“Corazón de Padre” descubriendo a José de la casa de David Xavier Bartumeus, devoto de San José: “Sin San José no hay Sagrada Familia”
Goya producciones completa su “trilogía de corazones”
La película se estrenará el viernes 18 de marzo
prefiero imaginarme a un José que abraza a María y le hace temblar y sentir mariposas en el estómago
prefiero imaginarme a un José que abraza a María y le hace temblar y sentir mariposas en el estómago
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
La figura de San José siempre ha estado ahí presente, en un segundo plano, castamente. Hace poco hemos vivido el año de San José proclamado por el Papa Francisco, y ha servido para volver a destacar su figura y la devoción que el padre terrenal y tutor de Jesús de Nazaret lleva despertando en millones de personas.
Este 18 de marzo se estrena en los cines de España, “Corazón de Padre”, un documental de Goya Producciones que redescubre la personalidad de José de Nazaret, no como una figura del Belén o un silencioso personaje histórico, sino como el de un padre muy especial con poder para ayudar a millones de personas en la actualidad.
El nuevo documental dirigido por Andrés Garrigó y distribuido por European Dreams Factory, y la colaboración de Bosco Films, llegará a las salas de cine en España el próximo 18 de marzo.
“Corazón de Padre”, dirigido por Andrés Garrigó, fue rodado en diversos países del mundo (Italia, Estados Unidos, Canadá, Perú, Francia, Filipinas, entre otros). En ellos, los protagonistas de auténticos milagros cuentan sus historias y los favores de San José, que van desde conversiones radicales y curaciones imposibles, hasta la recomposición de matrimonios rotos.
“Este hombre que trabajaba en un taller hace 2000 años tiene hoy pluriempleo. Actúa como protector de padres y familias, como patrono de la Iglesia, como intercesor de los trabajadores, y ayuda de los moribundos. En la película destacamos uno de sus títulos menos conocidos: terror de los demonios”, comentaba el director el día de su presentación.
En España, el documental descubre la especial presencia de San José en Toledo, en Ávila y en Barcelona, ciudad esta donde se han rodado escenas en el templo de la Sagrada Familia, en el Santuario de San José de la Montaña y en las calles de la gran urbe en las que, por la noche, los Jóvenes de San José atienden a los indigentes.
Para Garrigó, esta producción “completa lo que podríamos llamar la trilogía de Goya: ‘Corazón Ardiente’, ‘Fátima, el Último Misterio’, y ‘Corazón de Padre’, que representan respectivamente a “Jesús, María y José”, la Trinidad de la Tierra.
Entre los testimonios destaca el del “P. Donald Calloway (Estados Unidos), que pasó, de una juventud turbulenta con penas de cárcel, a convertirse, y hacerse sacerdote y propagador mundial del amor al Patriarca”, señala Garrigó. Y el de Xabier Bartomeus que es con quien hablamos para esta entrevista
Xavier Bartumeus, artista que participa en la producción con su testimonio. Su vida dió un giro radical al cruzarse en su vida con la figura de San José que … tenía que salir de sus manos.
¿En qué momento de su vida le llega el encargo de hacer una figura de San José?
Fue un momento de crisis personal. Había desechado la idea de la religión, estaba deprimido. Había soltado el ancla. Y en ese momento me pidieron hacer un San José, como soy artista pues no me negué, pero para mí era un trabajo más. Pero en el proceso de su creación empecé a meditar sobre la figura de este hombre. Y poco a poco, casi sin darme cuenta fui regresando a esa religión de la que me había alejado. A medida que iba formando la imagen era más consciente de que era una figura humana, de que era el padre de Jesús. Puedo decir abierta y sinceramente que empecé a dialogar con la imagen y ese diálogo me volvió a encender.
Cuando un artista tiene que hacer una figura humana generalmente suele tener una referencia real, ¿en quién se basó usted para su San José?
Sí, cierto. Como catalán siguiendo al maestro Gaudí me fijé en gente de la calle, gente real. Yo tenía varios candidatos y el que escogí fué el que prendió la llama. El se llama Luis y es muy devoto de San José, un dato que yo desconocía cuando lo escogí para hacer el molde de su rostro.
Hay una cuestión que se aborda en la cinta y es la edad de San José, la cuestión de si al desposarse con María era un hombre joven o mayor. ¿Qué trascendencia tiene para usted esa cuestión?
Pues es un tema que pensé mucho cuando me encargaron la figura. No quería caer en estereotipos de otras imágenes y opté por la intuición, o por el Espíritu Santo, quizá. Y me imaginé un hombre recio, amable, fuerte y con el pelo corto, de unos treinta y tantos. Le imaginaba ya con una edad capaz de marchar a Egipto, y lo del pelo corto porque me informé de que los judíos acostumbraban a llevarlo corto. Para mí lo imaginaba como un hombre maduro de treinta y tantos años, con una diferencia de edad con María pero tampoco un anciano como a veces se le ha representado.
Realmente más que una película sobre la figura de San José me ha parecido un documental sobre la devoción a San José. Tu hoy la vives con intensidad, ¿Qué puedes decirnos?
Sí es cierto que la película incide más en las personas que viven la devoción a San José que en la figura del mismo. Y para mí su descubrimiento ha sido como despejar la “x” de la ecuación: Sin San José no hay Sagrada Familia. San José pasa a ser la clave de la ecuación, la que sin ella la ecuación no es posible. Para mí pasa de ser alguien que estaba desapercibido para mí a estar presente en mi vida en primer plano. Y es un personaje que no hace falta que diga nada, pero crió y educó al Niño Jesús, que se dice fácil. Y luego tampoco puedo olvidar que es el patrón de los artesanos, de mi oficio.
Para terminar invite a ver esta cinta en los cines y de un motivo para hacerlo
Hay que ir a ver “Corazón de Padre” para descubrir lo que no se lee en la Biblia pero sí está en la Biblia. Para descubrir la necesidad de una figura como la de San José que para mí es el silencio reparador. Con la película van a poder ir más allá de las típicas y folclóricas imágenes que conocemos de San José. Verán a un San José vivo, presente, actual, a “un José”. Y a partir de ahí quizá pasen a venerar a esta figura.
“Corazón de Padre” web oficial: www.corazondepadre.es
Sinopsis.
¿Quién es en realidad José de Nazaret? Hemos emprendido un viaje por el mundo para averiguar si es cierto lo que aseguran algunos: que este hombre misterioso está hoy más activo que nunca. Nos detendremos en lugares emblemáticos de los cinco continentes descubriendo santuarios, fiestas y devociones en honor a aquel carpintero discreto y silencioso. Y conoceremos impactantes testimonios de personas cuyas vidas dieron un giro gracias a San José.
La Productora
Goya Producciones se ha convertido en sus 22 años de labor, en un referente mundial en la producción y distribución de contenidos audiovisuales con valores. Sus últimos estrenos han tenido gran aceptación de crítica y público. Así lo demuestran títulos como ‘Fátima, el último misterio’, ‘Corazón Ardiente’, o el filme “Tierra Santa. El último peregrino”, sobre conversiones y testimonios ocurridos en la tierra de Jesús. Con “Petra de San José”, su producción más reciente, ha continuado su apuesta por mostrar en la gran pantalla la vida de personas que han dejado una huella profunda, como es el caso de “Poveda” o de “Luz de Soledad”.
Non solum sed etiam
La castidad de San José
Por algún extraño motivo la castidad siempre creo haberla entendido, o que se me ha explicado, vinculada a la afectividad y a las relaciones sexuales. Pero en la carta apostólica del Papa Francisco, al inicio del Año dedicado a San José, he encontrado la definición de la castidad. Este es el párrafo:
“Ser padre significa introducir al niño en la experiencia de la vida, en la realidad. No para retenerlo, no para encarcelarlo, no para poseerlo, sino para hacerlo capaz de elegir, de ser libre, de salir. Quizás por esta razón la tradición también le ha puesto a José, junto al apelativo de padre, el de “castísimo”. No es una indicación meramente afectiva, sino la síntesis de una actitud que expresa lo contrario a poseer. La castidad está en ser libres del afán de poseer en todos los ámbitos de la vida. Sólo cuando un amor es casto es un verdadero amor. El amor que quiere poseer, al final, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca, hace infeliz. Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso para equivocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida.” (Patris Corde 7. 25)
En primer lugar el apelativo de “casto” para San José no aparece en un capítulo dedicado a su relación con María, sino en el que habla de su papel como padre. Segundo, la castidad está vinculada a la libertad y a la actitud de no posesión. Y Tercero, “Sólo cuando un amor es casto es un verdadero amor”. Por lo tanto la castidad está relacionada con la entrega no egoísta, se podría decir. Por lo tanto la castidad en la vida de pareja no es la negación o la ausencia de relaciones, sino el ejercicio de unas relaciones en libertad y desde la entrega no egoísta.
Tengo la sensación de que llevamos siglos predicando una “castidad equivocada”. Incluso en el relato de la vida entre María y José. Cómo pueden ser un modelo de pareja y de familia en una vida de renuncia a la entrega mutua. Vale que Cristo naciera de María Virgen, pero después, una vida casta de los esposos lo que nos dice es que fue una vida de entrega absoluta del uno al otro, donde ninguno buscó el protagonismo, más bien donde el protagonismo, el centro de sus vidas fue Jesús, pero no veo que tuviesen que renunciar a su condición de esposos. Más aún a ser un verdadero modelo de esposos. En la fidelidad y en la castidad, bien entendidas.
Aunque pueda resultar escandaloso para algunos yo prefiero imaginarme a un José que abraza a María y le hace temblar y sentir mariposas en el estómago; un José que besa apasionadamente a su esposa, a su compañera; un José que se entrega en cuerpo y alma a su mujer y que recibe la misma entrega. Para nada me resulta escandaloso imaginar a José y María amándose bajo las sábanas de su lecho. Más diría, me resulta así más fácil tenerlo como modelo de padre y de esposo.