VI Encuentro de músicos cristianos La Música Cristiana en España, got talent, tiene talento. Pero falta que la Iglesia apueste en serio por ella.
Monseñor Escribano ofreció una dosis de esperanza y realismo
Raúl Tinajero afirma que estamos “en el buen camino”
Martin Valverde defiende que el ecumenismo en la música ha de pasar por la amistad entre hermanos
Martin Valverde defiende que el ecumenismo en la música ha de pasar por la amistad entre hermanos
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Este fin de semana ha tenido lugar el VI encuentro de músicos cristianos, pero dadas las circunstancias el formato ha sido on line. 120 solicitudes fueron registradas para el encuentro. La Vigilia del sábado se pudo seguir en abierto por el canal de Youtube de la subcomisión de juventud e infancia de la Conferencia Episcopal española y registró casi 3000 entradas en directo.
El encuentro se llevó a cabo a través de la aplicación de Zoom y las intervenciones se hicieron llegar por el correo de juventud de la CEE.
Desde el primer momento el clima demostraba que existía una familiaridad en la inmensa mayoría de los asistentes, lo que permitió también la cálida acogida con la que, los que por primera vez, o con la conciencia de ser medio infiltrados por no dedicarse a la música, fuimos recibidos.
La guinda del encuentro, a parte de la Vigilia, puede decirse que la puso monseñor Carlos Escribano, obispo de Calahorra y La Calzada - Logroño, en calidad de presidente de la Comisión de Laicos de la Conferencia Episcopal Española.
Su intervención, clara, diáfana, honesta. Bajo el epígrafe de “Corresponsables en la verdad” D. Carlos expuso con franqueza tanto el valor de la música y los artistas cristianos en la tarea evangelizadora, como las carencias y asignaturas pendientes de las diócesis y las parroquias a la hora de contar con este elemento y estos agentes evangelizadores. Ni se valora justamente la profesionalidad de los artistas ni se invierte en dotar de medios para ofrecer calidad. Esa franqueza siguió en el turno de preguntas donde reconoció que, si bien estos temas se hablan entre los obispos, no se ha hecho aún de manera institucional, quizá falte un “plan, un proyecto concreto sobre el que debatir”.
En varios momentos de su intervención ha echado mano de anécdotas vividas, como para afirmar que él también tiene una banda sonora de su vida en la que figuran muchas canciones de artistas cristianos. O que ha podido ver en primera persona cómo “la letra de una canción puede cambiar una vida”. Por eso ha calificado a quienes se dedican a este noble oficio de la música “productores de un manantial de sensaciones”. Ese “don para la música”, del que dice él carecer, es el que “lleva a mucha gente a la Verdad, es decir a Jesús”.
Y fue en las últimas intervenciones cuando surgió una iniciativa que fue muy aplaudida y secundada por los asistentes al encuentro, monseñor Escribano soñó con un Got Talent ( o quiso decir God Talent?), una versión de “La Voz” pero esta vez “para la Palabra”. Todo un proyecto de inversión evangelizadora.
En la tarde del viernes, tras la apertura, el testimonio de Rogelio Cabado y David Santafé, ámbos con una dilatada trayectoria en el mundo de la música, fueron dando los primeros compases.
El sábado el periodista de Trece Tv José Luis Pérez, puso sobre la mesa el tema “comunicando la verdad”. Hizo una análisis mediático del uso, mal uso, y abuso de la información, y sus consecuencias “apenas el 30% de la población confía hoy en España en los medios de comunicación”. Insistió en la necesidad de trabajar el sentido crítico de niños y jóvenes para darles las herramientas frente al mundo de las redes sociales, que si se esperaban como un espacio de libertad, también lo están siendo de desinformación o información manipulada, un mundo en el que resulta más fácil compartir los bulos que las noticias veraces. Defendió la línea editorial de los medios de comunicación, añadiendo de que esa pluralidad ideológica es un baremo de la salud de una democracia. Y por extensión defendió la necesidad de que los medios de comunicación de la Iglesia hagan explícita su línea editorial.
Por la tarde Martín Valverde desgranó la lectura que él hace de lo que para él es “Cantar la verdad”, empezando por matizar que “nuestra Verdad no es algo, es Alguien”. Martín dijo que esa transmisión de la verdad de un artista tiene que demostrarse dentro y fuera del escenario. Enmarcando el tema en la situación actual de la pandemia dijo que “por encima de la incertidumbre que hoy vivimos está la Verdad de Jesús”.
El alma mater de este encuentro ha sido Raúl Tinajero, quien ha insistido en varios momentos del encuentro en que en lo que respecta a un justo reconocimiento y buen uso de la música en la labor evangelizadora de la Iglesia en España “estamos en el buen camino, aunque tengamos que aceptar que quizá no lleguemos a ver todos los frutos del trabajo que se está haciendo”. Otra de las expresiones que Tinajero ha repetido es la necesidad de “transmitir la Verdad en verdad”, para poder ser creíbles en esta sociedad que hoy mira a la Iglesia solo en sus errores de un pasado reciente.
Antes del descanso previo a la Vigilia pudimos escuchar nuevas voces que demuestran el futuro asegurado en la música cristiana. con voces como las de “Volver a Siquem”, “Canaán Musica Católica”, el grupo “Aral”, o las voces solistas de Ángela Soria, o Esther López.
Por último, las casi dos horas de Vigilia de adoración on line se hicieron minutos ambientados por las voces y la música de un amplio elenco de artistas: Jesús Cabello, Nico Montero, Byandco, Paola Pablo, José Luis López (de siete días), Rubén de Lis, el grupo Amanecer, Virginia Calderón, Juan Susarte y Confia2, Maite López, Samuel Pérez, Nolelia Pulido, Marcelo Olima, y Chito Morales de Brotes de Olivo.
Non solum sed etiam
Un placer y un honor el haber participado en este encuentro de músicos cristianos, máxime cuando uno solo puede presumir de maltratar de vez en cuando la guitarra. Pero sí puedo decir que mi empatía con los músicos cristianos viene de lejos.
Lo primero que quiero decir sobre este encuentro es que sus organizadores han hecho un buen trabajo. El clima, además de familiar, ha sido abierto y sin tapujos para expresar las frustraciones que muchos artistas viven cuando su música es tratada como un simple pasatiempo, cuando no se les reconoce una profesionalidad con todo lo que ello conlleva.
Es cierto que he echado en falta algunos artistas “de siempre” y quizá la presencia de la música urbana con mensaje cristiano; pero lo que he visto también me da “esperanza en el presente” y en el futuro de la música cristiana, y de la católica en particular.
De las intervenciones quiero recuperar en este non solum esa apuesta ecuménica que defendía Martín Valverde pero que, como bien decía, tiene que ir precedida de una amistad entre hermanos.
Otra de las aportaciones que recojo es la que hizo en uno de los grupos Noelia Pulido, quien dijo: “la línea editorial de los músicos cristianos es el Evangelio”, a parte cada cual puede tener su ideología.
De D. Carlos señalar que, si bien Dios no le ha dado el don de las corcheas´, y que en lugar de oído sólo orejas, creo que en cambio tiene el don de la sensibilidad en las palabras, aunque solo domine el castellano.
Y para terminar: mi voto es un “Sí” a ese proyecto de Got/God Talent, La Voz de la Palabra, o como tenga que llamarse.