conflictos internos de la Iglesia, hasta el punto de la oposición abierta de cuatro cardenales al Papa”, asegura.
Publicada en abril de 2016, en ‘Amoris Laetitia’ (La alegría del amor), el papa trazaba las líneas sobre la pastoral de la familia. El polémico documento fue impulsado por el resumen de los resultados de los Sínodos de los Obispos de 2014 y 2015, cuyo objetivo era renovar la pastoral católica del matrimonio y la familia. Por ello, explica el periodista alemán, el Papa Francisco aborda en la carta los temas de la pareja, el amor, la sexualidad y la crianza de los hijos. “Lo característico de ‘Amoris laetitia’ es, por un lado, el mantenimiento fundamental de la visión y la enseñanza actuales de la Iglesia sobre el matrimonio, la familia y la sexualidad. Así, la exhortación subraya el valor especial de la castidad, rechaza los métodos de inseminación artificial y se pronuncia contra la equiparación de las parejas homosexuales con el matrimonio”, aclara el periodista alemán.
Otro de los aspectos que señala el pontífice en su carta es que se necesita más misericordia en la aplicación de la enseñanza moral. Insta a mirar con honestidad la realidad de la vida de las personas y señala que no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales tienen que ser decididas por la intervención magisterial. Con ello, en opinión de Von Roland Müller, “el Papa incluso promueve diferentes interpretaciones de algunos aspectos de la doctrina o de algunas conclusiones que podrían coexistir en la Iglesia sin poner en peligro la necesaria unidad de la enseñanza y la práctica eclesiástica”.
La nota 351
Y por si estas palabras suenan muy teóricas, el periodista alemán sugiere mirar una nota al pie de página (la nota con el número 351) en el capítulo octavo de la carta. En ella, el Papa escribe que "la ayuda de los sacramentos" puede darse a las personas que viven "en una situación objetiva de pecado, que no es subjetivamente culpable o, al menos, no lo es del todo". En el contexto de ‘Amoris laetitia’, esta observación se refiere a las parejas divorciadas y vueltas a casar que, según la enseñanza católica, no pueden recibir los sacramentos.
Tras el “animado debate” desatado con la publicación de la carta del papa, los obispos alemanes se mostraron "extremadamente agradecidos" por "Amoris laetitia", el entonces arzobispo de Filadelfia, Charles Joseph Chaput, en cambio, recomendó a los divorciados vueltos a casar que vivieran como "hermano y hermana" si querían recibir la comunión. En Argentina, los pastores principales habían tratado la recepción de los sacramentos por parte de los divorciados vueltos a casar y describieron el posible ingreso como parte de un proceso espiritual en el que un sacerdote acompañante tiene un papel importante. Sin embargo, como bien recuerda Von Roland Müller, “no todos los clérigos y fieles estaban de acuerdo con el jefe de la Iglesia”.
La oposición suscitada por ‘Amoris Laetitia’
Los cardenales Walter Brandmüller, Raymond Leo Burke y Carlo Caffarra y Joachim Meisner, considerados conservadores, empezaron a rasgarse las vestiduras y escribieron una carta personal a Francisco pidiéndole que que aclarara la "gran confusión" que, en su opinión, reina en la Iglesia. Tras esperar en vano una respuesta del Vaticano, finalmente publicaron sus preguntas en noviembre de 2016. Poco después, Burke sacó a relucir una "corrección formal" del Papa, endureciendo de nuevo las líneas de batalla.
Pero los cardenales contrarios a Francisco, recuerda Von Roland Müller, no pudieron ganar la lucha interna por el poder de la Iglesia ya que en diciembre de 2017, el Vaticano publicó en su boletín oficial un documento orientativo que prevé la admisión a los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía para los divorciados vueltos a casar en casos individuales. También esta “decisión de conciencia de casos individuales” fue apoyada por la Conferencia Episcopal Alemana meses antes. El teólogo vienés Jan-Heiner Tück, por su parte, vio en ella, a diferencia de los cuatro cardenales opositores, una "continuación legítima de la enseñanza anterior" y ninguna "ruptura de la tradición". Pero vio, a diferencia del Papa en su carta, la "unidad de la Iglesia católica universal" en peligro.
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