La Sociedad Reptilica El mistério del mal: su evolución en la sociedad reptílica y la abolición del hombre

Capitulo VI: Los errores ideológicos y en la realidad del marxismo. La búsqueda  del Reino de Dios y su justicia

Marx

Karl Marx (1818-1883) nació en Trier (Alemania) el 5 de mayo. Su padre era abogado israelita, que se convirtió al protestantismo en 1824, la familia era abastada y culta. Marx después de terminar sus estudios en liceos de Trier fue a las universidades de Bona y después Berlín donde estudió derecho, historia y filosofía. Allí, el adirió a los hegelianos de izquierda que deseaban, sacar de la filosofía de Hegel, conclusiones ateas y revolucionarias.

El marxismo fue desarrollado a partir de 3 tradiciones intelectuales de Europa del siglo XIX: 1) el idealismo alemán de Hegel, 2) la economía política de Adam Smith, 3) la teoría política del socialismo utópico francés. En 1842 Marx conoce a Engels con el cual escribiría varios libros.

Con la colaboración de Engels, precisamente, escribe el manifiesto comunista publicado en febrero de 1848, en las vísperas de la revolución de 1848 en Francia, denominada La Primavera de los Pueblos.

Finalmente, en 1867 publica su obra más importante El Capital - donde apunta todas sus críticasal capitalismo.

Engels escribía que el gran problema de la filosofía de aquella época era el de la relación entre el pensamiento y el ser, entre espíritu y naturaleza. Así, se dividían en dos grandes campos, aquellos que afirmaban que el espíritu está antes que la naturaleza, como Hegel, y así admitían una creación del mundo - constituían el campo del idealismo; y aquellos que concebían a la naturaleza como elemento fundamental - pertenecían a las escuelas materialistas.

Pero, Marx no solo criticó a los idealistas, sino también a los campos del agnosticismo, criticismo, y positivismo como una concesión reaccionaria al idealismo, o como vergüenza de su materialismo. Marx piensa que la materialidad del mundo está probada por la filosofía y las ciencias. Todo es materia en movimiento, no existe materia sin movimiento ni movimiento sin materia. Su concepción del hombre es totalmente material, el pensamiento y la consciencia son productos del cerebro humano que se desenvolvió.

Marx y Engels observaron que la teoría de la dialéctica de Hegel, era una doctrina de desenvolvimiento amplia, rica en contenido y profunda. La naturaleza es la prueba más evidente de la dialéctica, porque existe una ascensión sin fin de lo inferior a lo superior, igualmente en la evolución del cerebro se dá esta ascensión del no conocimiento al conocimiento.

El desenvolvimiento es en espiral, no en línea recta, es un desenvolvimiento por saltos, por revoluciones, por catástrofes. Se da por el choque de fuerzas y tendencias distintas obrando sobre determinado cuerpo, en un determinado fenómeno o en el seno de una sociedad. Así, este socialismo es denominado científico porque es un materialismo histórico y dialectico. Marx tomó consciencia que el carácter incompleto, unilateral del viejo materialismo debía ser apoyado en la ciencia.

En la producción social de su existencia, los hombres entran en relaciones necesarias independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a un dado grado de desenvolvimiento de las fuerzas productivas materiales. Esta es la base económica de la sociedad sobre la cual se basan las superestructuras jurídicas, políticas, e incluso religiosas.

El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política, e intelectual en general. No es la consciencia de los hombres lo que determina su ser, por lo contrario, es su ser social que determina su consciencia.

En determinado momento, las fuerzas productivas materiales entran en conflicto con las relaciones de producción existente y así la transformación en la base económica revoluciona, más o menos rápidamente, toda la enorme superestructura y nos encontramos con una revolución social en su evolución natural.

Así, la concepción marxista de la historia eliminó dos defectos de las teorías anteriores; 1- El primero es la consideración de los móviles ideológicos de los hombres, sin investigar el origen de estos móviles, sin analizar las relaciones sociales, las raíces de estas relaciones con respecto al grado de desenvolvimiento de la producción material. 2- No consideraban la acción de las masas de la población, el materialismo histórico, permite estudiar con la ayuda de las ciencias sociales las condiciones de vida de las masas sociales y la modificación de estas condiciones.

¿Cuál es la causa de los móviles de las masas? ¿Cual es la causa de los conflictos, ideas y aspiraciones contradictorios? ¿Cuáles son las condiciones de producción material en la que se basa toda la historia humana? ¿Que preside el desenvolvimiento? Marx estudió todos estos problemas y concibió un camino histórico como un proceso único, regido por leyes, a pesar de la enorme variedad de aspectos que tenían.

Todos sabemos que existen en las sociedades aspiraciones contradictorias, que la historia nos muestra la lucha de los pueblos entre sí, como dentro de la misma sociedad: periodos de guerra y de paz, de decadencia y de progreso. El marxismo encontró el hilo conductor que, en este laberinto, en este caos aparente, permite descubrir leyes:  la teoría de la lucha de clases. Las aspiraciones diferentes y contradictorias nacen de la situación de vida de las clases en que se divide cualquier sociedad.

Clases

 En el manifiesto del Partido comunista Marx decía toda la historia de la sociedad hasta ahora existente es la historia de la lucha de clases. El hombre libre contra los esclavos, el patricio contra los plebeyos, el barón feudal contra el siervo, en suma opresores y oprimidos, que trabaron una lucha, oculta algunas veces y abierta en otras, que acabó siempre con una transformación revolucionária, o con el declino de las clases en conflicto.

Marx observaba que la sociedad burguesa de su época, originada por el declino de la sociedad feudal, no había acabado con los antagonismos de clase. Lo único que hizo es colocar nuevas clases en conflicto. En ese momento el conflicto era entre la burguesía y el proletariado. Con la Revolución Francesa la historia de Europa muestra la verdad por detrás de los acontecimientos, la victoria de la burguesía, de las instituciones representativas por el voto amplio (cuando no universal), los medios de comunicación baratos que llegan a las masas, las asociaciones de patrones y proletários poderosas, la lucha pacífica por sus deseos, muestran que la lucha de clases es el motor de los acontecimientos.

El proletariado era, en su época,  la clase que podía llevar la revolución socialista, las otras clases sucumbían a los poderes de las grandes industrias. El comerciante, el campesino, el artífice luchan contra la burguesía para asegurarse su posición de camadas medias pero no son revolucionarias.

En el “Manifiesto del Partido Comunista” Marx explica “De todas las clases que hoy en día se confrontan con la burguesía, solo el proletariado es una clase realmente revolucionaria. Las demás clases se van arruinando o zozobran con la gran industria.” Marx consideraba a las otras clases como reaccionarias pues desean andar para atrás en la historia.

La economía en el capitalismo

En su mayor obra “El Capital”, Marx analiza la sociedad capitalista. Lo que domina la sociedad capitalista es la producción de mercaderías. La mercadería es algo que satisface cualquier necesidad del ser humano, además es algo que se puede cambiar por otra. Aquí surge el problema del valor de intercambio.

Las mercaderías son producto de trabajo humano, así intercambiando mercaderías los hombres realizan una equivalencia entre los más diversos géneros de trabajo. Como se trata de muchos intercambios y muchas mercaderías, se trata del trabajo humano abstracto, o trabajo humano en general.

Así, el valor es determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario, o por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir una mercadería de determinado valor de uso. Solo considerando las relaciones que se manifiestan en millones de intercambios se puede comprender lo que es el valor. Este es una cantidad determinada de tiempo de trabajo cristalizado.

Marx pasa a analizar la relación del valor con el dinero. Después de observar una documentación inmensamente rica sobre la historia del desenvolvimiento de intercambios de mercaderías llega a la conclusión de que el dinero supone cierto nivel de intercambio y las formas particulares del dinero, como simple equivalencia de mercaderías.

En un cierto grado de desenvolvimiento de la producción de mercaderías el dinero se transforma en capital. La formula de circulación de mercaderías era M (mercadería) – D (dinero), esto es venta de mercadería para compra de otra. Ahora se transforma en D-M-D, esto es, compra para la venta con lucro. Es a este acrísimo de valor primitivo de dinero en circulación que Marx denomina “Más-valía”.

Para obtener la más-valía se debe encontrar en el mercado una mercadería cuyo valor de uso sea fuente de valor, su valor de uso sea un proceso de creación de valor. Esa mercadería es el trabajo humano. El capitalista compra la fuerza de trabajo por su valor, que como otras mercaderías, es determinado por el tiempo socialmente necesario para su producción. Así, el capitalista compra la fuerza de trabajo, digamos durante ocho al día, por un valor que permite la subsistencia del operario y su familia. El operario en 4 horas (tiempo necesario) crea el producto, y en otras 4 horas (trabajo suplementar) crea un producto no retribuido por el capitalista que es la más-valía

Existe de esta manera un capital constante que son las maquinas, instalaciones, etc. y un capital variable que crece y donde entra la más-valía. Aquellos que no tienen tierras ni medios de producción se ven obligados a vender su fuerza de trabajo. Marx observa que existen dos formas de aumentar la más-valía: una aumentando las horas de trabajo que el Estado permitió durante los siglos XIV hasta XVII y después disminuyendo el tiempo necesario de producción en el siglo XIX.

Acelerando la substitución de operarios por maquinas, lo cual crea riqueza en un polo y miseria en el otro, la acumulación de capital genera el llamado “ejército de reserva” de trabajo que es el excedente de operarios, que junto con el crédito dan la idea de porque aparecen las crisis de superproducción periódicamente en los países capitalistas.

Marx caracteriza la acumulación de capital con términos muy duros “La expropiación de los productores directos se realiza con un vandalismo impiedoso y obre la presión de las pasiones más infames, inmobles, mezquinas y odiosas”.

pandemia del capitalismo

Resulta profética la idea de Marx de que por la centralización de los capitales. Cada capitalista mata muchos otros. De esta forma se desenvuelve en una escala cada vez mayor, y por la aplicación de la tecnología y la ciencia, se transforma en una red mundial, el régimen es un capitalismo internacional. Pero a medida que el número de magnates se hace más pequeño, crece la opresión, la miseria, la explotación. Marx creía que en la última hora la propiedad privada capitalista de expropiadores será por su vez, expropiada por las masas de miserables.

Para Marx, en el régimen capitalista la explotación de los campesinos solo por la forma se distingue de la explotación de los operarios de la industria. El explorador es el mismo: el capital. Este explora los campesinos por la hipoteca y la usura. La clase capitalista explota la clase campesina por medio de los impuestos del Estado. La pequeña propiedad agrícola, forma normal de pequeña producción, se degrada y es destruida en el capitalismo.

Las cooperativas, la asociación de pequeños campesinos, desempeñan un papel progresista burgués que solo pueden atenuar el mal del capitalismo, pero no suprimirlo. Por otra parte, existen cooperativas que solo dan beneficios a los campesinos mas ricos, pero casi nada a los más pobres.

Marx y Engels pensaban que el Estado antiguo era el de los esclavistas que mantenía los esclavos sometidos, el Estado en el Medioevo es del que se vale la nobleza para mantener a los campesinos como siervos, y finalmente el Estado burgués del que se vale el capital para someter a sus asalariados. Aun el estado burgués, como república democrática, no elimina, sino que modifica la forma de opresión por la corrupción directa o indirecta de los funcionarios de la prensa de comunicación de masas, del poder judicial, etc. Como lo podemos observar ahora en mayor escala.

El socialismo que pretende la supresión de las clases sociales propone como primer acto del Estado, como representante de toda la sociedad, la expropiación de los medios de producción, como último acto debido a que la intervención del Estado se torna superflua debe cesar por si mismo. El gobierno de las personas da lugar a la administración de los problemas y la dirección de la producción. El Estado no es abolido, se extingue. Esta es la utopía del marxismo.

Según Engels, que expresa el pensamiento de Marx, los grandes propietarios de tierra deben ser expropiados, mientras que no los pequeños campesinos que deben ser orientados a un régimen cooperativo, no por la fuerza, sino por el ejemplo.

Marx demostraba como la prosperidad industrial suscita las tentativas de comprar el proletariado, así, en Inglaterra, existía una “aristocracia burguesa” y un “proletariado burgués”. Pero, eso era un monopolio de Inglaterra en aquel momento, como posteriormente en otros países que adquirieron una cierta prosperidad.

Los errores ideológicos del marxismo

Dos trabajos, muy importantes, nos guían en esta crítica. El primero es un excelente articulo de Claude Tresmontant (1962) sobre Marxismo y Cristianismo y el segundo es un trabajo de Ignacio Ellacuria (martir) que fue preparado para una conferencia en 11/1985, que fueron recopilados por el Centro de Reflexión teológica, de San Salvador y publicadas con el titulo “Teología de la liberación y marxismo”.

Tresmontant inicia su resumen manifestando que el cristiano puede y debe aprender lo que es verdadero, de donde sea que ello venga, porque, en definitiva, solo puede venir de la Verdad. Y se pregunta ¿No será que Marx era anticristiano porque el cristianismo que el conoció era una caricatura del verdadero?

Respecto de lo que el cristiano debe aprender del marxismo y el socialismo, Tresmontant, insiste en que los cristianos deben estar informados sobre todo lo que se realiza en la humanidad. El cristianismo no puede prescindir de la pesquisa, y la pesquisa realizada por no-cristianos puede llegar a las verdades que los cristianos deben asimilar.

Para el marxismo ortodoxo y dogmático se consideraba el ateísmo como una adquisición científica y como parte importante, sino fundamental, del sistema teórico y práctico (Lenin, 1974). Sin embargo, no podemos negar que algunos marxistas teóricos y prácticos no aceptan como científica la afirmación de que Dios no existe.

Marx y Engels opinan que el mundo no fue creado, que es eterno, auto creador, infinito que todo surge con el correr de los tiempos: la vida, la consciencia, que el universo se renueva eternamente. De esta forma Tresmontant lo define como un vergonzoso panteísmo.

El problema fundamental surge en la concepción material del hombre, que niega su realidad espiritual y personal, que debe ser acentuada, sin menoscabo de las realidades social e histórica. De esta manera, si el bien común social está sobre el bien particular de los individuos, la persona tiene un valor absoluto que el marxismo no reconoce.

Respecto de la religión, una perspectiva dominante surge de este texto de Lenin: “El marxismo es materialismo. En calidad de tal es un implacable enemigo de la religión como el materialismo de los enciclopedistas del siglo XVIII o el materialismo de Feuerbach”. En este texto fundamental, Lenin insiste, por un lado, en el carácter puramente derivado e insuficiente del ideológico, y por otro insiste en el origen de la religión de su tiempo y su eliminación efectiva por la lucha de clases y el derrocamiento del capitalismo.    

Existe un reduccionismo, que hace de lo económico lo determinante, de todo lo demás: lo cultural y lo religioso. En realidad, los autores marxistas no siempre reconocen la autonomía relativa de las distintas esferas presentes en lo histórico.

Respecto de lo económico del marxismo, corresponde a los economistas, como científicos, observar lo que es aún valido del marxismo por los hechos y descartar todo lo que es caduco en la actualidad.

Para Tresmontant, Marx se inspiró en temas gnósticos e teosóficos propios de Hegel, que valoriza la guerra, hace de la guerra el momento necesario a la aventura de Dios que se encarna en la historia (la negatividad, para Hegel, no es ajena a la esencia divina, el mal es necesario a la vida de Dios, sin el mal la vida de Dios seria monótona plenitud) esta valoración mítica de la guerra dio sus frutos con el nazismo.

Este hecho se transforma en la visión de Marx y Engels por la lucha de clases que supera en mucho lo que la experiencia nos enseña. Si bien es cierto que la explotación del hombre por el hombre es un hecho concreto y incontestable, la lucha de clases es la transposición para el plano de la historia humana de un tema Hegeliano. Para el marxismo la lucha de clases es la llave de la historia.

El cristiano está ligado a la paz y no cree en la violencia. Jesús siempre se recusó a usar la violencia. Sin embargo, recusando la violencia revolucionaria, el cristiano ¿no está favoreciendo la violencia constante del opresor? El cristiano debe buscar un método revolucionario, que sea tanto o más liberador que el método de la violencia, pero que sea pacifico y pacificador. Este es una camino poco explotado por el cristianismo.

Debemos reconocer la grande ética de Marx, que pudiendo vivir tranquilo, como profesor en una universidad alemana, se dedico a luchar por el proletariado de Alemania, Francia, Bélgica, Inglaterra, en el mundo entero. Mientras en Europa eran las clases sociales que se decían cristianas las que cometían la opresión total y deshumana de los trabajadores.

¿Quienes entre los cristianos del siglo XIX y XX, vio el crimen cometido contra el ser humano y liberar a sus hermanos oprimidos y explotados? Buscando mucho se pueden contar con los dedos de la mano. Sin embargo, debían ser los primeros en denunciar este crimen de una sociedad llamada cristiana, contra hombres, mujeres y niños. Como Tresmontant escribe “Esta lección dada por Marx debería, para nosotros dar vergüenza.

Debemos meditar que si el movimiento Marxista fue ateo, tal vez lo fue porque la sociedad de su época que se decía cristiana y religiosa, solo usaba el cristianismo como un opio para mantener un orden injusto e criminal, para mantener sus privilegios, predicando a los pobres la resignación.”

El clero de aquel tiempo, como actualmente, no denunció con el suficiente vigor, como sucede actualmente, a la farsa a la cual quedó reducido el cristianismo. Este es por la paz, pero igualmente, y con mas fuerza por la justicia.

O cristianismo fue deshonrado, desfigurado y ocultado con un disfraz tal, que significa la aceptación de los que Ellacuria observa como la verdadera realidad socioeconómica el “mal común” que es la estructura del pecado que deviene desde 6 mil años a.C. Que es cuando se comenzó la violencia en un mundo de paz. Según Tresmontant los cristianos deshonraron el nombre de Dios por sus crímenes.

Ttresmontant se pregunta ¿La conversión de los cristianos al cristianismo, como la conversión de Israel a su Dios no coincidirá con la resurrección final? Y los cristianos deben considerar como los marxistas llegaron a considerar el cristianismo como una potencia de opresión.

Sin embargo, es necesario analizar las diferencias fundamentales que existen entre el humanismo marxista y el cristiano. El marxismo cree en un reino de justicia que debe realizarse en este mundo. Una vez liberada la humanidad de las clases sociales se llegará a la sociedad comunista, donde no será necesario el Estado y todo será regulado por los trabajadores.

Para el cristianismo, la creación presente prepara una nueva creación, con el segundo advenimiento de Jesús, el hombre es llamado a un destino sobrenatural que es la participación en la misma vida de Dios. Este es un dato positivo probado por la resurrección de Jesús documentada como evidencia por el manto de Turín.

El concepto del antropólogo francés Claude Tresmontant en su artículo “Marxismo e Cristianismo” puede sintetizarse: El marxismo llevó a los cristianos a la redescubierta de valores humanos esenciales que las sociedades y naciones llamadas cristianas y, fundamentalmente, la enseñanza del cristianismo había negligenciado. Esos valores son claros: el sentido del trabajo humano, en especial el trabajo manual, el sentido de la justicia y de la comunidad. Los cristianos se contentaban con una moral en la cual el pecado individual, ocupaba todo el campo de la consciencia.   

En muchas conciencias cristianas el cristianismo se había reducido a un vago platonismo. El marxismo por su violenta reacción contra el idealismo llevo al pensamiento de los cristianos, al sindicalismo cristiano y su acción política a fundamentarse en la realidad concreta de lo material.

El anticomunismo sistemático y fanático es, la mayoría de las veces, un alibi y pretexto que oculta intereses de los más sórdidos. Se pretende defender la civilización cristiana con la ametralladora y las bombas. En la realidad, se defienden intereses muy particulares. El cristianismo, el Reino de Dios no se defienden con la espada, la ametralladora o la bomba atómica, sino con la verdad, la justicia, la caridad fraterna, la inteligencia y la paz.

Marx vivía en una civilización impregnada de judaísmo y cristianismo, por eso, muchas de sus exigencias y valores revivían algunos valores evangélicos. Además, los valores de justicia y fraternidad humana son accesibles por la razón a todos los hombres. No está excluido que Dios pueda comunicar su espíritu a hombres que, en principio, están fuera de la comunidad cristiana. 

El verdadero cristiano no puede legítimamente concentrase en la búsqueda egoísta de su perfección individual, lo cual solo se puede realizar a través de una lucha por la instauración de la justicia y de la paz sobre la tierra. No se puede desinteresar por la vida política, porque no toda vida política es compatible con el cristianismo. Cualquier política que conduzca a deshumanizar el hombre, que conduzca al empobrecimiento, la opresión y explotación del hombre por el hombre, es incompatible con el cristianismo.    

Dos pensadores ingleses del siglo XX   

Hilaire Belloc (1870-1953) pensaba que la producción de bienes para cubrir las necesidades humanas dependía de 3 factores: tierra, trabajo y capital. Al hombre desprovisto de los medios de producción, es decir, sin tierra ni capital, le queda solo su fuerza de trabajo y recibe el nombre de proletario. Este tipo de relación entre los que poseen los medios de producción y los proletarios caracteriza a la sociedad capitalista.

Belloc dice que la venta de trabajo, era común también en la edad media, especialmente cuando la persona no podía cubrir sus necesidades, entonces ofrecía su trabajo, durante un corto periodo de tiempo, a otro productor, esperando recibir los medios necesarios para su vida.

No considera servil una sociedad donde los hombres trabajan con entusiasmo, credo religioso, miedo de la miseria, o por lucro. Tampoco observa algo servil donde el hombre puede trabajar para negociar mejoras en sus condiciones teniendo de su lado las garantías por medio de leyes sociales.

Sin embargo, indica que las características básicas de un Estado Servil, es una legislación positiva para los hombres que poseen los medios de producción que obliga a todos los demás hombres libres (que no poseen esos medios) a vender su fuerza de trabajo, a cambio de medios mínimos para su subsistencia.

Las criticas de Belloc al capitalismo comienzan por la constatación del hecho, de que en el, los medios de producción quedan en un numero muy pequeño de ciudadanos. La masa que compone el Estado capitalista está constituida por proletarias. Lo que caracteriza el servilismo capitalista, según Belloc, es la existencia de una legislación positiva, que solo promueve derechos y privilegios a los que poseen los medios de producción.

En oposición a lo que ocurría en la Edad Media, la venta del trabajo, en los tiempos del capitalismo está presente en toda la vida del sujeto, y de forma coercitiva, siendo en última instancia impuesta por los poderes del Estado. El salario pago a los proletarios no posibilita que sus miembros que tornen, en un periodo de tiempo más o menos breve, dueños de medios de producción. Siendo así, la movilidad del sistema es casi nula.

Siendo que el servilismo de las masas se dá por la concentración de los medios de producción, la solución lógica propuesta por Belloc, es la descentralización de los medios de producción como camino para la libertad del ser humano.

distributismo

 Estas ideas de Belloc fueron de gran influencia en la corriente distributista  que ve en la propiedad privada el único camino para la libertad del hombre. Este fue el punto de partida, para que muchos distributistas puedan construir sus propias ideas de críticas al capitalismo.

Igualmente cambia el concepto de democracia, que es considerada como jula, sino esta basada en la distribución de la propiedad, pues de acuerdo con esa corriente de pensamiento, el hombre sin propiedad es un hombre destituido de poder y queda permanentemente dependiente.

Gilbert Chesterton (1874-1936) fue un gran escritor y uno de los pensadores más influyentes de Inglaterra. Su idea principal fue la defensa de la pequeña propiedad y de la pequeña empresa contra el gigantismo que ya en su tiempo se mostraba como una amenaza a la sociedad y que actualmente junto con los bancos dominan el mundo.

El derecho a la propiedad privada se basaba en que Dios había otorgado la tierra para todos los hombres. Admitía el capital como reserva indispensable, pero no admitía el capitalismo, porque a su ver este régimen estaba fundamentado en la rareza del capital y no en su abundancia. Así, el capitalismo es un régimen en que casi ningún hombre posee capital y es para pocos privilegiados.

Suya es la famosa frase de que si el duque de Sutherland es dueño de todas la haciendas de su comarca, seria contra el matrimonio, como contra la propiedad privada, si tuviera todas nuestras señoras en su harem particular. El capitalismo para Chesterton es contrario  al derecho de propiedad.

Observando el origen del capitalismo, es posible tomar consciencia que lo primero fue desligar la propiedad de su responsabilidad moral, y después fue el paso del liberalismo, que aprovechando el concepto de libertad permitió la hipertrofia del derecho de propiedad para pocos e la atrofia de ese derecho para la mayoría. Así mismo, la libre competencia se degenero en que los grandes destruyan a los pequeños.

La economía del Papa Francisco. (2020). El papa Francisco ha realizado un llamado - para el año 2020 en Assis, haciendo referencia al Pobrecito de Assis, que en el siglo XIII, dejo su fortuna para abrazar la pobreza, la igualdad y la naturaleza - a jóvenes economistas, emprendedores y empresarios del mundo entero, para dialogar sobre una nueva economía mas justa, fraterna, y sustentable, con un nuevo protagonismo de quien hoy es excluido.

El Papa Francisco explica  que Assis es el lugar apropiado, porque fue allí donde Francisco, en el siglo XIII, se despojó de todo mundanismo para elegir a Dios como único sentido y brújula de su vida, haciéndose pobre con los pobres, hermano de todos. Su abrazo a la pobreza dio origen a una visión económica que es actual.

Al convocar al encuentro, al que concurrirán varios Premios Nobel de economía y de la paz, el papa Francisco indicó que no hay razón, en este momento, para existir tanta miseria, pues en el mundo no faltan recursos ni dinero, sino falta justicia y compartir riquezas. Actualmente el 1% de la población mundial detiene una riqueza mayor que el otro 99% de la misma población.

Hoy, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura) 851 millones de personas pasan hambre, mientras el planeta produce alimentos para 11 billones de personas y el mundo tiene solo 7,6 billones.

Hoy los paraísos fiscales, donde va todo el dinero de robos, droga, falta de pagos de impuestos, etc., guardan 20 trillones de dólares, 200 veces más que los 100 billones de dólares con los que la Conferencia de Paris estableció para  detener el desastre ambiental.

Este capitalismo neoliberal consiguió con su desenvolvimiento perverso que las finanzas dominen el mundo. El economista francés Thomas Pikertty demuestra que producir genera empleos y resulta en un crecimiento de bienes y servicios en el orden de 2% a 2,5%  al año, sin embargo quien aplica en el mercado financiero obtiene un rendimiento de 7% a 9% al año. Esto es un absurdo insustentable.

Es evidente que la economía actual es insustentable, favorece la más perversa desigualdad entre los hombres, explota sin piedad los recursos naturales, llevando a una crisis ambiental y ecológica. Mientras eso se invierte masivamente en armas de destrucción masiva por intereses de dominio geopolítico entre las 3 potencias nucleares más importantes, con la posibilidad de generar una guerra de dimensiones apocalípticas, sumándose al desastre ambiental y ecológico ya previsto.

El  papa Francisco, realiza un llamado evangélico para reconstruir nuestro planeta desbastado por esta economía perversa, que no se fundamenta en leyes sino en decisiones políticas que nos han colocado en esta situación privilegiando a los ricos, prácticamente cambiando a Dios por el dinero, y así el mercado resulta el nuevo Dios pagano e nuestros tiempos. Sin embargo, el Papa nos llama a la esperanza sabiendo que Cristo con su resurrección a vencido a este mundo pleno de pecado, egoísmo y soberbia.

Engels F. “A Gestão Camponesa na França e na Alemanha”  Alexéiev ed. Ver Die Neue Zeit

Lenin V.I. “Acerca de la religión”, Moscú, 1974.

Tresmontant C. “Marxismo e Cristianismo” Sintese, 4, n° 16, 6-18; 1962.

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