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El domingo comenzó la Asamblea sinodal de los obispos de la Iglesia caldea con una celebración eucarística presidida por el patriarca Louis Raphael Sako. En algunas sesiones de trabajo participarán, por primera vez, también laicos caldeos. El sínodo se desarrolla en el complejo patriarcal de Ankawa, en Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Con motivo de la apertura de los trabajos, el patriarca Louis Raphael Sako explicó que había enviado una misiva al Papa Francisco. En la carta, el Primado de la Iglesia caldea menciona la “gran alegría” con la que los cristianos acogieron el anuncio del Papa de que desea visitar Iraq el próximo año.
“Desde los primeros siglos la Iglesia caldea es una Iglesia misionera, que ha anunciado el Evangelio hasta en China, ha dado un gran número de mártires y continua creciendo hasta nuestros días. Podemos decir que siempre ha sido la Iglesia de los mártires a lo largo de la historia”.
En la carta al Papa, el Patriarca recuerda que “incluso nuestros hermanos musulmanes sufren por su vida todos los días, esperando que en el dolor compartido se puedan abrir caminos de esperanza para un futuro mejor”.
En los primeros dos días de Asamblea se desarrollará una tanda de ejercicios espirituales predicados por Joseph Soueif, arzobispo maronita de Chipre. Desde el martes 6 de agosto se llevarán a cabo las sesiones sinodales en las que también participará un miembro laico por cada diócesis caldea. La tercera y última parte de la Asamblea, a partir del jueves 8 de agosto, se reservará para los obispos.