"Sigue habiendo obispos negacionistas que forman parte de esa ejecutiva" Juan Cuatrecasas, ante el plan antiabusos del Gobierno y la reacción de la Iglesia: "Se acabó. Es el momento"
"El Consejo de Ministros (...) implementó en un borrador las medidas competenciales que le corresponden como ejecutivo para dar luz y visibilizar la problemática de estas víctimas, sus graves secuelas y, por supuesto, su reconocimiento, reparación, indemnización y acompañamiento"
"Ha habido movimientos, en concreto, movimientos del arzobispo de Madrid, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Cobo, también, y creíamos que era así, de Luis Arguello, pero sigue habiendo obispos negacionistas que forman parte de esa ejecutiva. Y hay que decir las cosas con claridad y firmeza"
"Es hora ya de que la Iglesia reconozca a las víctimas una por una, empecemos a trabajar en el desarrollo de ese reconocimiento, esa reparación, esa indemnización y ese acompañamiento. Y si no lo hacen, van a tenernos siempre enfrente"
"Es hora ya de que la Iglesia reconozca a las víctimas una por una, empecemos a trabajar en el desarrollo de ese reconocimiento, esa reparación, esa indemnización y ese acompañamiento. Y si no lo hacen, van a tenernos siempre enfrente"
| Juan Cuatrecasas Asua Miembro fundador de ANIR- Asociación Nacional Infancia Robada
Ayer el Consejo de Ministros, tomando las recomendaciones del informe del Estatuto del Pueblo, abrió un capítulo de esperanza para las víctimas supervivientes de la pederastia en el ámbito eclesiástico. Implementó en un borrador las medidas competenciales que le corresponden como ejecutivo para dar luz y visibilizar la problemática de estas víctimas, sus graves secuelas y, por supuesto, su reconocimiento, reparación, indemnización y acompañamiento.
Falta ahora que el Defensor del Pueblo acude al Congreso de Diputados para que sea también el Parlamento quien con el resto de medidas que no son competencia propiamente del ejecutivo, legisle y legisle a poder ser con el consenso de todos los grupos políticos del arco parlamentario.
¿Quién falta? La Iglesia, como siempre. Sí que ha habido movimientos, en concreto, movimientos del arzobispo de Madrid, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Cobo, también, y creíamos que era así, de Luis Arguello, pero sigue habiendo obispos negacionistas que forman parte de esa ejecutiva. Y hay que decir las cosas con claridad y firmeza.
Si estos señores se permiten el lujo de seguir minimizando el dolor de las víctimas, minimizando los casos y trampeando informes vomitivos, en donde llegan a decir que de cada 10 víctimas, de la Iglesia, solamente una es creíble, estos señores no deberían de estar ocupando los puestos que ocupan
Si estos señores se permiten el lujo de seguir minimizando el dolor de las víctimas, minimizando los casos y trampeando informes vomitivos, en donde llegan a decir que de cada 10 víctimas, de la Iglesia, solamente una es creíble, estos señores no deberían de estar ocupando los puestos que ocupan. Porque son Iglesia y como Iglesia se deben de ocupar de sus víctimas.
Es hora ya de que la Iglesia reconozca a las víctimas una por una, empecemos a trabajar en el desarrollo de ese reconocimiento, esa reparación, esa indemnización y ese acompañamiento. Y si no lo hacen, van a tenernos siempre enfrente.
Bien el Gobierno, bien el Defensor del Pueblo, bien esa parte de la Iglesia, y horriblemente mal, con una actitud que yo definiría como criminal, quienes a día de hoy siguen ninguneando y despreciando a tantas víctimas
Porque vamos a reivindicar y a reclamar que de una vez se sumen, viene la ola. Esta ola es imparable. Y si ellos aún son incapaces de verlo, se lo tendremos que enseñar mirándonos a la cara.
Es el momento. Si no lo hacen, tendrán siempre nuestra reprobación. Bien el Gobierno, bien el Defensor del Pueblo, bien esa parte de la Iglesia, y horriblemente mal, con una actitud que yo definiría como criminal, quienes a día de hoy siguen ninguneando y despreciando a tantas víctimas de pederastia en el ámbito de la Iglesia española. Se acabó. Es el momento. De trabajar unidos por reconocer a las víctimas.