Robert Zollitsch fue presidente de la Iglesia alemana, y uno de los primeros prelados defenestrados por Francisco El arzobispo emérito de Friburgo, procesado por encubrimiento de abusos

El arzobispo emérito Zollitsch
El arzobispo emérito Zollitsch

La decisión se toma tras la presentación de los resultados de los análisis de la comisión antiabusos de la diócesis, centrado en 24 casos a modo de ejemplo. Entre ellos, alguno que implica, como posible encubridor, a Zollitsch. En total, se mencionan 250 sacerdotes acusados y al menos 540 afectados, durante la época en que el prelado también ejerciera como presidente del episcopado alemán

"Aquí se pervirtió claramente el mensaje de Jesús", clamó el actual arzobispo, Stephan Burger, quien no quiso pronunciarse sobre las responsabilidades que debería asumir su antecesor, remitiéndose al "juicio de Roma"

Y qué dice el máximo implicado? Imponerse silencio, "por consideración a los afectados por la violencia sexualizada y por respeto a una necesaria y completa reevaluación", tal y como señaló su portavoz

Fue uno de los primeros casos de posible encubrimiento con los que tuvo que lidiar el Papa Francisco. En septiembre de 2013, apenas cumplidos los 75 años, Bergoglio aceptaba la renuncia de Robert Zollitsch como arzobispo de Friburgo, en mitad de un escándalo de abusos en la diócesis. Ahora, tal y como informa Katholisch.de, la Iglesia ha decidido abrir un proceso eclesiástico por encubrimiento contra él.

La decisión se toma tras la presentación de los resultados de los análisis de la comisión antiabusos de la diócesis, centrado en 24 casos a modo de ejemplo. Entre ellos, alguno que implica, como posible encubridor, a Zollitsch. En total, se mencionan 250 sacerdotes acusados y al menos 540 afectados, durante la época en que el prelado también ejerciera como presidente del episcopado alemán.

La responsabilidad del 'Nosotros'

Zollitsch jamás negó su responsabilidad, pero la desdibujó en un enigmático 'Nosotros', tal y como apuntó en rueda de prensa el responsable del análisis, el abogado Eugen Endress. Por su parte, el actual arzobispo, Stephan Burger, mostró su estupefacción ante los resultados del informe: "Mis predecesores en el cargo simplemente ignoraron el derecho eclesiástico aplicable, que preveía la intervención y la denuncia de los casos".

"Aquí se pervirtió claramente el mensaje de Jesús", clamó el arzobispo, quien no quiso pronunciarse sobre las responsabilidades que debería asumir su antecesor, remitiéndose al "juicio de Roma", en referencia al proceso eclesiástico. Lo que sí hizo Burger fue pedir perdón a las víctimas por el "fracaso" de la archidiócesis a la hora de tramitar los escándalos.

"Allí donde cometí errores en el pasado, donde no fui sensible con los afectados en el cumplimiento de mi tarea, lo lamento profundamente y pido perdón", señaló Burger, quien trabajó en la diócesis desde 2007. El prelado sí se comprometió a aprender de los errores del pasado, y subsanar las deficiencias estructurales en la diócesis. 

¿Y qué dice el máximo implicado? Imponerse silencio, "por consideración a los afectados por la violencia sexualizada y por respeto a una necesaria y completa reevaluación", tal y como señaló su portavoz. Tal vez, entonces, sí se dé una petición explícita de perdón. 

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