"Señores obispos, dejen sus palacios" ¡Fuera Mitras!

(Antonio Aradillas).- Resulta increíble, descabellado y chocante que, a estas alturas de la simbología cristiana, permanezcan las mitras, que además, y para más INRI, han de llevar a los "fieles cristianos" a la identificación de sus respectivos obispos. Dejándonos de mandangas, y de algún que otro temor servicial, clérigos y laicos hemos de confesar que las "cabezas mitradas"- es decir, obispos- en el lenguaje litúrgico y pastoral, han de alejar de la teología y de la pastoral a cualquiera que cuente con un mínimo de información histórica y de sensibilidad humanística, lo que exige al menos un estudio y replanteamiento veraz en la aplicación de los símbolos.

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