Octava edición del Multifestival de Silos de Cristianos Sin Fronteras Irene: “CSF es una experiencia sinodal donde todos se pringan por igual”
Cristianos Sin Fronteras celebrará en el 2025 su campamento nº 50
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
El pasado fin de semana se celebró una nueva edición del Festival de Cristianos Sin Fronteras (CSF) que desde hace 8 años se viene celebrando en su campamento en Silos. Los platos fuertes musicales correspondieron a Nico Montero, y a un incondicional de estos encuentros, Migueli, quien acudió en esta ocasión con su esposa Amparo Alonso, que aportó al encuentro una exposición fotográfica bajo el título “África, un segundo de esperanza”.
Pero para quien no conozca CSF su actual presidenta Irene Ureste nos hace un recorrido por la historia de esta asociación:
“Cristianos Sin Fronteras es una asociación que nace de un empezar a caminar después de unas semanas de misionología en el año 1971. Un sacerdote diocesano de Burgos, el P. Valdavira, que había estado en misiones y conservaba su inquietud misionera, entendía que en la Iglesia todos los bautizados tienen que ser anunciadores, misioneros. En este proyecto que empezó con jóvenes implicó a Sor Carmela, de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que por aquellos años estaba destinada en Zamora. Y ahí comienza un movimiento bajo el nombre de “Jóvenes Sin Fronteras”. Desde este movimiento se invitaba a la juventud a ser parte activa en la Iglesia y a sentirse Iglesia. El proyecto fue creciendo, llegando a varias diócesis, y el espíritu de este movimiento se fue contagiando a otras edades. Así nace “Mundo Nuevo” que trabajaba con niños. Y también surgió FAMISIÓN (Familias en Misión), con lo que se abarcaba al final todas las generaciones. En un momento son conscientes de que todos estos grupos son la misma realidad en diversas situaciones vitales y deciden unificarlo todo bajo el nombre de Cristianos Sin Fronteras. Tras años funcionando como movimiento se dieron cuenta que para un mejor funcionamiento había que adoptar la figura jurídica de Asociación Pública de Fieles con sus estatutos y su aprobación por la Conferencia Episcopal Española.
A lo largo de los años CSF ha ido haciendo cambios en sus actividades y en sus formas de llevar a cabo su misión. La Iglesia de hoy no es la de hace 50 años, y ello exige adaptaciones. Siempre en comunión con la Iglesia pero con actividades propias. Así en el seno de CSF nació la campaña de sembradores de estrellas en Navidad que posteriormente fue cedida a Obras Misionales Pontificias (OMP); Algo similar ha sucedido con el Festival de la Canción Misionera que nació en el marco de CSF y hoy es una actividad que ya no distingue categorías sino que se agrupa en una única edición, siempre ligada a las misiones; Otra actividad, “El tren misionero”. La idea es sugerir que uno se embarca en un viaje en tren como lo hacen los misioneros. Tenemos el gran Encuentro Misionero de Silos, un campamento que a lo largo de los años ha ido cambiando el formato del mismo, y el año próximo celebraremos el campamento número 50. En sus orígenes no era un único campamento sino que eran varios divididos por edades, niños, jóvenes y familias. Hoy la realidad de la Iglesia sabemos que es otra y se concentra todo en un único encuentro familiar. En los primeros años este encuentro reunía por ejemplo en el día de los carismas a diversas realidades de la Iglesia y por aquí pasaron miembros de comunidades religiosas de vida activa, de vida contemplativa, del mundo de la enseñanza, …, personas que daban su testimonio desde su pertenencia a movimientos de lo más dispares dentro de la Iglesia. Con el tiempo cada una de estas realidades de la Iglesia fue organizando sus propios encuentros. No obstante la identidad misionera de los encuentros de CSF se mantiene y sigue abierta a todos los carismas de la Iglesia.
Por lo tanto los encuentros de Verano Misionero de Silos desde hace unos años es un encuentro intergeneracional abierto también a colectivos de Iglesia que quieran participar, parroquias, colegios. Y en el verano tenemos otra actividad con jóvenes, Operación Futuro, que consiste en una marcha que en los últimos años está discurriendo por el Camino de Santiago desde Roncesvalles. Y por último desde hace ocho años tenemos el Multifestival Silos, donde a parte de la animación misionera compartimos también el carisma de la animación de la cultura.
Aunque la sede oficial de CSF está en Madrid el lugar de referencia por excelencia siempre ha sido Silos, y contar con los monjes benedictinos ha sido siempre un gran valor para CSF.”
Le pedimos también un rápido balance del Multifestival de este año
“El balance siempre suele ser positivo. Siempre se tiene la añoranza de los números, es decir de que más gente pudiese venir a disfrutar de esto. Pero en los que participan se palpa que ese espíritu misionero y de promoción de la fe y la cultura cala en los asistentes. Los artistas que participan no solo ofrecen su arte, sino su testimonio y se integran en la convivencia de los días que pasan con nosotros. Este año hemos contado con un gran comunicador y cantante que es Nico Montero, y por otro lado la humanidad, sencillez y grandiosidad de un artista como Migueli y de Amparo, su mujer que es otra artista de la fotografía, además de su compromiso profesional con el Tercer Mundo.”
Aprovechamos también para lanzarle otra pregunta, ¿Cómo suena la palabra Sinodalidad en CSF?
“Suena muy bien, y muy conocido. Podríamos decir que lo hemos practicado desde siempre. Siempre hemos vivido esa sinodalidad, esa colaboración y presencia de carismas y vocaciones, y todos se pringan a la vez. Trabajar juntos lo hemos hecho desde siempre. Por lo tanto nos alegra mucho que la Iglesia vaya educándose en esa forma de caminar. Nuestra experiencia es muy bonita y quizá se pueda decir que debería ser la única. Sentirnos todos corresponsables en la Iglesia es importante.”
Non solum sed etiam
Durante el Multifestival estuvieron expuestas unas fotografías de María Amparo Alonso, que durante muchos años ha estado vinculada a Cáritas Internacional y que en noviembre de 2022 fue una de las personas elegidas por el Papa Francisco para renovar la cúpula de Cáritas Internacionalis con un encargo muy concreto que acaban de finalizar. Amparo habló de su experiencia en Cáritas y estuvo disponible para todos aquellos que quisieron conocer la intrahistoria de las fotografías que había llevado al encuentro y que son solo una parte de una colección mayor. Historias como la de la niña sudanesa que bajo el título “dudas” le sugería a Amparo la sensación que deben experimentar aquellos que ven llegar a organizaciones con planes de escuelas, de formación, proyectos sanitarios, … todo ello a muchos les genera “dudas”.
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