Novela solidaria: "MZUNGU. Mujer blanca extranjera" Macarena: “los adolescentes podrían sacar conclusiones interesantes con la lectura de 'MZUNGU”
Sí creo que hay una lectura distinta si eres hombre o mujer, porque te toca de distinta manera
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Macarena Domaica Goñi (Vitoria-Gasteiz, 1972) es licenciada en Ciencias de la Información y trabaja en Comunicación en el sector de las organizaciones sociales. Atraída por los espacios de compromiso comunitario, ha participado en distintos proyectos colaborativos que la han curtido como activista en ámbitos como la política social o el feminismo, entre otros. En 2010 creó su blog Ya sé yo mis cosas y en 2013 cofundó el proyecto colaborativo feminista Doce Miradas (blog) junto a otras once mujeres. Fue, precisamente, la formación adquirida en este trabajo colectivo de información, sensibilización y denuncia sobre la desigualdad entre hombres y mujeres, lo que la impulsó a poner en marcha este nuevo proyecto -MZUNGU. Mujer blanca extranjera- en forma de novela.
Esta es una sucinta descripción de esta escritora, bloguera y periodista vitoriana que acaba de presentar su segunda novela en la que aborda un tema que sigue necesitando de voces que eduquen en un cambio social que erradique la violencia, en particular la que vienen padeciendo desde tiempos inmemoriales las mujeres.
Por otro lado Macarena ha querido que lo que pueda recaudarse con la venta de este libro vaya destinado a apoyar dos proyectos, cuyo trabajo está directamente relacionado con la historia que se cuenta en la novela. La recaudación será donada a Misiones Diocesanas, para la misión de las hermanas Marianitas en Kaikor (Kenia); y a la asociación Goizargi Emakumeak, de mujeres sobrevivientes a la violencia machista.
Macarena, ¿Cuál es tu vínculo con los dos proyectos a los que se destinará el dinero recaudado con la venta del libro?
Conocí a las hermanas Marianitas Matilde y Consuelo, cuando vinieron a hablarnos de su trabajo en la misión de Kaikor, a una de las sesiones formativas de un curso para preparar a personas que querían tener una experiencia misionera enviadas por la Diócesis de Vitoria. Yo no pude en aquellos momentos ir a África, pero sí lo hicieron dos amigas que me regalaron la crónica de su experiencia para esta novela.
De la asociación Goizargi Emakumeak tuve conocimiento después de haber terminado la novela. Una de estas dos amigas que fue a Kaikor me ayudó con la búsqueda de una organización que,en Vitoria, trabajara en la acogida y apoyo a mujeres víctimas de violencia machista.
Hace unas semanas que el libro está a la venta en las librerías, quizá hayas recibido ya opiniones sobre la obra. ¿Hay una lectura marcadamente femenina y otra masculina de esta historia?
Sí. Hay personas que ya han podido leer el libro y unas cuantas de mi entorno más cercano, que ya lo leyeron cuando aún era un archivo PDF nada más. No sé si son suficientes para poder hablar de la acogida del libro, pero es una satisfacción muy grande cuando recibo que han disfrutado de la lectura del libro y que les ha servido para darle vueltas a algunas cosas sobre las que yo creo que hay que seguir hablando.
Sí creo que hay una lectura distinta si eres hombre o mujer, porque te toca de distinta manera. Un hombre no puede identificarse con la manera en la que nos sentimos las mujeres en muchas ocasiones, pero puede intentar comprender y revisarse sobre de qué manera contribuye a que se perpetúen determinados comportamientos que sustentan la desigualdad entre hombres y mujeres.
¿A partir de qué edad recomendarías la lectura de tu novela?
Catorce, quince... en adelante. Creo que los y las adolescentes podrían sacar conclusiones interesantes con la lectura de 'MZUNGU. Mujer blanca extranjera'.
¿Crees que la ficción puede ayudar a cambiar la realidad? O dicho de otra manera, ¿novelar duras historias de la realidad humana puede crear conciencia para evitarlas?
Sin duda. Visibilizar la desigualdad, servirse de la ficción para encarnarla en personajes que nos lleven a una identificación o a la observación de todas esas cosas que pasan mientras miramos hacia otro lado, es una forma potente de incordiar, de llamar la atención sobre situaciones y realidades que podrían ser de otra manera. El primer paso para arreglar algo es darse cuenta de que está roto.
Non solum sed etiam
Cuando dices conocer a alguien, tenemos que ser conscientes de que es un término relativo. A Macarena la conozco de hace años, si bien es cierto que hacía varios que no habíamos coincidido. Cuando nos encontramos para hablar de proponer su novela como regalo Navideño le reconocí que desconocía su vocación literaria, y también algunos detalles de su vida en los últimos años. Nos pusimos mutuamente al día y pudimos conversar un rato. Por supuesto que me acercaré a las páginas de su novela, y no solo por amistad, sino porque me encantará acercarme al tema del maltrato de las mujeres desde los ojos de una mujer que, como buena comunicadora, ha sabido primero escuchar para después poder contar. MZUNGU. Mujer blanca extranjera, una buena propuesta para la carta a Olentzero o a los Magos de Oriente en estas Navidades