Ayer el Bibat acogió el acto de reconocimiento que la Diputación Foral de Álava ha querido tributar en vida al artista vasco Peli Romarategui.

Peli Romarategui es un misionero seglar que ha dejado como legado una ingente obra religiosa en madera, vidrio y cerámica. Formó parte del grupo misionero vasco en Ecuador durante 33 años. A sus casi 100 años sigue haciendo pequeñas obras como el mosaico de San Francisco para la Asociación Belenista de Álava, o Santa Clara para las Clarisas.

El acto tuvo lugar en el museo del Naipe integrado en el recinto museístico Bibat. El busto de Blas Arratibel fue recogido en nombre de Peli por otro misionero, Juan Carlos Pinedo, que se encuentra al frente de la Unidad Pastoral del Casco Viejo, y con quien Peli compartió parte de su vida en Ecuador. 

Para Pinedo este reconocimiento a Peli “es todo un acontecimiento para Misiones Diocesanas Vascas”. 

Cuando le propusieron a Peli Romarategui que colaborase en la construcción de las iglesias, escuelas y otros centros de asistencia que los misioneros vascos fueron proyectando en los territorios de misión que la Santa Sede concedió por primera vez en la Historia de la Iglesia a una diócesis, la motivación que le dieron fue que “ante la imposibilidad de ofrecer obras de arte de afamados artistas a los pobres de aquellas tierras, qué menos que darles y hacerles algo digno para sus iglesias”. Esos vitrales y mosaicos que Peli fue

confeccionando con paciencia y esmero son hoy obras de arte reconocidas. Entre sus muchas obras podríamos destacar el mosaico del presbiterio del Santuario de Urkiola o el de la iglesia de Pedernales, recientemente recuperado tras su destrucción en el terremoto de 2010. En esta misma Iglesia se encuentra también otra de las obras destacadas de Peli en vidrio, el vitral del Cristo resucitado. 

Y ese reconocimiento es el que ha recogido la Diputación y en su edición de 2020 del certamen de artesanía “Blas de Arratibel” ha querido sumar, a los premiados en sus dos categorías, artesano reconocido, y de artesano no reconocido como tal, el de la trayectoria de una vida  dedicada a la artesanía. 

La Diputación Foral de Álava recibió la propuesta de reconocer la labor artística de Peli Romarategui, y tras estudiar la documentación escrita y audiovisual que recoge su obra decidió incorporar este reconocimiento con vocación de poder continuarlo con futuros nombres de artistas de la geografía vasca.

Hoy, la vida de Peli discurre tranquila en la residencia sacerdotal del Seminario Diocesano, donde tres días a la semana tienen misa y comparte mesa con compañeros misioneros como Honorio Ruiz de Arcaute. Ahora ya no le dejan trabajar, su última aportación fue el rostro de la Virgen del mural de Pedernales. Y sobre el reconocimiento comentaba ayer mismo que “a nadie le amarga un dulce” y mientras en el Bibat se reconocía su trabajo, él lo celebraría “dando gracias a Dios en la misa del martes”.

Certamen Blas Arratibel 

El artesano Txus Gruzeta Otaduy y la artesana María Rosa Ábalos Diéguez han sido los ganadores del Certamen Blas de Arratibel 2020 que convoca la Diputación Foral de Álava para reconocer los mejores trabajos de artesanía de Euskadi y el Condado de Treviño. Los trabajos galardonados y el resto de piezas a concurso estarán expuestas en el Museo Bibat hasta el próximo domingo 6 de diciembre. 

La segunda teniente diputado general y diputada foral de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo, Cristina González, ha presidido el acto de entrega celebrado en el Museo Bibat y ha subrayado la importante labor de artesanos y las artesanas al “mantener y transmitir la cultura local y los oficios tradicionales en tiempos de globalización. Quiero reconocer y poner en valor el trabajo de unos profesionales que ponen en cada pieza, única e irrepetible, un trozo de su propia vida”. “Y quiero animar a alaveses y alavesas a reconocer también este trabajo teniendo en cuenta a nuestros artesanos y artesanas a la hora de efectuar sus compras y regalos de cara a esta próxima Navidad”, ha añadido. 

Non solum sed etiam

Siempre he defendido que los mejores homenajes y reconocimientos hay que hacerlos en vida, por eso el que ha recibido Peli por parte de la Diputación Foral de Álava me parece un gran acierto. Ojalá esta, y otras instituciones públicas y privadas, dediquen una parte de sus esfuerzos a buscar qué grandes hombres y mujeres que hoy seguimos teniendo entre nosotros merecen un reconocimiento de su labor. Démosles las gracias cuando aún puedan oírnos.  Y mostremos sus vidas como ejemplo y testimonio de un trabajo bien hecho, de una constancia encomiable, de una generosidad sin límites, en definitiva de valores que nos hacen ser mejores personas.