Marx: "No comprendo por qué la respuesta de "Amoris" no ha quedado clara" Los obispos alemanes proclaman que "la exclusión en la comunión ha pasado a la historia"
(Cameron Doody).- "La exclusión en la comunión ha pasado a la historia". Para el KirchenZeitung, las pautas de los obispos alemanes para la aplicación de Amoris laetitia abren la puerta a un "nuevo comienzo" en la Iglesia no solo para los católicos recasados. También lo pueden hacer para las parejas no casadas, para los matrimonios de distintas confesiones, o incluso para las personas homosexuales.
Para este diario -publicado por la diócesis de Hildesheim, pero cuyo contenido que se comparte en todo el país- la exhortación apostólica sobre la alegría del amor no deja ningún lugar a dudas. "La cuestión está clara: el Papa abre a los divorciados vueltos a casar el acceso a los sacramentos de la confesión y de la comunión en algunos casos", sostuvo el rotativo en una tribuna reciente.
Los obispos alemanes -al igual que Francisco- "también ven la posibilidad de que divorciados vueltos a casar reciban la comunión" después de haber "sido acompañados por un consejero y de examinar su conciencia". Postura que plasmaron los prelados germanos en el reciente documento en el que cargaron, por un lado, contra las "actitudes rigoristas, estancadas en juicios rápidos" que conducen a la exclusión de los fieles recasados, y exigieron, por otro, "soluciones diferenciadas y apropiadas a los casos individuales que se pueden aplicar cuando el matrimonio no se puede anular". Al fin y al cabo, "la decisión individual de comulgar ha de respetarse", clamaron en aquel texto.
Y es que esa insistencia en la primacía de la conciencia en la decisión de volver a la confesión y a la comunión puede ser, para el KirchenZeitung, "un modelo para otras preguntas difíciles". A partir de ahora, "la discusión será si se refiere a las parejas no casadas u homosexuales, y a los matrimonios de católicos con personas de otras confesiones". Esta posibilidad de abrir el debate a otras situaciones vitales igual de "dolorosas y retadoras" se debe a que los obispos alemanes, junto con el Papa, han logrado demostrar que en lo que la recepción de los sacramentos se refiere "no hay reglas generales, sino un discernimiento diferenciado tanto para pastores como para los afectados".
"Para aquellos que quieren vivir su fe en la Iglesia", señaló por último el periódico alemán, la solución de acompañamiento, discernimiento e integración propuesta por los obispos alemanes puede ser una buena respuesta. Mediante este proceso pastoral, señaló, para estas personas "se abre la oportunidad de un nuevo comienzo, que incluye el confesionario y el comulgatorio".
El cardenal Marx: "No puedo comprender por qué la respuesta no ha quedado clara"
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana y también arzobispo de Múnich y Frisinga, cardenal Reinhard Marx, ha defendido las directrices de los obispos del país, insistiendo a su vez en que no incluyen "nada que no esté ya escrito en Amoris laetitia".
Hablando en rueda de prensa, al margen de la vista al Vaticano de la representación de la Iglesia evangélica alemana, el purpurado afirmó que, a su juicio, el significado de la exhortación apostólica sobre la familia es perfectamente obvio.
"Creo que Amoris laetitia es bastante clara, pero como conferencia episcopal decidimos subrayar algunos puntos no porque el Papa no haya sido claro sino para subrayar, por ejemplo, la preparación al matrimonio, acompañar a las parejas y otras cuestiones específicas de irregularidades", subrayó Marx en su conversación con la prensa.
Cabe recordar que en ese sentido, el arzobispo de Berlín, Heiner Koch, recientemente observó que, al adoptar el hilo conductor de la conciencia propia como factor determinante a la hora de decidir comulgar, los obispos alemanes solo han puesto en práctica la voluntad del Papa. "Estamos firmemente convencidos de que esa es la intención -tanto en la letra como en el espíritu- que el propio Papa Francisco desea y asume, por lo que la ponemos en práctica junto con él", sostuvo Koch.
A un periodista que insistió en que para miles de sacerdotes y fieles alrededor del mundo el escrito papal engendra confusión y desconcierto, el cardenal Marx contestó rotundamente: "Puede leer Amoris laetitia, y creo que en nuestra conferencia había unanimidad, algunos obispos plantearon cuestiones pero creo que es clara la posición y la línea del Papa. Fui miembro de dos sínodos, y estuve en las discusiones entre los sínodos y en las discusiones en el sínodo, y después leí Amoris laetitia y me dije: "No puedo comprender por qué la respuesta no ha quedado clara"".
Marx incluso desmintió, en aquella ocasión, los rumores de un posible desacuerdo de los obispos alemanes con su compatriota, el inmovilista Prefecto de Doctrina de la Fe, cardenal Gerhard Müller. "No he recibido cartas de otros cardenales sobre nuestra declaración", zanjó Marx en este sentido.