El temor al contagio por coronavirus ha llegado también a la Iglesia. Al menos así se desprende de la actuación del obispo de Gibraltar, Monseñor Carmel Zammit, que ha decidido anular el tradicional saludo de la paz de las misas católicas para evitar este contagio.
Asimismo, relata el diario ABC en su edición de Sevilla, se ordenó que los sacerdotes deberán desinfectarse las manos antes y después de ofrecer la Sagrada Comunión para prevenir la propagación del COVID-19.
Igualmente, Monseñor Zammit ha pedido a los feligreses que no reciban la Sagrada Comunión con la lengua, sino con la mano, también como medida para prevenir el contagio de la enfermedad que ya ha dejado más de 1300 víctimas mortales y 14.840 casos de infección
Aunque las autoridades chinas han informado que el riesgo de contraer la neumonía de Wuhan a nivel local es bajo, el obispo considera que es necesaria la medida para asegurar que el virus no se expanda.
