Según el Servicio Estatal de Asuntos Étnicos y Libertad de Conciencia de Ucrania, el ejército ruso ha destruido o dañado 183 iglesias y otros edificios sagrados. De ellos, 173 sitios religiosos eran cristianos, por cinco islámicos y otros tantos judíos. El grueso de los ataques se centró en la Iglesia Ortodoxa Rusa, separada del Patriarcado de Moscú, oficialmente, a finales de mayo: 127 de sus edificios fueron destruidos total o parcialmente.
La mayor parte de los templos afectados se encuentran en las regiones de Donetsk (45), Luhansk (40), Kyiv (34) y Kharkiv (25). Solo en diez de los 24 distritos administrativos ucranianos todos los edificios sagrados se salvaron de la guerra. Según la lista difundida por la agencia, resultaron dañados 22 lugares de culto protestantes y 19 de la Iglesia ortodoxa independiente (autocéfala).
La Iglesia católica tampoco se ha salvado de los ataques. Así tres edificios pertenecientes a la Iglesia Católica Romana también están en la lista. El 1 de marzo, un proyectil alcanzó la casa del obispo en Kharkiv , en el noreste del país. En la diócesis de Kyiv-Zhytomyr, el estallido de una explosión destrozó las ventanas del seminario. Se dice que los soldados rusos saquearon el edificio y también robaron objetos litúrgicos. Una iglesia en un pueblo en el distrito de Kherson se incendió después de un bombardeo de artillería.
El 15 de marzo, se afirma en el informe, un tanque ruso disparó contra un edificio de la Caritas católica griega en el puerto de Mariupol, en el este de Ucrania. Como consecuencia de ello murieron dos trabajadores humanitarios y cinco personas que habían buscado refugio en la casa. Además, resultó dañada una iglesia católica griega en Irpin, cerca de Kyiv.
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