Jesús Sierra ejerce de profesor en su vida diaria, pero la música es parte importante de su vida. Para él “es una forma de expresarse”.
Lo más singular de las actividades de Jesús Sierra es un proyecto familiar en el que su mujer y sus hijos se encuentran implicados. El proyecto consiste en ir a pueblos pequeños de Aragón para realizar pequeños conciertos de oración.
Jesús además compone en una variedad de Aragonés, el aragonés chistabín, lo que aprecian sobremanera en muchas localidades donde esta variedad del aragonés se sigue usando. No obstante se ajustan a la realidad de los pueblos y canta en aragonés ribagorzano o lo que se tercie.
Este proyecto les está dando muchas alegrías porque están viviendo historias muy bonitas de acercamiento a la Iglesia de personas que estaban alejadas o ausentes, y la clave de ese enganche es precisamente el uso de la lengua aragonesa.