"En el encuentro celebrado con Omella, los supervivientes lo dejaron claro" No al 'Opus dei'
"En el 'Encuentro' celebrado entre una quincena de supervivientes de abusos sexuales a niños por parte del clero, aglutinados en la asociación “Infancia Robada” y el Cardenal Juan José Omella, todo fueron loas, comprometido además a informar puntualmente de ello al papa Francisco en persona"
"Destaco la repetida referencia a la institución del 'Opus Dei', hasta llegar a 'negársele autoridad al Despacho de Cremades- Calvo Sotelo, elegido por la CEE' para su gestión y defensa"
"De modo idéntico se suscribió la necesidad de 'una condena rotunda y sin paliativo de los abusos cometido avalado por todos y cada uno de los miembros de la Conferencia Episcopal Española y por los jerarcas de todas las Congregaciones, Órdenes y Prelaturas' (la alusión al” Opus”, de la que es portadora esta última palabra, resulta incuestionable)"
"Después de este 'No al Opus Dei' pronunciado con rotundidad y firmeza, solo cabe la posibilidad de que a la autocrítica se le abra todo un proceso de beatificación en la 'Obra' (nombre pretencioso, dicho sea de paso)
"Como 'por algo se empieza', no estará de más soñar que habrá de cundir el ejemplo, y dentro de poco, el sobrenombre y la condición de 'Legionarios de Cristo' chirríen apocalípticamente en la Iglesia, y más ahora y de modo 'ucraniano'"
"De modo idéntico se suscribió la necesidad de 'una condena rotunda y sin paliativo de los abusos cometido avalado por todos y cada uno de los miembros de la Conferencia Episcopal Española y por los jerarcas de todas las Congregaciones, Órdenes y Prelaturas' (la alusión al” Opus”, de la que es portadora esta última palabra, resulta incuestionable)"
"Después de este 'No al Opus Dei' pronunciado con rotundidad y firmeza, solo cabe la posibilidad de que a la autocrítica se le abra todo un proceso de beatificación en la 'Obra' (nombre pretencioso, dicho sea de paso)
"Como 'por algo se empieza', no estará de más soñar que habrá de cundir el ejemplo, y dentro de poco, el sobrenombre y la condición de 'Legionarios de Cristo' chirríen apocalípticamente en la Iglesia, y más ahora y de modo 'ucraniano'"
"Como 'por algo se empieza', no estará de más soñar que habrá de cundir el ejemplo, y dentro de poco, el sobrenombre y la condición de 'Legionarios de Cristo' chirríen apocalípticamente en la Iglesia, y más ahora y de modo 'ucraniano'"
Con fervoroso pundonor y santas prisas por despejar el camino de muchos, de no pocos sobresaltos , susceptibilidades y cabildeos, me apresto a recordar el hecho que recientemente tuvo lugar en la misma sede de la Conferencia Episcopal Española y cuya síntesis es la siguiente: En el “Encuentro” celebrado entre una quincena de supervivientes de abusos sexuales a niños por parte del clero, aglutinados en la asociación “Infancia Robada” y el Cardenal Juan José Omella, presidente de la referida Conferencia - y que se alargó durante cuatro horas- según apreciaron las crónicas, a sus víctimas se les proporcionó la tan solicitada ocasión de expresar sus quejas y lamentos, además de concretar soluciones que pudieran contribuir a paliar -dentro de lo que cabe- los males gravísimos causados por los clérigos y sus jerarquías. Acerca del comportamiento observado en el encuentro por parte del cardenal Omella, todo fueron loas, comprometido además a informar puntualmente de ello al papa Francisco en persona.
De entre los párrafos de los escritos de los que se dejó clara constancia, destaco la repetida referencia a la institución del “Opus Dei”, hasta llegar a “negársele autoridad al Despacho de Cremades- Calvo Sotelo, elegido por la CEE.” para su gestión y defensa, con expresa alegación a “los intereses contrapuestos, al ser el presidente del mismo un miembro del “Opus Dei”, prelatura negacionista donde impera el silencio cómplice y la revictimación”, tal y como literalmente se dejó constancia.
De modo idéntico se suscribió la necesidad de “una condena rotunda y sin paliativo de los abusos cometidos, pidiéndose públicamente, y sin excusas, perdón que venga avalado por todos y cada uno de los miembros de la Conferencia Episcopal Española, con promesa de su traslado a Roma, y por los jerarcas de todas las Congregaciones, Órdenes y Prelaturas” (La alusión al” Opus”, de la que es portadora esta última palabra, resulta incuestionable).
Después de este “No al Opus Dei” pronunciado con rotundidad y firmeza, delante del Presidente de la Conferencia Episcopal Española, con promesa de su traslado a Roma, formulado por las mismas víctimas que padecieron, y siguen padeciendo, sus graves consecuencias en ámbitos humanos y divinos, con nuevas noticias de la Prelatura respecto a interpretaciones canónicas de sus miembros -sacerdotes y laicos-, solo cabe la posibilidad de que a la autocrítica se le abra todo un proceso de beatificación en la “Obra”.
El Episcopado ha encargado la auditoría sobre los abusos sexuales en la Iglesia al bufete Cremades y Calvo Sotelo, en el que muchos de sus miembros (incluido el mismo presidente) son personalidades cercanas al Opus Deihttps://t.co/419SCWWvCK Lo cuenta @BastanteJesus
— elDiario.es (@eldiarioes) February 21, 2022
En el organigrama actual y en la praxis bastante generalizada, -jerarquía y laicos- “costará Dios y ayuda” integrar esquemas de “Iglesia sinodal y en salida”, tipo “papa Francisco”, con el convencimiento catequístico de que ni hay ni puede haber otra Iglesia distinta a la que demanda el Evangelio, en cuyas páginas está de más las hipocresías, las sutilezas elitistas, los circunloquios ni, sobre todo, los miedos.
El “santo temor de Dios” no tiene otra traducción que la del amor a la Iglesia, siempre y cuando esta lo sea y actúe a imagen y semejanza de Jesús, sin privilegios, “con besos y abrazos”, transparencia, pobreza, periferias, sin incienso y sin intentar acaparar para sí y los suyos nada más y nada menos que el sacrosanto nombre y la condición de “Obra de Dios” por antonomasia, como si todo y todos los demás, tuvieran que verse obligados a pertenecer y ser “obra de Belcebú”, ¡Ave María Purísima!
(Expreso mis dudas de que, en los tiempos pre-sinodales que se nos avecinan pastoralmente, en el correspondiente dicasterio de la Curia Romana se le concediera a cualquier obra e institución religiosa, acaparar para sí y los suyos tal título, con obligación de seleccionar otro en el que Dios, es decir, el prójimo, se halle y actúe en igualdad de condiciones. Los nombres y los apellidos, y más los “religiosos”, imprimen carácter)
Judicatura + Opus Dei + pederastia = los pederastas se van de rositas https://t.co/4D4M3r1gqB
— Zuriñe (@Zurine3) September 28, 2020
Como "por algo se empieza”, no estará de más soñar que habrá de cundir el ejemplo, y dentro de poco, el sobrenombre y la condición de “Legionarios de Cristo” chirríen apocalípticamente en la Iglesia, desde las profundidades de su semántica, que define a la “legión como cuerpo de élite conformado por soldados profesionales y especialmente adiestrados para actuar como fuerza de choque”, y más ahora y de modo “ucraniano”.
Un recuerdo también para fundador de nombre Marcial, lamentablemente de cuerpo presente en el encuentro de la “Infancia Robada” con el cardenal presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Es tan repugnante que te quedas sin calificativos.. los Legionarios de Cristo abusarin durante décadas de niños. Juan Pablo II "bendijo" a Marcial Maciel, su fundador en 2004 sabiendo que era un Pederasta atroz..
— Sayonara (@Sayo_P75) December 21, 2019
La Iglesia Católicaes la Mayor Mafia que ha dado la humanidad.. pic.twitter.com/UzyUzgeYRK
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