Comienzo del Curso Pastoral en la Diócesis de Vitoria Vitoria abre un periodo de consulta pública de octubre a abril para “renovar la Iglesia de cara al futuro”
En su Carta Pastoral de inicio de curso, Monseñor Elizalde se centra en la diversidad y en la unidad de la Diócesis con el objetivo de “reforzar la fe y la identidad cristiana” de cara al Sínodo de Obispos en Roma en 2023.
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Con motivo de la publicación de la Carta pastoral de Monseñor Elizalde, obispo de Vitoria, previa a las jornadas y actos de apertura del nuevo curso pastoral, el Obispado, a través de su delegación de medios de comunicación, ha dado a conocer la dinámica consultiva que, de cara al Sínodo 2021- 2023, se procederá a realizar en la diócesis vasca.
Monseñor Elizalde quiere abrir un periodo de consulta pública desde octubre hasta abril del próximo año para “dialogar, contrastar y responder” todas las propuestas, inquietudes, opiniones o sugerencias que lleguen en ese periodo desde las distintas comunidades, consejos parroquiales, organismos diocesanos, colegios, universidades, sacerdotes, religiosas y fieles en general. Desde la primera semana de octubre se habilitará en la web www.diocesisvitoria.org un cuestionario para recibir todas las aportaciones diocesanas y se habilita el email a sinodo2023@diocesisvitoria.org para todas las cuestiones relacionadas con este proceso participativo. El Vicario General, D. Carlos Garcia Llata, será quien recoja todas ellas y envíe, tras abril de 2022, a la Secretaría General del Sínodo a modo de síntesis.
El Sínodo tendrá lugar en Roma en octubre de 2023 y reunirá a una representación de los obispos dispersos por el mundo. Esta cita es una importante asamblea en la que los obispos asesoran al Papa con el objetivo de proponer soluciones que tengan validez y aplicación universal para los retos más inmediatos de la Iglesia.
En la Carta de Elizalde se anuncia también las jornadas de inicio de curso que se celebrarán los próximos días 27 a 29 en el Aula Magna del Seminario Diocesano, con horario de mañana para sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral y por la tarde para todos los fieles que deseen asistir hasta completar los aforos.
José Luis Cabria, profesor de Eclesiología y presidente de la Facultad de Teología del Norte de España, dará unas primeras pinceladas acerca del proceso participativo para el Sínodo en su conferencia titulada ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión.
Monseñor D. Juan Ignacio Arrieta, un vitoriano en Roma, como dice Elizalde “ayudará el día 28 de septiembre a tomar perspectiva en el segundo día de las Jornadas Pastorales de Inicio de Curso”.
El último día será el turno de las delegaciones diocesanas que esbozarán sus planes para este curso 21/22.
Al inicio de la carta el obispo de Vitoria propone una mirada de continuidad reconociendo que “Nuestra Iglesia diocesana no se entiende hoy sin el pastoreo de los obispos anteriores. D. Miguel Asurmendi y D. José María Larrauri fueron los últimos. No se entiende sin la Iglesia universal guiada en su última etapa por Benedicto XVI y San Juan Pablo II. Nuestro III Plan Diocesano de Evangelización no se entiende sin los dos anteriores”. Y defiende la riqueza de la pluralidad expresada en los últimos nombramientos: “Los últimos nombramientos sacerdotales visibilizan la diversificación de estilos pastorales en nuestras parroquias hoy.” Y recuerda por dónde estará marcado el nuevo curso pastoral “como hilo conductor de este curso pastoral 2021-2022, vamos a seguir la línea 2 de nuestro III Plan Diocesano de Evangelización: ‘La transmisión del mensaje de Jesús. Un pueblo que evangeliza’. Catequesis, Enseñanza, Nueva Evangelización, Jóvenes, Tercera Edad, Salud, Animación Bíblica, Pastoral Penitenciaria y Misiones, recogerán las principales iniciativas enriquecidas por Emaús, Grupos Alpha, Amor Conyugal y ojalá también por Effetá y Hakuna. Nos espera un curso intenso y apasionante en el que nos necesitamos todos. Con más razón los miembros de la vida consagrada, corazón de nuestras comunidades. Y en su realidad contemplativa, la Iglesia orante que nos cuida y anima.”
Non solum sed etiam
Monseñor Elizalde ofrece, como es habitual en él, un discurso propositivo y cargado de esperanza al inicio del nuevo curso. Ello no significa que no sea consciente de la difícil realidad espiritual que vive la Diócesis que él pastorea, más bien, precisamente por esa cruda, árida y poco agradecida respuesta a todos los esfuerzos pastorales de sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral, es más necesario un discurso motivador y de esperanza.
Sin duda el presente de la Diócesis de Vitoria no puede entenderse sin su pasado, ni las circunstancias políticas y sociales que condicionaron la pastoral y la acción social de la Iglesia en Vitoria. Pero, efectivamente aquello es el pasado, y hoy hemos de mirar al frente, pasando página a todo aquello que pudo haber sido y no fue.
La realidad de hoy nos dice que la Iglesia ha dejado de ser el interlocutor válido de sus intereses y preocupaciones para varias generaciones. Quizá más adelante se interpelen en sus vidas y, para ese momento, nos tendremos que preparar. Se abre un periodo de consulta en la Diócesis de cara al Sínodo. Ojalá las parroquias, los colegios, las delegaciones, los conventos, los movimientos, cofradías, la Diócesis seamos capaces de hacer llegar esa consulta a los que quisiéramos que estuviesen con nosotros y no están. Si en abril de 2022 en esa síntesis sólo está la voz “de los de casa”... habremos perdido una gran oportunidad para renovar de verdad la Iglesia de cara al futuro.
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