Una doble reflexión y muchas preguntas El miedo, la inseguridad y la dependencia enfermiza está en las víctimas, ¿Y en los victimarios, qué pasa por sus cabezas para llegar a actuar letalmente?
Si en el último desgraciado suceso la madre hubiese estado embarazada de semanas, ¿de qué se le acusaría al autor de los hechos? ¿De un doble crimen? ¿De un solo crimen con resultado de interrupción de embarazo sin consentimiento de la madre?
¿podemos dar las pautas para que cuando una persona esté repitiendo ciertos patrones tenga la oportunidad de dar la voz de alerta y pedir ayuda para no llegar hasta el final?
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
El último hecho calificado de violencia de género se ha llevado por delante la vida de una mujer y la criatura que llevaba en su vientre. Sin el menor titubeo los medios se han hecho eco recogiendo la calificación de “doble crimen”. Quizá alguien justifique esta calificación por el avanzado estado de gestación de la madre. Lo que nos llevaría a deducir que la frontera es puramente política, ideológica y legislativa, para nada se tiene en cuenta la naturaleza y sus propias leyes.
A dónde quiero ir, pues creo que no es muy difícil verlo: la naturaleza concede la condición de vida de un nuevo ser desde su gestación; las leyes de algunos seres humanos han decidido determinar un tiempo antes de conceder la condición de vida protegible y permitir la interrupción de su desarrollo hasta su alumbramiento.
Si en el último desgraciado suceso la madre hubiese estado embarazada de semanas, ¿de qué se le acusaría al autor de los hechos? ¿De un doble crimen? ¿De un solo crimen con resultado de interrupción de embarazo sin consentimiento de la madre? Como sociedad, ¿qué pensamos que sería lo justo en la acusación? ¿Si el autor de los hechos es acusado de un doble crimen, saldrían a protestar los colectivos pro abortistas?
Como en ocasiones anteriores no estoy en contra del aborto, sino de las mentiras que se han fabricado en su entorno. Cuando se reconozca que abortar es acabar con una vida humana bajo el amparo de la ley entonces podremos hablar el mismo idioma ( y lo mismo para la eutanasia)
Y la segunda reflexión. En los medios escucho entrevistas a organizaciones que amparan a las víctimas de la violencia de género, en particular a las mujeres víctimas de una violencia machista. Sabemos entonces que miedos, sensación de inseguridad, de que las medidas legales no les garantizan la seguridad, sabemos que algunas padecen una dependencia económica y/o afectiva enfermiza que las esclaviza y mantiene en situación de riesgo; pero … no escucho que ningún medio indague en psicólogos y psiquiatras sobre lo que pasa por las mentes de los victimarios.
Cada vez que escucho la noticia de un nuevo caso de violencia en el ámbito de la familia, de la pareja, … ¿Qué pudo pasar por la mente de aquella madre que acabó con la vida de sus dos hijas; qué pudo llevar a ese hombre a acabar con la vida de su pareja que estaba embarazada? ¿Cuál fue el proceso mental que acaba con el crimen?, ¿podemos dar las pautas para que cuando una persona esté repitiendo ciertos patrones tenga la oportunidad de dar la voz de alerta y pedir ayuda para no llegar hasta el final?
¿Qué pasa en los tiempos vacacionales que alcanzan el mayor índice de estos hechos violentos?
Muchas preguntas que cuanto antes las encontremos respuesta quizá lleguemos a tiempo de evitar más muertes.