"Es inaceptable que grupos armados extranjeros cometan crímenes en nuestro país" Los obispos del Congo lanzan un 'sos' por el pueblo: "La gente se siente abandonada"
Piden "un cambio ético fuerte a la luz del Evangelio, a nivel personal, social y político, que marque un verdadero punto de inflexión en la gestión del país", que no logra recomponer la estabilidad tras haber celebrado las elecciones presidenciales en diciembre de 2018
Exigen al nuevo presidente, Félix Tshisekedi, "la apertura del espacio político y mediático, la liberación de los presos políticos y el regreso al país de los exiliados políticos"
| Vatican News
"Las elecciones del 30 de diciembre de 2018 han suscitado esperanzas de cambio en el país". Son las palabras de los obispos de la República Democrática del Congo (RDC) en el mensaje publicado al final de su 56ª Asamblea Plenaria y difundido por la agencia de noticias Fides.
Tras sufrir varios aplazamientos, las elecciones presidenciales congoleñas finalmente se celebraron a finales de diciembre y fueron ganadas por Félix Tshisekedi. A pesar de la polémica postelectoral, los obispos reconocen que "la gente habla de una ruptura real con el viejo sistema de gobierno. Es en esta perspectiva que los primeros actos del nuevo presidente de la República deben ser bienvenidos, incluyendo la apertura del espacio político y mediático, la liberación de los presos políticos, el regreso al país de los exiliados políticos", se lee en el mensaje de los prelados.
Inseguridad y violencia
Asimismo, la Conferencia Episcopal también denuncia la inseguridad de las regiones del este de la RDC, debido a la violencia perpetrada por varios grupos armados, algunos de ellos de origen extranjero.
"Es inaceptable que grupos armados extranjeros se establezcan, entrenen y cometan crímenes en nuestro país, sin atacar a sus países de origen contra los que se supone que deben rebelarse. La gente se siente abandonada".
"Todo indica que el plan de desestabilización y balcanización del país continúa, orquestado externamente con la complicidad de algunos de nuestros compatriotas", sostienen los obispos, condenando además los ataques a los centros de salud que atienden a las personas afectadas por la epidemia del Ébola, que en 10 meses se ha cobrado la vida de 1.500 víctimas en el noreste.
El mensaje concluye esperando un cambio ético fuerte a la luz del Evangelio, a nivel personal, social y político, que marque un verdadero punto de inflexión en la gestión del país.
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