La Etapa Continental del Sínodo de la Sinodalidad, a debate en los 41 Jueves de RD "Una Iglesia que no es sinodal, no es Iglesia"
Rafael Luciani: "Este proceso nos coloca en una novedad de pensarnos como Iglesia en un nuevo modelo sinodal, una parroquia ya tiene que buscar una nueva forma de renovarse, de cambio, lo mismo en la vida diocesana y religiosa. Esto es difícil, porque hemos sido formados en una manera de ser Iglesia en donde había poca participación, muy clerical"
Daniela Cannavina: "Los espacios de diálogo generados han intentado desaprender algunas formas antievangélicas que había en la Iglesia. Este metodo nos ha ido a ayudando a vivir en primera persona el proceso y ahora hay que dar pasos para concretar esa escucha colaborativa en condiciones de igualdad y de respeto mutuo"
Luis Manuel Romero: "Una Iglesia que no es sinodal, no es Iglesia, y yo soy un convencido de la sinodalidad. En España, el proceso ha sido lento, al principio hubo un cierto escepticismo inicial, en el que la gente se preguntaba si serviría para algo, y com o ha sucedido en otras Iglesias, los laicos se implicaron más que los sacerdotes"
Luis Manuel Romero: "Una Iglesia que no es sinodal, no es Iglesia, y yo soy un convencido de la sinodalidad. En España, el proceso ha sido lento, al principio hubo un cierto escepticismo inicial, en el que la gente se preguntaba si serviría para algo, y com o ha sucedido en otras Iglesias, los laicos se implicaron más que los sacerdotes"
Una semana después de la presentación en Roma de «Ensancha el espacio de tu tienda» (Is 54,2), el documento de trabajo para la Etapa Continental del Sínodo recién inaugurada, los retos del Sínodo de la Sinodalidad y la necesidad de pasar 'De una Iglesia que escucha a una Iglesia que aprende' han sido los ejes de los 41 Jueves de RD, posibles gracias al patrocinio de Instituciones Religiosas del Banco Sabadell y el apoyo técnico de Católicos en Red.
Moderados por Jesús Bastante, redactor jefe de RD, en la webinar han intervenido Luis Manuel Romero, secretario de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar del Episcopado español, y uno de los responsables de la síntesis española de la fase sinodal; el teólogo venezolano Rafael Luciani, quien ha participado en el proceso de elaboración del documento de trabajo de la etapa continental; y la secretaria general de la CLAR, la argentina Daniela Cannavina. El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos, Osoro, finalmente no pudo participar debido a un imprevisto de última hora, pero envió un saludo a los participantes y a todos los que seguían la retransmisión.
Un documento de muchas manos y muchas culturas
Rafael Luciani comenzó el debate desatacando el hecho de que el documento de 46 páginas ahora presentado para la nueva fase sinodal ha sido realizado "entre muchas manos y muchas culturas", subrayando "este hermoso momento en que se encuentra la Iglesia, que está en actitud de escucha, y donde muchos informes nacionales inciden en que 'es la primera vez que la Iglesia me pregunta algo'.
Esto, prosiguió el teólogo, "nos indica que hay que tomar otra actitud para que la escucha sea algo permanente" en "un camino que no tendrá vuelta atrás, porque se está viviendo una dignidad bautismal donde cada uno tiene que convertirse para aprender a escuchar y caminar juntos".
"Una Iglesia que no es sinodal, no es Iglesia, y yo soy un convencido de la sinodalidad", enfatizó por su parte Luis Manuel Romero, quien aseguró que este proceso en España "ha sido lento, al principio hubo un cierto escepticismo inicial en el que la gente se preguntaba si serviría para algo, pero luego se han implicado todas las diócesis, aunque con un mayor implicación y entusiasmo por parte del laicado que de los sacerdotes, algo común a otras iglesias", y en donde lo que más se ha valorado ha sido "la libertad para poder hablar y que se escuche a la gente".
Para la secretaria general de la CLAR, "la sinodalidad ya tiene clave de ciudadanía en la Iglesia y una de las palabras que más resonó en los informes fue la palabra 'gracias', por tener voz y ser sujeto de palabra, por tener un espacio para expresarse. Es muy fuerte escuchar esto".
Los espacios de diálogo generados han intentado desaprender algunas formas antievangélicas que había en la Iglesia
Y es que, para Daniela Cannavina, "los espacios de diálogo generados han intentado desaprender algunas formas antievangélicas que había en la Iglesia. Este metodo nos ha ido a ayudando a vivir en primera persona el proceso y ahora hay que dar pasos para concretar esa escucha colaborativa en condiciones de igualdad y de respeto mutuo, siendo cobradores de esta novedad, y buscar juntos qué rostro darle. Es un proceso muy bonito en donde hay que liberarse de marcos mentales ya generados".
"Este proceso nos coloca en una novedad de pensarnos como Iglesia en un nuevo modelo sinodal, una parroquia ya tiene que buscar una nueva forma de renovarse, de cambio, lo mismo en la vida diocesana y religiosa. Esto es difícil, porque hemos sido formados en una manera de ser Iglesia en donde había poca participación, muy clerical y en donde los laicos no se nos dejaba haber. Por eso, el Papa extiende un año más el Sínodo para seguir profundizando en esta nueva manera de ser Iglesia", apuntó Rafael Luciani.
Coincidió Romero en que este "es un proceso que requiere tiempo, y aunque el Papa lo haya prorrogado un año más, esto no significa que el proceso no esté funcionando, porque la sinodalidad ha venido para quedarse. Y, siendo sacerdote, tengo que reconocer que es un cambio mayor para los sacerdotes y pastores que para los laicos, por eso le ha costado implicarse más al clero que a ellos en ese cambio de mentalidad, una mentalidad no tan clerical, de participación, donde todos nos sintamos igual, con la igual dignidad común bautismal.
"Esto implica -añadió por su parte Cannavina- revisar también los estilos de gobierno en las instituciones y revisar un estilo que es jerárquico, también en la vida religiosa". En todo caso, añadió, "aunque a nivel de documentos vamos bien, hay algo que me preocupa, hay que ver cómo se aterriza todo esto, cómo se anclan todas estas cuestiones que estamos hablando, porque si no hay toma de decisiones, esto será solo dar una capa de barniz..".
"Que no sea vea el tema de la sinodalidad como una moda del papa Francisco, sino que es algo constitutivo de la Iglesia, forma parte de su ADN, y me gustaría que este proceso se entendiera así", señaló po su parte Romero, quien también reconoció que "la dificultad viene a la hora de ir aterrizando estas decisiones" y recordando que "en España mucha gente no sabia qué era la sinodalidad y no todos entendimos lo mismo sobre ella".
"Se trata de inclusión, de ensanchar la tienda"
"No es una moda este proceso sinodal. Lo dijo también el Papa. Tampoco es democracia ni parlamentarismo", añadió Luciani, quien sí reclamó "que todo lo que se hace y vive en la Iglesia debe estar permeado por esta sinodalidad", reivindicando "esa imagen de extender la tienda, de ensanchar la Iglesia, de caminar todos juntos, independientemente de que podamos estar de acuerdo o no. No se trata de que sea de los que están en esa tienda, sino de abrirla y ensancharla para que puedan entrar otros, se trata de la inclusión, no de los que están de acuerdo, sino de todos".
"Me ha gustado mucho la imagen bíblica de ensanchar la tienda, porque es una imagen de hogar, de comunión, donde no hay hijos exiliados, donde, cuando hay tensiones, es muy importante el discernimiento, donde entra el Espíritu Santo, porque no podemos olvidar que este es un proceso también espiritual", apostilló por su parte Luis Manuel Romero..
El clamor de los que no están
"Hay un clamor muy grande por parte de los jóvenes, que no logran entrar en la Iglesia", señaló la secretaria general de la CLAR, al hacerse eco de algunos aspectos dolorosos en este proceso y para los que apenas se han empezado a dar pasos. "Quizás nosotros tenemos que adecuarnos para hacer un camino en comunión", apuntó y dejó constancia también de "otros temas más escabrosos, como la diversidad de género, los divorciados vueltos a casar, etc. de los que se dijo que son cuestiones que no se pueden plantear como definitivas, pero sí es verdad que van quedando como procesos de reflexión sobre los que hay que seguir reflexionado y pensando, dando pasos".
En este punto surgió el tema de las resistencias, reconocidas por todos los participantes. "Hay resistencias de algunos que no quieren sentarse en este proceso, por eso tenemos que partir de abajo, de sentarnos, de conocernos, de discernir y luego ya vendrán los consensos", señaló Luciani.
"Venimos de una Iglesia muy clerical, y desde ahí se entiende que haya cosas que cuesten mucho. Sucedió en la síntesis de la Iglesia española, y valoro que aparezcan también en esta fase continental, porque es un camino en el que nos costará todavía afrontar estos temas con mayor naturalidad y espontaneidad, pero valoro que por lo menos aparezcan en las síntesis y en el documento de la etapa continental, lo que significa que se ha hecho esa escucha", constató por su parte Romero.
"Ha habido resistencias, resistencias que liquidan la comunicacion, resistencias surgidas de mucho temor, como da temeor revisar el camino de una Iglesia milenaria. Y es que todavía no hemos asimilado el Vaticano II y este Sínodo sigue concitando resistencias", sostuvo Cannanina
"En España -incidió Romero- ha habido también muchas resistencias y menos participación de la que se esperaba. Nos ha costado muchísimo, muchísimo llegar a los jóvenes y a toda esa gente que no está participando en el día a día de la Iglesia y me cuesta entender, y me da pena, que el tema del proceso sinodal a veces divida a la iglesia en dos partes, cuando la intención del proceso sinodal es ayudarnos a vivir en comunión en el seno de la Iglesia".
El Papa no nos está hablando de una reforma para diez años. Y esta transición no es fácil, de ahí las resistencias
Para Rafael Luciani, "con este Sínodo estamos viviendo otra transición en la Iglesia, qué modelo, qué forma de ser Iglesia queremos de cara al tercer milenio. El Papa no nos está hablando de una reforma para diez años. Y esta transición no es fácil, de ahí las resistencias internas y externas. El reto está en las 'tensiones generadoras', como dice el documento".
Una transición en la que la religiosa esperan que se desarrollen algunas expresiones contenidas en el documento, como "la Iglesia inclusiva, abierta, acogedora, desestructuradora de un poder piramidal y clerical".
Con todo, Luis Manuel Romero quiso recordar que "hay estructuras ya en nuestra Iglesia que son sinodales y que, en la práctica, no lo están siendo, como los consejos diocesanos, de pastoral y otros..." Y es que, prosiguió el sacerdote a modo de conclusión, "la sinodalidad no es un modo de ser Iglesia, sino el modo de ser Iglesia, es el camino que estamos llamados a recorrer guiados por el Espíritu Santo para llegar a ser una Iglesia de pastoral misionera, en vez de una Iglesia con una pastoral de mantenimiento. Sin sinodalidad no hay tampoco evangelización, que es la finalidad de la Iglesia".
"Asumir la profecía propositiva"
La secretaria general de la CLAR, a la hora de afrontar el futuro inmediato del proceso, invitó a no desistir, a asumir la profecía propositiva para corregir lo que no funciona, a desbloquear los silencios que nos paralizan". "Es el momento -enfatizó- de la palabra, acompañada de un testimonio creíble de vida en el que acoger otras voces que nos cuestionan y nos desinstalan de nuestras formas de confort, los rostros de tantos excluidos a los que no queremos ver o no queremos escuchar".
Luciani, por su parte, subrayó que este proceso es "el paso necesario de una Iglesia que escucha a una Iglesia que aprende, una Iglesia que es de todos, no solo de obispos y sacerdotes", e hizo votos para que en este tiempo "haya una reforma de lo que significa la ministerialidad en la Iglesia, de lo contrario, nos quedaremos esperando".
En el videomensaje que envió el cardenal Osoro, invitó a los participantes a seguir "animándonos en este momento de gracia que vive la Iglesia" en un "momento histórico" presidido por la novedad de una época que está apareciendo en al horizonte.