Consagración episcopal del cardenal Artime y de monseñor Piccinotti El cardenal Tscherrig pide a Artime y Piccinotti que sean "pastores al estilo de Don Bosco"
“El obispo tiene que ser el buen pastor y éste busca a la oveja perdida por todo el mundo, hasta meterla en el redil. La herencia del obispo no es honor ni poder, sino sólo Dios. El buen pastor se consume por su gente”
“Jesús no eligió a una élite, sino a pescadores y hombres sencillos. Lo que cuenta es la sintonía con el Espíritu, para cumplir bien vuestro ministerio"
"El Espíritu les hará instrumentos de la santificación y apóstoles de la misericordia, del perdón y de la reconciliación”
"El Espíritu les hará instrumentos de la santificación y apóstoles de la misericordia, del perdón y de la reconciliación”
La gran fiesta salesiana. Es la primera vez que el Rector Mayor, que ya es cardenal, Ángel Fernández Artime, es consagrado obispo, acompañado de Giordano Piccinotti, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, en la catedral del Papa, la Basílica romana de Santa María la Mayor. Y a su lado, los más importantes cardenales y obispos salesianos, como Maradiaga, Sturla, López Romero o el otrora todopoderoso Bertone, asi como el oficiante principal, Emil Paul Tscherrig.
Antes de la ordenación el celebrante principal leyó la homilía, asegurando que Dios llama a los dos nuevos arzobispos a ser seguidores de los apóstoles. “Ser obispo implica siempre, como suele decir Francisco, una elección misionera capaz de transformar todas las cosas”.
Y añadía: “El obispo tiene que ser el buen pastor y éste busca a la oveja perdida por todo el mundo, hasta meterla en el redil. La herencia del obispo no es honor ni poder, sino sólo Dios. El buen pastor se consume por su gente”.
Porque “el buen pastor conoce a sus ovejas, porque tiene corazón abierto para los demás y está dispuesto a superar sus tendencias al egoísmo”. Y a eso nos ayuda el Espíritu del Señor. Para que el obispo sea “el buen pastor-padre, que consuela y guía y gobierna”. Al estilo de “Don Bosco, nuestro fundador”.
“Jesús no eligió a una élite, sino a pescadores y hombres sencillos. Lo que cuenta es la sintonía con el Espíritu, para cumplir bien vuestro ministerio. En los momentos de duda y cuando el cansancio invada el corazón, será el calor de Dios el que les ayudará. El Espíritu les hará instrumentos de la santificación y apóstoles de la misericordia, del perdón y de la reconciliación”. “Sean siempre pastores según el corazón de Jesús”, concluyó el celebrante.
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