Ha sucedido en la iglesia de San Miguel Arcángel. Ayer por la mañana nadie daba crédito cuando entraron en la iglesia genovesa y se toparon con un gran jabalí que les miraba desde el altar.
Los presentes manifestaron que «gracias a Dios, el animal no produjo daños a las personas. Tan solo algunos bienes del interior de la iglesia fueron destrozados, sobre todo las flores, muchas flores».
Los habitantes de la región están acostumbrados a las incursiones de jabalíes en las zonas rurales, pero nunca habían constatado que existiera un jabalí devoto. La sobrepoblación de jabalíes es un problema creciente en esta zona italiana, y muchos piensan que se necesita «un milagro» para que, en tiempos de pandemia, se resuelva un problema que va a más.