Adiós a un referente del misionerismo vasco Fallece el sacerdote Carlos Pérez de Onraita, misionero en la Angola de la reconstrucción
Natural de Gauna, era hermano del monseñor Luis María Pérez de Onraita arzobispo de Malanje en Angola, país en el que estuvo más de 44 años, testigo de su independencia de Portugal
Carlos puede ser considerado un santo de los de la puerta de al lado
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Esta mañana falleció a los 88 años de edad en el hospital de Santiago de la capital alavesa Carlos Pérez de Onraita Aguirre, sacerdote nacido en 1936 en la localidad de Gauna. De una familia numerosa y en la que varios de sus hermanos se dedicaron a la vida religiosa, Carlos ingresó en el Seminario de Vitoria en 1956 y se ordenó en 1961 siendo obispo de Vitoria D. Francisco Peralta.
Su primer destino fue en Anúcita, Lasierra y Antesala de la Ribera nada más ser ordenado. En 1963 pasa a Viloria, Arreo y Basquiñuelas además de ser nombrado capellán de las Hermanas de San Juan de Acre en Salinas de Añana. Pero su vocación misionera se cruzó en su camino en un año después marchó a Angola donde estuvo 10 años hasta 1974. Durante ese periodo fue testigo de la descolonización de este país con respecto a la metrópoli, Portugal, así como de la cruenta guerra que vivió Angola con la actuación sangrienta de las guerrillas presentes por todo el territorio. A su regreso a Vitoria el Obispo le destina a Villanueva de Tobera, Moraza y Valle de Arana. En 1978 regresa a Angola donde estuvo hasta 2012. En esta segunda etapa misionera coincidió con su hermano, Luis María Pérez de Onraita, quien fue nombrado en 1996 Obispo coadjutor de Malanje por el Papa Juan Pablo II y el 2011 el Papa Benedicto XVI lo ordenó Arzobispo titular de la Diócesis de Malanje. Ambos hermanos dedicaron buena parte de su misión a reconstruir todo lo que la guerra había destruido, especialmente escuelas, dispensarios, iglesias y capillas.
En 2012, tras más de 44 años como misionero en dos etapas, regresa definitivamente a España y el entonces Obispo de Vitoria, Mons. Miguel Asurmendi, le destina a la Residencia de Nuestra Señora de las Mercedes, en el barrio de Zaramaga, sustituyendo al capellán por enfermedad. En 2013 recibe el mandato de ser capellán titular en la Residencia de Mayores de las Hermanitas de los Pobres. Tras la marcha de estas religiosas de la ciudad en 2018 por falta de vocaciones y por su avanzada edad, este centro pasó a manos del grupo Domus Vi, donde más de 150 ancianos son atendidos. Su dirección pidió que este sacerdote siguiera atendiendo y acompañando espiritualmente a los más mayores de esta residencia, cargo que ocupó hasta hace pocas semanas.
Desde hacia varios años vivía en la Residencia Sacerdotal de San Antonio, en donde participaba de todo lo organizado y desde donde iba a diario a la residencia Domus Vi para celebrar la misa diaria y administrar los diferentes sacramentos. Su hermano, Serafín Pérez de Onraita es sacerdote colaborador en la parroquia de la Coronación de Nuestra Señora, la cual recientemente ha acogido la primera visita pastoral de Mons. Elizalde.
Su funeral será precisamente en este templo mañana sábado a las 19:30h y estará presidido por el Obispo de Vitoria a quien le acompañará su hermano Serafin, el párroco de la Coronación y responsable de la Oficina de Misiones en Vitoria, Javier Martínez de Bujanda, así como otros sacerdotes en representación de todo el presbiterio diocesano.
Non solum sed etiam
No hace mucho tiempo me crucé por última vez con Carlos, a la altura de la parada del tranvía del Parlamento Vasco, cerca de su residencia sacerdotal. Para mi Carlos tiene tres referencias destacadas, la de ser uno de los hermanos Onraita, además de ser uno de los seis consagrados de una familia de 11 hermanos, con algunos compartió la vocación misionera en Angola como se describe en el texto anterior; y la última referencia es su labor como capellán de las Hermanitas de los Pobres donde pudo atender a mi madre en el año y medio que vivió en esta residencia.
Siempre lo recordaré como un hombre afable, con una palabra de aliento. Era un lector de mis artículos. En los anales de Misiones Diocesanas Vascas siempre quedará su labor en Angola, sobre todo en los momentos más complicados de la postguerra, de la reconstrucción física y humana de aquel país.
Así ha llegado la noticia de su muerte a ese país africano:
Vitoria-Gasteiz, 26 de Janeiro de 2024
Querida Familia de Sangue, de Vida e de Fé:
Uma humilde comunicaçao para dar a conhecer que, infelizmente para nós (humanamente falando), o nosso Querido Pe. Carlos tem falecido nesta noite pasada.
Hojé é a Festividade dos Santos Timoteo e Tito, grandes colaboradores da Missao con S. Paulo.
O Pe. Carlos, tem sido um desses grandes Apóstolos da Fé. Agradecemos o seu Testemunho.
Como ontem partilhava um/a de vocês, olhando também para S. Paulo, “nos regozijamos porque sabemos que ele combateu um combate e guardou a fé, logo a nossa esperança é que ele vai repousar nos braços de nosso Pai celestial.” (Timoteo 4, 6-8)
Vamos, pois para frente recriando a herança dos Santos Apóstolos Paulo, Pedro, etc., e tratando de a actualizar nos nossos tempos e ali onde estamos. Como partilhava também ontem alguem de vocês, “os frutos do trabalho do Pe Carlos está sem dúvida em Angola e somos nós”.
Assim que, continuemos a dar fruto, muitos frutos e muitos bons frutos, com Esperança, Amor e Fé, seguindo o trilho dos nossos mais velhos que já partiram para a Casa do Pai-Mae, de todos e todas, Sacerdotes, Religiosos e Religiosas, e Leigos, todos Pais e Maes nossos na Fé.
Já actualizaremos oportunamente os detalhes do Óbito e Funeral, para nos acompanhar debidamente, mesmo na distancia.
MUITO OBRIGADO POR TUDO!
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