Un año más en torno al mes de marzo y a la festividad de San José las diócesis vascas celebran su jornada misionera y una de las actividades es la llegada del testimonio de “Las Voces del Sur”. Miembros de las comunidades cristianas de base de los territorios con los que las diócesis de Vitoria, Bilbao y San Sebastián mantienen relación desde su inicio como Misiones Diocesanas Vascas.

Este año las personas elegidas para ofrecer su testimonio han sido Manolo y Trini, de las comunidades de San Isidro y Cojimíes de Manabí, en Ecuador. A lo largo de estas semanas, y hasta el 19 de marzo, recorrerán distintos lugares de la geografía vasca hablando del legado del Grupo Misionero Vasco, de los proyectos sociales y pastorales que se están llevando a cabo con el apoyo de las diócesis vascas y también harán un poco de turismo para conocer la tierra de origen de los misioneros que les llevan más de 70 años acompañando. 

Este pasado miércoles recalaron en las dependencias de Berakah donde pudieron tener un encuentro con otros latinoamericanos que han viajado hasta Vitoria-Gasteiz buscando una vida mejor. Se encontraron dos realidades de una misma tierra, la de quienes han encontrado motivos para seguir luchando allí y la de quienes los han tenido para salir.

Durante el encuentro Trini, quien relató como en el terremoto de 2016 lo perdió todo, dio un mensaje de esperanza, de confianza en la lucha y la constancia de cada día. “Cuando la noche es más oscura más cercano está el amanecer” les dijo. 

Por su parte Manolo habló del proyecto de la Fundación Raíces y Sueños y el trabajo de recuperación de la cultura montubia.

Ambos recordaron el legado de los misioneros vascos, artífices de todos los avances que las comunidades de aquellas tierras vienen experimentando en los últimos 70 años. Una labor que continúa con los tres misioneros vascos que siguen en esas tierras.

En un reciente artículo (https://www.religiondigital.org/non_solum_sed_etiam-_el_blog_de_txenti/Visibilizar-Cultura-Montubia-Ecuador-proyecto_7_2636206363.html )  exponemos cómo el proyecto Raíces y Sueños de San Isidro tiene sello alavés, y no es una afirmación gratuíta porque fue un misioneros alavés, Juan Ramón Etxebarría quien hace unos 20 años apostó por la recuperación de la cultura Montubia y soñó un proyecto que hoy es ya una realidad.

Raíces y Sueños es un proyecto que ha logrado rescatar in extremis el legado oral de sus mayores poniendo de nuevo en valor una cultura que había llegado a ser despreciada incluso por ellos mismos. 

Ahora niños y jóvenes se preocupan por aquellos rasgos de la cultura de sus ancestros por sus raíces, y las traen al presente en un ejercicio de sueño de una sociedad mejor.

Además el rescate que desde la etnología, la antropología y la arqueología se está llevando a cabo ha conseguido darle un enfoque de interés para el turismo, de manera que lo quieren convertir en una fuente de trabajo e ingresos para la zona. 

Entrevista a JuanRa Etxebarría

En la siguiente entrevista Juanra recuerda cómo este proyecto bebe del legado del Grupo Misionero Vasco. Ya desde sus inicios en el año 1948 el sacerdote misionero, uno de los primeros 8 que viajaron a Ecuador, escribió un pequeño librito recogiendo los rasgos de la cultura montubia y la preocupación de los misioneros de evangelizar haciendo uso de la misma. 

JuanRa siempre ha sido consciente de esa riqueza cultural y hace veinte años comenzó a preocuparse por su recuperación. Fue dando pequeños pasos hasta que hace seis años se creó la Fundación Raíces y Sueños de San Isidro que está permitiendo sacar adelante el hermoso proyecto de recuperación de infinidad de detalles de la cultura montubia, una cultura que se remonta a la época de de la conquista de américa y sobre todo fruto del mestizaje que se dio en aquellas tierras entre los autóctonos y los llegados de otros mundos. 

Raíces y sueños es un proyecto social, educativo, empresarial, pero también pastoral. Dios está presente de muchas maneras. Como reconoce el propio JuanRa las primitivas comunidades cristianas de base están también en el origen de este proyecto. Los encuentros de los pequeños grupos que a la luz de La Palabra de Dios han ido dando pasos en su vida personal y comunitaria. 

Y si decimos que Dios está presente y las Comunidades Eclesiales de Base en su origen, estamos hablando también de que todo este proyecto se alimenta de la Teología de la Liberación, del Espíritu del Concilio Vaticano II y hoy entronca de lleno con la Primavera del Papa Francisco. 

Como todo proyecto Raíces y Sueños precisa de un apoyo humano y material. Allí cuentan con un trabajo de voluntarios que se han comprometido personalmente con el proyecto. También están consiguiendo que diversas administraciones locales se impliquen y colaboren; Universidades de Ecuador están también aportando su grano de arena en los estudios que se llevan a cabo. 

Pero  los gastos del día a día hay que hacerles frente y para eso se precisa “plata”, como dicen allí. Por eso se les ha ocurrido hacer una invitación a particulares para apoyar con una cantidad a partir de 100 € a los que como agradecimiento se les corresponderá con una placa con el nombre del donante que irá quedando para siempre en el Museo de la Cultura Montubia. 

Y por último todo este proyecto tiene una vocación turística que esperan poder explotar en breve acogiendo turismo de proximidad y turismo llegados de otras tierras. Desde Raíces y Sueños están trabajando para ofrecer propuestas turísticas con jóvenes preparados para ejercer como guías turísticos. A pocos kilómetros de San Isidro hay extensas playas, hacia el interior hermosos parajes y a todo el muestrario de la cultura montubia, su gastronomía, su artesanía y sus costumbres se sumaría también los restos arquitectónicos y artísticos que el paso del Grupo Misionero Vasco ha ido dejando a lo largo de 70 años, con especial mención a todas las obras de Peli Romarategui.